17-06-2022

Mazzanti: Control and Operations Center

El Equipo Mazzanti,

Alejandro Arango,

Colombia,

Community Center, Infrastrutture,

¿Es posible aprovechar un centro de control vial como puerta de conexión entre los viajeros y la población local? El equipo Mazzanti lo ha imaginado y propuesto al gobierno colombiano realizando un prototipo en el territorio de Antioquia.



Mazzanti: Control and Operations Center

A la altura del km 9 de la nueva infraestructura vial llamada Conexión Pacífico 2, en el territorio colombiano de Antioquia, entre La Pintada y Bolombolo, se sitúa un centro de control operativo diseñado por el estudio de Giancarlo Mazzanti con la intención de ser un lugar de intercambio entre los viajeros y la población local.

Se trata del primer ejemplo de un proyecto nacido por una iniciativa de tipo privado, presentada por El Equipo Mazzanti y la sociedad Odinsa, gestora de las infraestructuras viales del municipio La Pintada, en Colombia, que llama la atención sobre las potencialidades de los centros de control. Generalmente poco utilizados ya que a éstos puede acceder solamente el personal que se encarga del mantenimiento y del funcionamiento en general de las infraestructuras, estas estaciones son nudos viarios. Su potencial estratégico ha crecido a la par del desarrollo vial que se ha experimentado en los últimos cincuenta años en Colombia con la finalidad de reducir las distancias físicas entre las ciudades y pueblos de este país, muy extenso, caracterizado por una geografía montuosa y con frecuencia intransitable.

Giancarlo Mazzanti dice que en estos territorios, con tan pocas vías de comunicación, el autopista constituye aún hoy día la única forma de poner en conexión los puertos y las ciudades principales, sin embargo, poco sirven a las regiones internas que atraviesa y en las que reina aún la pobreza. Los centros de control son espacios de trabajo anónimos y para unos pocos, diseñados para la supervisión de una infraestructura cuya finalidad es la modernización del país, mientras la vida de las comunidades se tiene en otra parte. Desde este punto de observación, una puerta entre dos mundos que seguían estando separados.

Precisamente esta función de “umbral” ha llamado la atención del grupo de proyecto de Mazzanti, acostumbrado desde siempre a trabajar sobre los confines, sobre los espacios de unión y de contacto, como observamos en las soluciones de interfaz de los edificios escolares que ha diseñado dentro de los barrios difíciles de Bogotá, Cartagena y otras ciudades colombianas. Los centros de control operativo podían ser aprovechados como nudos de conexión entre la dimensión estatal y la regional, entre las ciudades y los campos, entre el mercado nacional y el local. La idea propuesta, por tanto, ha sido la de potenciar las funciones de estos “no lugares” convirtiéndolos en “lugares visitados. Mazzanti ha imaginado una agenda de actividades para organizar eventos culturales, para el tiempo libre y para el comercio, y una arquitectura que pudiese albergar estas actividades adicionalmente a las actividades de control, convirtiéndolas en motivos para detenerse. La finalidad ha sido la de ofrecer un espacio a la nueva comunidad nacida del intercambio entre quien viaja y quien allí vive.

Aquí los viajeros pueden encontrar una cafetería y un restaurante, un grande mercado con los productos agrícolas del territorio, pero también espacios en los que compartir, con cine al aire libre, salas para conferencias y campos deportivos. De esta forma Mazzanti ha desplazado la atención desde la simple satisfacción de las finalidades logísticas hacia la creación de una red de sitios productivos, que además pudiesen ser sostenibles, generar desarrollo económico y social a nivel local, ofreciendo un motivo adicional para la construcción de la infraestructura vial. En cierto sentido ha actualizado la idea de un sistema perteneciente a la forma de pensar de la segunda mitad del novecientos, que ponía el automóvil en el centro de la vida, aplicando principios que hoy día nos parecen más interesantes, tales como, la formación de la comunidad y la valorización del aspecto local. Desde el punto de vista arquitectónico la inspiración ha surgido una vez más de la cultura de Antioquia, de los centros agrícolas de secado del café, cultivo típico local, retomando los grandes tejados en saliente de metal y de bajo costo, cuya función es proteger los ambientes contra la fuerte radiación solar.

Situada en un punto de bifurcación de la carretera, en el centro de una parcela verde, la arquitectura se desarrolla a lo largo de una planta principal elevada y una subterránea, cuyo diseño regular sigue el curso del doble carril vial. También los pilares de sostén de la cubierta y los puentes de acceso al primer nivel se han realizado de metal y se han pintado de rojo, como las verandas de las compañías y de las casas coloniales de esta región. En cambio, el volumen cubierto se ha revestido con madera y está soportado por palafitos que surgen del nivel subterráneo. La distinción neta entre las partes, la presencia de pasarelas para el acceso, la transparencia general dada por el ritmo de los pilares, recuerdan las estructuras temporales e industriales que enlazan con el tema de la infraestructura vial.

La topografía del sitio se ha modificado para aislar las áreas públicas del tráfico vehicular y colocar los puestos del mercado local, mientras que las pendientes creadas sirven como teatros para los eventos públicos y el cine al aire libre. En el área circunstante se han realizado campos deportivos y se han sembrado grandes árboles tropicales, mientras que en la zona norte se ha establecido un vivero destinado a la reforestación, de modo que este espacio pueda ser considerado un oasis por quien está viajando.

Contrariamente a las estaciones de servicio comerciales, utilizadas en muchas partes del mundo solamente por los viajeros más no por quien vive al lado de las carreteras, este proyecto se propone precisamente ser utilizado por la gente del lugar, hasta el punto que inclusive se podría destinar un espacio a una guardería comunitaria. En la idea de Mazzanti este es un proyecto piloto, que estimulará al gobierno colombiano a convertir los nuevos centros de control en centros comunitarios insertados en su entorno cultural.

Mara Corradi

Architect: Giancarlo Mazzanti https://www.elequipomazzanti.com/
Project Manager: Ceylan Sener
Designers: Ceylan Sener, Juan Carlos Zambrano, Alvaro Villacis, Felipe Guerrero, Nicholas Sanchez, Tatiana Rodriguez, Alonso Atienza, David Rugeles, Jair Pinzon
Collaborators: Diana Castiblanco
Completion: 2020
Budget: 14 billion Colombian pesos
Building size: 2,900 m
Urban planning size: 33,000 sqm
Photographs and video: Alejandro Arango


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