15-01-2021

Archisbang+Areaprogetti: Recualificación de la Scuola Pascoli, Turín

Archisbang,

Marco Giai Via, Simone Bossi, Andrea Guermani,

Turín,

Colegio, Colegios y Universidades,

La educación como función continua y la valorización del patrimonio histórico como camino para crear un centro cívico. Estos son los puntos fundamentales de la recualificación de la Scuola Giovanni Pascoli de Turín, a cargo de Archisbang y Areaprogetti, ganadores del concurso “Torino Fa Scuola”.



Archisbang+Areaprogetti: Recualificación de la Scuola Pascoli, Turín

Dentro del proyecto “Torino Fa Scuola” que aspira a promover una didáctica innovadora, en 2018 ganó el concurso para recualificar el colegio de educación primaria de tercer ciclo dedicado a Giovanni Pascoli el grupo compuesto por Archisbang y Areaprogetti. Con el completamiento de las obras a finales de 2019, el proyecto de renovación del edificio escolar en el barrio central Cin Turin de Turín (Italia) recibió la mención de honor del CNAPPC al Premio Architetto Italiano 2020.
Una obra que declara abiertamente que la escuela, sobre todo la que ocupa edificios históricos como sucede a menudo en Italia, non debe entenderse como una secuencia de aulas que se comunican a través de pasillos, sino como un circuito de espacios versátiles que contribuyen a la agregación, valorizados gracias a los parámetros operacionales del proyecto como la luz, el color o los materiales.
El conjunto, sede del Educatorio Duchessa Isabella, se erigió en 1893 por encargo del ente Opere Pie San Paolo, y se destina a colegio e internado. Durante la I Guerra Mundial se adaptó como hospital militar, mientras que tras la II GM hubo que reconstruir las partes que daban a la calles Duchessa Jolanda y Goffredo Casalis, que habían quedado muy dañadas, destinándose a escuela y alojamientos en 1960. No estando todavía bajo la tutela de Bellas Artes, no se conservó ninguno de los rasgos de finales del XIX originales. Una primera restauración del conjunto histórico la llevó a cabo la Compagnia di San Paolo que trasladó allí sus oficinas y su Archivo Histórico , pero ha sido la obra de Archisbang y Areaprogetti restableciendo la vocación original del edificio a colegio la que ha constituido un momento de auténtico cambio.
Este proyecto parte de un enfoque global que no se limita a resolver los problemas relacionados con la renovación arquitectónica, sino que, como se pedía en el bando del concurso, promovido por la Fondazione Agnelli y la Compagnia di San Paolo en colaboración con el ayuntamiento, sintetiza un método para recualificar un edificio protegido del patrimonio histórico italiano transformándolo en vehículo de regeneración urbana. Un caso que en Italia comparten una gran cantidad de inmuebles, que surgieron o se destinaron sucesivamente a la enseñanza, pero que no respetan las normativas sísmicas vigentes, que implican un gran derroche en términos energéticos, o que simplemente no resultan adecuados para llevar a cabo las actividades escolares actuales, por ejemplo desde el punto de vista acústico. Con su proyecto Archisbang y Areaprogetti se imaginan una escuela diferente, que además de renovar sus estructuras y espacios, renueva también su vocación, abriendo sus espacios a la colectividad urbana y aceptando una línea educativa que se funda en la socialización. El principio de partida de la recualificación ve cómo la escuela se abre al contexto urbano, a partir de la transformación de su atrio de entrada y desarrollando a continuación un sistema de itinerarios libres y abiertos por las plantas, que incluyen una biblioteca dispersa y un auditórium, mediante espacios de intercambio desestructurados. Todo esto se logra permitiendo que emerja la estructura original, liberándola de los cierres que se fueron añadiendo a lo largo de los años para ofrecer mayor circulación, introduciendo entreplantas y superficies transparentes, y transformando la azotea en una terraza que se reconecta con el espacio urbano.
Entrando en detalle, la recualificación empezó precisamente al trasladar la puerta de entra y transformando por completo el atrio. En el extremo del ala que da a via Duchessa Jolanda, una ventana existente se ha transformado en un portal en la planta de la acera, con un marco metálico que se conecta en tonalidad y proporciones con los marcos que identifican a las otras ventanas en la fachada y los cierres acristalados. Para superar el desnivel entre el atrio y la acera se introduce una rampa que se añade lateralmente con una escalinata, eliminando las entreplantas: el suelo de bambú se une a la piedra de Luserna creando con ella un contraste, mientras que la recepción y los servicios se agrupan y se apartan de la estructura abovedada para no interferir con ella. En las paredes se han colgado paneles de melamina fonoabsorbentes monocromos como si fueran obras de arte, contribuyendo a una imagen ordenada de conjunto. Se propone una acogida abierta, luminosa y enriquecida con múltiples elementos de decoración, modernizando totalmente el antiguo espacio donde la entrada se realizaba por una escalera oscura y una puerta giratoria que alteraba completamente las proporciones del pasillo. Para realizar la rampa se derribó una arcada de bóvedas de la planta de sótano, donde todavía se encuentran los Archivos de la Fondazione 1563 de la Compagnia di San Paolo, pero el intradós de hormigón armado se ha dejado a la vista para subrayar la obra posterior a la original.
