Libeskind: Dresden Museum of Military History

Daniel Libeskind lleva a término, en 2011, el proyecto de ampliación del Museo de Historia Militar de Dresde, iniciado cuando ganó el concurso convocado en 2001. Ejemplo de la poética decostrutivista del arquitecto estadounidense de origen polaco, es una obra en la que el lenguaje contemporáneo se introduce, metafóricamente y concretamente, en el edificio histórico.
Gemma Belli, en “Architettura: una storia a ritroso”( Arquitectura: una historia hacia atrás)de Gabriella D’Amato (Ed. Bruno Mondadori) describe la Vitra Fire Station de Zaha Hadid como un «“movimiento congelado” que expresa una tensión del estado de alarma, lista para entrar en acción de un momento a otro». En cambio, la intervención de Libeskind en el Museo de Historia Militar de Dresde parece haber superado aquel instante y parece, si se me permite seguir con la simbología, inmortalizar el instante siguiente a la deflagración, cuando acaba de suceder la ruptura, cuando las reglas han sido eliminadas y se percibe todo el furor del cataclismo. Si esta reflexión es válida para sus otros proyectos célebres, como el Museo Judío de Berlín, en el que el hundimiento superficial parece ser la causa de las ” heridas ” en las fachadas, o el Crystals at CityCenter de Las Vegas, que quiere simular la implosión de un edificio y los escombros correspondientes, en el museo de Dresde, Libeskind ajusta cuentas con la historia, representada por el arsenal de estilo neoclásico, construido en 1876, y convertido en museo de la guerra y de las fuerzas militares, primero sajonas, después nazis, seguidamente soviéticas y posteriormente de Alemania Oriental. Él lo “corta” claramente, con un volumen de cinco plantas construido en cristal y acero que no solo se introduce, hiriéndola en la arquitectura preexistente, sino que además, la traspasa de una parte a la otra: su planta en forma de flecha no deja espacio para las interpretaciones, marcando la fachada principal del museo con su punta incontenible.
Se podría debatir, llenando páginas y páginas, de una carga comunicativa como esta: símbolo de lo contemporáneo que irrumpe en la historia para detenerla, negarla o criticarla, con una doble referencia a la arquitectura (del Decostructivismo que rompe los dictados de lo moderno) y la política y la historia humana (del hombre que mira hacia atrás y decide museizar, haciendo espectaculares, las reliquias de un pasado grave y que estorba, para superarlo).
El resultado es una escultura que se introduce en la arquitectura, un bloque con aspecto severo y compacto (incluso en la transparencia que surge cuando se ilumina su interior), carente de orientación pese a la direccionalidad de la flecha, cuyo ciego dinamismo evidencia por contraste toda la inmovilidad del edificio del siglo XIX, símbolo de un pasado atónito e inepto.
En el vientre de esta escultura con forma de flecha se desarrollan recorridos con marcha sincopada, en los que las superficies oblicuas de cemento visto surcan techos arqueados y paredes ortogonales, poniendo en escena el espectáculo del conflicto.

Mara Corradi

Proyecto: Architekt Daniel Libeskind AG
Cliente: República Federal de Alemania
Lugar: Dresde (Alemania)
Diseño expositivo: Barbara Holzer--Collaboration Holzer Kobler Architekturen and HG Merz Architekten
Proyecto de estructuras: GSE Ingenieur-Gesellschaft mbh
Proyecto luminotécnico: Delux AG
Proyecto paisajístico: Volker von Gagern
Supervisión técnica: Reese Lubic Wöhrlin Gesellschaft von Architekten mbH
Superficie de exposición: 20.000 m2
Concurso: 2001
Final de las obras: 2011
Estructura de acero y cemento
Fachadas: Josef Gartner GmbH
Fotografías: © Bitter Bredt

daniel-libeskind.com