04-03-2020

COBE: Casa de los voluntarios de Cruz Roja en Copenhague

COBE,

Rasmus Hjortshoij,

Copenhague, Dinamarca,

Oficinas, Community Center,

En la realización del proyecto de la nueva sede de la Cruz Roja en Copenhague participaron entre otros los propios voluntarios, en cuanto representantes de una de las voces fundamentales del equipo. El estudio COBE, que está transformando la ciudad de Copenhague, ha proyectado la casa de los volontarios de Cruz Roja como una referencia urbana.



COBE: Casa de los voluntarios de Cruz Roja en Copenhague

La nueva casa de los voluntarios de Cruz Roja en Copenhague es una de las más recientes obras que el estudio COBE ha realizado destinadas a facilitar el diálogo entre el espacio privado y el contexto público. Conocido en Dinamarca y fuera de ella por una serie de realizaciones que presentan una atenta orientación a la calidad de la vida urbana, COBE proyectó el centro de transportes públicos más importante de Copenhague, la estación de Nørreport, así como el plan del puerto norte de la capital danesa (Nordhavn), definido el mayor proyecto de desarrollo urbano de los países escandinavos. Tambén son autores de realizaciones icónicas como Halftime, sede de la empresa de artículos deportivos Adidas en Alemania.
La capacidad de incidir en el contexto a través de la planificación, o mediante un solo edificio, como en el último caso citado, distingue el proyecto de la casa de los voluntarios de la Cruz Roja danesa, ganador del concurso lanzado en 2013 y que fue completado en noviembre de 2017, gracias a una subvención de 30,7 millones de coronas danesas (algo más de 4 millones de euros) aportada por la fundación privada A. P. Møller og Hustru Chastine Mc-Kinney Møllers Fond til almene Formål.
El deseo preciso de la organización a nivel nacional era que el nuevo proyecto fuera concebido, idealmente, como lugar de encuentro para sus 34.000 voluntarios. No solo debía ser la proyectación representativa de un nuevo edificio privado, sino que debía imaginarse como un vehículo de interacción con el público, tanto en el concepto como en el espacio concreto.
La primera acción de COBE, incluso anterior a la concepción de la idea arquitectónica, fue invitar a los voluntarios a que participaran en el proyecto para su sede. Como explica Caroline Krogh Andersen, Senior Project Manager Architect de Cobe, visto que los voluntarios de Cruz Roja habrían utilizado los nuevos espacios, se les involucró en algunos ejercicios. En uno de ellos se construyeron maquetas junto con los voluntarios a partir de cajas de gomaespuma de distintos tamaños, para establecer prioridades, como qué funciones eran más importantes y debieran tener a disposición más espacio o viceversa. El edificio tiene una superficie de solo 750 m2, por lo que era esencial aprovechar el espacio correctamente. Mediante una discusión planteada como un juego, se les pidió a los usuarios que definieran qué se necesitaba en cada uno de los espacios, por ejemplo la luz natural, una vista hacia el exterior, o bien qué materiales les gustaría en un lugar específico, una alfombra o la madera. De esta forma COBE pudo conocer en profundidad las preferencias del grupo de usuarios en relación al tipo de actividad llevada a cabo en un espacio determinado. Esta información contribuyó a que los proyectistas se formaran una idea detallada del ambiente en cada uno de los espacios. En todo momento se tuvo presente que al ser la Cruz Roja una organización que se basa en la implicación constante de los voluntarios, el proceso de construcción de la nueva sede dedicada a ellos debiera emanar directa de dicha relación.
Al estar ubicada en el terreno que se encuentra delante de las oficinas de Cruz Roja, en la avenida Blegdamsvej, se reflexionó ampliamente sobre la relación con el edificio ya existente y con la arteria urbana, cuya amplitud se ha aprovechado para realizar espaciosas aceras, carriles bici, medianas con aparcamientos y dos carriles de circulación para vehículos. La idea de construir un nuevo volumen continuando con las fachadas continuas de la manzana, ya muy compacta, se sustituyó por una solución más abierta, por un diseño de espacio híbrido entre público y privado, que pudiera constituir una paréntesis, un lugar de pausa.
Se pensó plasmar la cubierta como una gran escalinata de planta triangular, accesible a todo el mundo, donde la gente pudiera encontrarse, quedar al aire libre, igual que en una plaza o en un parque. Hay dos entradas principales, una a la casa de los voluntarios en la planta baja y otra coincidiendo con la parte más alta, hacia las oficinas de la Cruz Roja. Este insólito tejado peatonal de marcada inclinación toma ejemplo de la abundante arquitectura pública que en las últimas décadas ha transformado la relación entre edificio y plaza, entre espacios interiores y exteriores (como la célebre Ópera de Oslo). Bajo él se abre un gran vestíbulo que conduce a la entrada de la casa madre. Parcialmente soterrado, el nuevo bloque presenta un espacio diáfano en forma de auditórium, con un aforo para 100 personas, y desde el que se accede a una serie de salas versátiles con paredes acristaladas, pensadas para sesiones de formación o eventos de vario tipo. Al estar casi completamente apantallado por la cubierta a gradas, el anfiteatro incluye una pared opuesta acristalada a toda altura que da al jardín interior y a la sede, perpetuando la idea de un diálogo en evolución entre la organización y el público, en el que los voluntarios tengan el papel fundamental de mediadores.
Los elementos verticales de la estructura del tejado a gradas actúan como vigas, cada una apoyada sobre un exiguo número de tenues pilares. La estructura de hormigón armado puesto en obra con la ayuda de encofrados de madera, resulta coherente con los paneles fonoabsorbentes de madera que revisten las gradas internamente. Por fuera los proyectistas quisieron repetir los mismos ladrillos amarillos que revisten la sede de la Cruz Roja, que es el antiguo ayuntamiento de Copenhague. Esta escalinata de ladrillo, intercalada con parterres, reconstruye una colina urbana, que cada vez un mayor número de personas identifica como lugar de referencia en donde quedar para verse con alguien.
Un proyecto que indica, de forma ejemplar, hasta qué punto la arquitectura pueda incidir para crear un movimiento: en este caso el desplazamiento de las personas hacia el espacio compartido y público del tejado que actúa como plaza urbana, pero también el empuje humano en las actividades de Cruz Roja en el mundo, transmitiendo una idea tangible de abertura, de acogida y de confianza.

