Trace Architecture Office: Huandao Middle School, Haikou

El Colegio de Educación Secundaria Huandao en Haikou, en la isla china de Hainan es la última obra escolástica importante a cargo de Hua Li y de su estudio Trace Architecture Office. Los primeros tres proyectos se construyeron en la ciudad de Deyang, en la provincia de Sichuan, y fueron el resultado de una atenta reflexión que se desarrolló a consecuencia del trágico terremoto de 2008 que causó miles de víctimas, obligando al país a actualizar las normativas al respecto.
Sin embargo, de las anteriores experiencias en el sector de la construcción para instituciones educativas, TAO no solo adquirió los procedimientos antisísmicos, sino también un enfoque a la concepción de los lugares dedicados a la enseñanza que tiene mucho que ver con la observación del comportamiento de los estudiantes y con el análisis de sus exigencias explícitas e implícitas.
Ya en el proyecto del colegio de primaria de Xiaoquan, construido hace 10 años para sustituir un edificio gravemente deteriorado y demolido, Hua Li, el fundador de TAO Trace Architecture Office, escuchó lo que tenían que decir los pequeños usuarios y sus familias, para hacer surgir las nuevas necesidades. Una inclinación al enfoque participativo del proyecto arquitectónico que se manifiesta también en el caso del Colegio de Educación Secundaria Huandao, a pesar de ser una obra con una consistencia mucho mayor respecto al programa y a la escala.
Situada en el centro de la ciudad de Haikou, la parcela tiene una forma irregular entre las demás ocupadas por numerosas torres residenciales. Evitando competir con esas, el complejo escolar mantiene una escala más reducida, lo que le lleva a destacar creando un vacío que dilata el ceñido entramado urbano. El plan maestro incluye tres áreas, un volumen didáctico principal por el lado sur que se adapta a la asimetría de la zona, una residencia de estudiantes que ocupa una franja de terreno larga y estrecha en el lado norte, y el campo de juego y deporte colocado en el centro del complejo, y que se extiende por toda la longitud de la parcela.
Una superficie útil de casi 20.000 m2 que incluye un programa de aulas didácticas y aulas para actividades artísticas extraescolares, espacios multifuncionales, oficinas, habitaciones, un comedor y espacios que los 1.2000 estudiantes de secundaria pueden compartir. Las cifras son a las que estamos acostumbrados en China, aunque en este caso se ha afrontado una proyectación atenta a valorizar la creatividad y la interacción de las personas como forma de aprendizaje antepuesta a la finalizada a la mera superación de objetivos que se pueden cuantificar.
Como en la escuela de Xiaoquan, se retoma aquí el tema del plan maestro interpretado como organismo urbano autosuficiente, que se traduce en la proyectación de una especie de ciudad para jóvenes dentro de la ciudad más grande, donde se perciben plazas, volúmenes de escalas distintas, protuberancias visuales, lugares colectivos en contraposición a espacios reservados e incluso recónditos, llanuras en contraste con colinas artificiales, etc. Todo ello con el objetivo de fomentar comportamientos distintos, una diversidad creativa, experiencia dentro de la institución educativa que contribuya a enriquecer la formación de cada individuo.
En una entrevista Hua Li cuenta que antes de empezar el proyecto del Colegio de Educación Secundaria Huandao llevó a cabo una encuesta en un instituto de Pekín en la que participaron unas 100 personas entre alumnos y profesores. De esta encuesta sacó muchas ideas derivadas del análisis de los comportamientos descritos, como por ejemplo la importancia de los pasillos y zonas comunes, en contraposición con las aulas didácticas, como lugares donde los jóvenes se expresan libremente, donde se relajan y distraen, se comunican y descargan sus inquietudes. Por eso procuró aportar amplitud, extensión vertical, cambios de escala y ofrecer numerosas vistas y perspectivas a estas zonas, considerándolas no solo desde el punto de vista funcional, como conexiones entre otros lugares, sino como auténticos espacios didácticos o propedéuticos para la enseñanza dentro de la clase.
El tema de la continuidad visual y física fue fundamental para concebir cada una de las partes del complejo escolar, y por este motivo tanto el edificio de la residencia como el didáctico se construyeron sobre pilotis, ofreciendo a quienes deambulan por ellos la imagen de un lugar mucho más amplio de lo que es en realidad, gracias a la permeabilidad entre zonas.
Este tipo de estructura arquitectónica responde además de forma activa ante el clima tropical local: la solera sobre pilares proporciona sombra y protección del viento y la lluvia; la columnata facilita la ventilación natural; la plataforma de la azotea ofrece más espacios de actividad para los alumnos y a la vez reduce la absorción de calor, bajando la temperatura del interior.
Al observar la sección del bloque didáctico se nota la interconexión a múltiples niveles: el patio central queda elevado hasta la segunda planta, dando acogida por debajo a un auditórium, y está conectado con el campo de juego mediante una gran escalinata que tiene la triple función de conexión abierta y airosa, lugar de encuentro y descanso y tribuna para los espectadores de las actividades deportivas. Más allá del campo de juego por el lado este una plaza rebajada con jardín sirve de acceso para los salones acristalados del comedor.
Mientras las aulas para las clases teóricas se alinean a lo largo del perímetro sud, las salas operativas, las reservadas a las disciplinas artísticas, son volúmenes independientes que se alternan con pequeñas plazoletas internas y pasillos en la asimetría espacial general. Las numerosas ventanas que dan al interior del patio y hacia el campo de juego trazan fachadas dinámicas que ofrecen múltiples perspectivas y lugares de encuentro para pequeños grupos, desde los que observarse y contemplar el paisaje. El núcleo del edificio que acoge las principales actividades de grupo es el patio con la columnata, con una altura de 14 metros, que se inspira en los lugares conmemorativos rituales, y que sitúa en el extremo este una torre que actúa de punto de fuga. Los proyectistas imaginaron que la escuela podría organizar aquí espectáculos al aire libre, ceremonias, proyección de películas. A este uso múltiple y colectivo se contrapone el interior de la torre con un espacio recóndito, monocromo por fuera e inesperadamente lleno de color por dentro: como nos recuerda Hua Li los adolescentes tienen secretos y los colegios deben contar con un lugar en el que conservarlos y alimentarlos, un sitio donde sucedan experiencias que recordarán el resto de sus vidas.

Mara Corradi

Architects: HUA Li / TAO (Trace Architecture Office)
Design team: SHEN Lijun, LI Ruoxing, YAN Yadong, ZHANG Xiaoxiao, ZHANG Feng, CHEN Yuan, Luca Ronchi, GUO Cong, JIN Longqiang, TIAN Tao, LIANG Zhuojia, TAN Xiao, LIU Zhouxing, CAO Pengfei, QIN Mingxuan, SHENG Zhiqi, WEI Mingyu, LIANG Guopei, YIN Qianqian, QU Yue, XU Yu, GAO Zhaojia
Client: Hainan Huandao Industrial Development Co. Ltd.
Location: Haikou, Hainan, China
Structural engineer: MA Zhigang, SUN Kai, ZHAO Xiaolei
MEP engineer: LV Jianjun and Kcalin design group MEP engineer: LI Wei, ZHOU Yong, LI Xin, ZHANG Anfeng
General contractor: Gansu Eighth Construction Group Co., Ltd.
Site area: 14108 sqm
Floor area: 19020 sqm
Structural system: Reinforced concrete frame structure
Design: 2014-2016
Construction: 2016-2018
Photographer: © Schran Images

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