Al agregar otras escaleras de emergencia en el patio, se ha podido liberar la escalinata principal histórica, eje del sistema de distribución que sube desde el atrio hacia las plantas, eliminando la compartimentación antincendios y las oclusiones de los arcos que habían alterado el conjunto. La conexión con las nuevas entreplantas se ha realizado mediante pasarelas metálicas sutiles y pintadas de blanco que se uniforman con las paredes de fondo. Coincidiendo con el rellano de cada planta se han incluido bloques que dialogan en color con el suelo original de mosaico hidráulico y que reúnen en estos elementos compactos todas las funciones técnicas y de depósito necesarias.
Con la misma filosofía se ha abordado la reforma de las plantas, eliminando las cerraduras de los arcos hacia las aulas en favor de mobiliario fijo y porciones acristaladas. El conjunto de tabiques original sale así aligerado y valorizado y al restablecerse los suelos que se fueron cubriendo con el tiempo se contribuye a aportar continuidad a los espacios.
En las aulas se han quitado las placas cuadradas de los falsos techos instalando placas lineales fonoabsorbentes distanciadas de los techos para que se puedan apreciar las bóvedas históricas. En el gimnasio se han sacado a la luz los techos de molduras con sus colores originales, adecuados además ya que este espacio se usa también como auditórium. Entre las aulas en algunos casos se han instalado tabiques plegables para dar la posibilidad de unir las clases en actividades de talleres, mientras que en los pasillos se han colocado muebles móviles y no convencionales para el estudio individual en nichos reservados o en pequeños grupos.
Para aprovechar de la mejor forma las cristaleras colocadas en el rincón interior entre las dos alas del edificio, se han instalado las salas de lectura temáticas de planta, conectadas idealmente en la biblioteca dispersa, alrededor del hueco de la escalera central. La cubierta a dos aguas en el ala que da a via Duchessa Jolanda se ha transformado en una terraza a gradas a la que hay libre acceso. La planta de buhardilla en parte elevada se dedica a la zona de trabajos en grupo, espacio para oficinas y profesores. También en este caso, como en el sótano bajo el atrio, el intradós de cubierta se ha dejado en hormigón a vista, evocando las formas del nuevo tejado pavimentado.
La anterior escalera de seguridad de metal que ocupaba buena parte del patio se ha sustituido con una rampa metálica bordeada por un parapeto que actúa como una cinta y aporta un nuevo orden al espacio no directamente aprovechable pero que se convierte en referencia visual para todos los espacios que quedan enfrente.
La transformación estética y funcional de conjunto se afrontó enfocando las restricciones de protección como oportunidades para valorizar los elementos: los nuevos falsos techos “ligeros” se han aprovechado para ocultar la instalación eléctrica, empotrando lo menos posible; la instalación de ventilación mecánica, que solo está presente en la primera entreplanta, se ha realizado utilizando lo más posible los nichos que ya existían en los tabiques maestros.
La filosofía de esta obra por lo tanto ha sido la de convertir la arquitectura en la base de un sistema cultural público, una especie de centro cívico que ponga a disposición los recursos educativos y didácticos de la escuela, no solo para los alumnos presentes, sino para todos los que quieran acceder de fuera y participar en los eventos. Los espacios fluidos y aligerados gracias a las demoliciones concretas y al equipamiento flexible, ofrecen una imagen muy diferente de la que en general se tiene de la escuela actualmente, sin duda más dinámica y acogedora, que nos permite imaginar la educación como una función continua y no solo finalizada a una específica franja de edad.

Mara Corradi

Design Team: Archisbang, Areaprogetti s.r.l.
Team Leader: Arch. Silvia Minutolo (Archisbang)
Work management: Arch. Marco Giai Via (Archisbang)
Consultants: Arch. Chiara Devecchi (acoustic consultant)
Site: Torino, Italy
Client: Fondazione per la scuola della Compagnia di San Paolo
Constructor: Quintino Costruzioni S.p.A.
Budget: € 2.750.000 building works + € 350.000 fornitures
Task: concept & preliminary design (competition – 1st prize), final design, working plan, construction, supervision, safety coordination
Size: 2.900 sqm
Timing: 2017 - competition, 2018 | 2019 - building site, 2019 September - opening
Photos by Simone Bossi Photographer (01-21), Andrea Guermani (31-34), Marco Giai Via (35-36)

https://www.archisbang.com/
https://area-progetti.it/

Premio Architetto Italiano 2020: menzione d’onore


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