Mara Corradi

Architects: COBE www.cobe.dk
Collaborators: The volunteers of Danish Red Cross, Søren Jensen, PK3, C.C. Brun Enter-prise
Team: Antonia Szabo, Bart Smets, Caroline Krogh Andersen, Christian Sander, Dan Stubbergaard, Gloria Castellini, Greta Tiedje, Hannes Kalau Vom Hofe, Helen Chen, Iza-bela Slodka, Jan Jungclaus, Marianne Filtenborg, Martin Jonsbak Nielsen, Martina Peder-sen, Mikkel Møltoft Jensen, Monika Wozniak, Morten Andersen, Nina Mathiesen, Oskar Tranum Mortensen, Rachel Wan, Rasmus Jessing, Ted Schaumann, Tim Frausing.
Location: 27 Blegdamsvej, 2100 Copenhagen, Denmark
Client: Danish Red Cross - The new building was made possible only with a grant of DKK 30.7 million from the private foundation A. P. Møller og Hustru Chastine Mc-Kinney Møllers Fond til almene Formål
Engineer: Søren Jensen Rådgivende Ingeniørfirma
Landscape architects: PK3 and COBE
Turnkey contractor: C.C. Brun
Program: volunteer centre – exhibition spaces, project, meeting and conference facilities, training facilities, disaster management facilities and a café
Size: 750 sqm
First prize in competition 2013
Completion: 2017
Photographs: © Rasmus Hjortshøj – COAST
Awards: Architizer A+ Awards 2019 Finalist, Dezeen Awards 2019 Finalist


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