Matteo Thun & Luca Colombo Davines Village Parma

La casa de la belleza sostenible, así ha sido rebautizada la nueva fábrica y sede central de la empresa italiana Davines o, mejor aún, el Davines Village, proyectado por los arquitectos Matteo Thun y Luca Colombo junto a la ciudad de Parma. En efecto, reinterpretando las formas rurales tradicionales, los arquitectos han dado vida a un pueblo. “Un proyecto arquitectónico armonioso y que tiene como eje central el bienestar de los empleados ” (Matteo Thun), en el que los valores de sostenibilidad y belleza, core business de la empresa, han encontrado su forma arquitectónica.

En un área de unos 80.000 m2, los arquitectos Matteo Thun y Luca Colombo han dado vida a un pueblo inmerso en la vegetación. Un complejo con construcciones de dos plantas que retoman las formas rurales tradicionales, el arquetipo de la casa con tejado a dos aguas. Las oficinas y la sede central de la empresa Davines están en estos volúmenes de madera de roble con tejado de metal y amplias superficies acristaladas que evocan una acogedora dimensión doméstica, una casa rodeada de un jardín florido. Los otros volúmenes albergan los laboratorios, los espacios de producción y de envasado de los productos y el almacén. El invernadero es una construcción arquitectónica ligera y moderna, realizada en cristal y acero muy fino. Es el corazón del complejo, alberga los espacios de coworking y el área de restauración (bar y restaurante) destinada a los empleados. Todos los volúmenes del complejo tienen contacto visual directo con la vegetación. En efecto, el concepto del proyecto era asegurar que todos los puestos de trabajo tuvieran vista a la vegetación. Así, el uso de elementos de albañilería queda reducido al mínimo a fin de garantizar una inmersión total en los más de treinta mil m2 de zona verde proyectados por el estudio de paisajismo Del Buono Gazerwitz con diferentes estilos.

La vegetación es el nexo entre todos los elementos del proyecto y establece una relación constante y armoniosa con las construcciones que forman el complejo. Los laboratorios y las áreas didácticas dedicadas a la formación de peluqueros y esteticistas, así como el skin bar, donde pueden testarse los productos de la nueva marca de la empresa, son espacios transparentes y abiertos hacia el jardín, en los que se han empleado cristales especiales para evitar distorsiones cromáticas. Las zonas verdes no tienen solo una función estética, sino también un valor ligado al core business de la empresa. En el complejo hay un gran huerto científico de unos 3.000 m2. Se trata de un laboratorio para el cultivo de plantas medicinales, aromáticas, árboles frutales y hortalizas. Especies cultivadas para las investigaciones ligadas a la producción de cosméticos y para fines de demostración y, en cuanto a las especies comestibles, para las actividades culinarias del restaurante interno del complejo.

Además del huerto científico, de los jardines y de los dos patios interiores, las zonas verdes comprenden un kilómetro verde que se desarrolla paralelo a la autopista A1, protegiendo visualmente y acústicamente el complejo de la presencia de la infraestructura viaria.
La dimensión verde del pueblo se traduce, a nivel técnico, en la adopción de instalaciones que cubren el 100% de las necesidades de energía a partir de fuentes renovables certificadas y altos estándares de bienestar para los usuarios.

(Agnese Bifulco)

Architecture: Matteo Thun & Luca Colombo
Landscape architect: Del Buono Gazerwitz
Interior Design: Molteni & C|Dada Contract Division design by Monica Signani
Client: Davines
Location: Parma, Italy
Images courtesy of Matteo Thun & Partners, photo by Max Zambelli

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