Elisa Valero Ramos y la escuela El Serrallo en Granada

En la escuela infantil El Serrallo, en Granada, Elisa Valero Ramos se enfrenta a un tema que le toca de manera particular, el de la arquitectura dedicada a la infancia, en la que ha sabido expresar muchos de sus principios sobre diseño. En la escuela El Serrallo de hecho, Elisa Valero Ramos define el espacio mediante paredes blancas tendencialmente horizontales. Y con ello, lo que constituye un manifiesto figurativo que la reconduce a la influencia poética de Eduardo Souto de Moura, Valero Ramos ha sabido insertar detalles que evocan el más profundo sentir de este lugar. 

La obra se eleva sobre una pendiente que mira hacia las cimas montañosas de la Sierra Nevada, un paisaje maravilloso en el cual el espacio diseñado se refleja. La escuela imita la tendencia del lugar que la acoge emplazado entre dos calles. De hecho, ésta se desarrolla en dos plantas, de las cuales, la primera, más pequeña y con acceso directo a la calle de arriba se apoya sobre la segunda, que se extiende hacia el patio con jardín y más allá hacia la ladera. La planta del sitio, de forma triangular y delimitada por dos calles que se cruzan en el ángulo opuesto a las montañas, está cortada por la mitad por el volumen arquitectónico, cuya orientación es transversal para aprovechar de la mejor manera la posición y el soleamiento. Las dos caras principales, este y oeste, se asoman hacia las dos áreas al aire libre que se crean y a las que se tiene acceso directo. La amplitud que las caracteriza aporta una agradable sensación a las aulas, las cuales están dispuestas ordenadamente a lo largo de las fachadas, recibiendo así iluminación natural y ventilación. 
El edificio está completamente rodeado por un muro de contención de hormigón, de 7 metros de altura, que fue necesario realizar a causa del estudio geotécnico que determinó la poca resistencia del terreno a la elevada actividad sísmica del lugar. Para salvar la diferencia de cota entre los dos lados del edificio fue necesario realizar una estructura monolítica de hormigón armado, optimizando el uso de micropilotes en la cimentación. 

Encerrada dentro de este muro la arquitectura acentúa su desarrollo horizontal propio, marcado por las losas de cemento blanco. Las caras este y oeste están intercaladas alternativamente con cristaleras y cerramientos recubiertos con cerámicas de color rojo esmaltadas y decoradas; algunos de éstos están realizados como especies de celosías que reproducen la tradición del medio oriente que se observa en las construcciones del sur de España y más aún en Granada, donde el Palacio Real de la Alhambra es una muestra inconfundible de la cultura musulmana. Los elementos con función decorativa y parasol forman parte del proyecto gráfico del artista Eduardo Barco, quien trabaja desde hace tiempo con Elisa Valero Ramos enriqueciendo sus arquitecturas con mensajes decorativos caracterizados por los colores vivos y por una marcada vitalidad expresiva, tanto en interiores como en exteriores, donde los colores escogidos se repiten resaltando algunas paredes en contraste con otras que se han dejado completamente blancas. 

Mara Corradi

Architect: Elisa Valero Ramos
Building surveyor: María de los Llanos Martín Romero
Collaborators: Leonardo Tapiz Buzarra, Esteban Salcedo, Óscar Raya
Client: HE Planning Department. Granada Council
Constructor: Aldesa Construcciones S.A.
Location: Ojos del Salado street, Granada (Spain)
Project: 2009
Work: 2011
Constructed surface: 887,30 sqm
Photographer: © Fernando Alda
Structure in concrete
Facades in glazed tiles

www.elisavalero.com

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