18-04-2012

Milán y la Expo: la recuperación de la Dársena

Jean-François Bodin,

Roberto Ronchi e Mara Corradi,

Milán,

Deportes y Bienestar, Paisaje, parco urbano,

Reurbanización,

El proyecto de reconversión del área de la Dársena se inserta en el marco de una operación de ordenación de los canales, con carriles bici y recorridos peatonales contiguos, en el suroeste de Milán. Con ocasión de la Expo 2015, las vías de agua conectarán Milán con el parque y el recinto donde tendrá lugar el evento, con el objetivo de dejar a la ciudad una red de movilidad turístico-deportiva sostenible y un paisaje renovado.



Milán y la Expo: la recuperación de la Dársena
Partiendo del tema de la exposición “Nutrir el planeta, energía para la vida”, el Ayuntamiento de Milán decidió recuperar el sistema hídrico mercantil que históricamente conectaba el oeste de la ciudad con el centro, situando en la Dársena y en su antigua función de puerto, el punto de desembarco para el acceso a la ciudad.
El proyecto preliminar, desarrollado tras la convocatoria, en 2004, del concurso para la reconversión del lugar, que fue ganado por un grupo liderado por el arquitecto francés Jean François Bodin y formado por Edoardo Guazzoni, Paolo Rizzatto y Sandro Rossi, ha obtenido la aprobación de la Junta Municipal en febrero de 2012 y se prevé que esté terminado antes del fin de 2014. La intervención corresponde a la recuperación de las vías hídricas que se remontan a la demolición del bastión formado por las murallas erigidas durante el dominio español, llevada a cabo en el siglo XIX, en un área delimitada por piazza Cantore, via G. D’Annunzio, piazza XXIV maggio y la zona de los Navigli.

El incremento de las zonas verdes y las áreas peatonales son los instrumentos con los cuales se ha diseñado la nueva unidad del área, mientras que los puentes, fijos y móviles, como puertas y conexiones, la recuperación de las orillas y del acceso a la Conca di Viarenna y la ampliación de los espacios para la celebración de eventos, el nuevo mercado en la ribera septentrional, así como los jardines botánicos en el embarcadero occidental, son los elementos que pretenden estimular la relación entre los habitantes, los turistas y el agua, que será llevada a la Dársena mediante la conexión entre el Canal Villoresi y el Naviglio Grande.
Todo esto conduce a ver la Dársena no como un puerto mercantil, actividad a la que estuvo dedicada entre el siglo XIX y los primeros treinta años del XX, cuando los navigli del perímetro interior fueron cubiertos y la ciudad prefirió reconvertirse al transporte por carretera, sino más bien como embarcadero para un turismo cultural gracias al cual, a partir de los años ochenta, la ciudad se ha hecho célebre en todo el mundo. Al arte y al entretenimiento se añade, así, la contemplación de un paisaje redescubierto, que nace urbano para continuar en la campiña del oeste.


Tras haber protegido los restos de las murallas españolas aparecidas en las excavaciones y la entrada de la Conca di Viarenna, únicos auténticos restos del pasado, la identidad de la Dársena debe ser construida prácticamente de cero: inexistente para los transeúntes, que la bordean yendo a los Navigli, o para los coches, que aceleran en el viale D’Annunzio, es un vacío urbano desconectado del entorno, no muy diferente de una zona periférica sin nombre.
El proyecto comprende la clara interrupción que constituye este lugar en el centro urbano e interviene para introducir funciones que no han existido nunca, permitiendo a la actual Milán reflejarse en sus aguas reencontradas. Si es verdad que Milán precisa espacio, ¿podría la Dársena convertirse en un lugar emblemático horizontal?
El nuevo masterplan trata, entonces, de ganar un sentido urbano que no sea la recuperación nostálgica de un mundo de lavaderos y artesanos, que fue desapareciendo en la posguerra, sino la prolongación del centro urbano y la conexión con la actual alma de los navigli, con restaurantes, talleres de artistas y artesanos de nuestro tiempo.

Mara Corradi


Proyecto: Bodin & Associes Architectes (jefe de grupo), Edoardo Guazzoni, Paolo Rizzatto, Sandro Rossi
Colaboradores: Ylenia Franchini, Mattia Frasson, Matteo Turati, Alessandro Lauria, Carlo Lucca
Cliente: Ayuntamiento de Milán
Lugar: Milán (Italia)
Proyecto de estructuras: D’Apollonia Spa
Proyecto de instalaciones: Manens Intertecnica s.r.l.
Consultores: Erre.vi.a srl (Enrico Moretti, Marco Zanetti), Lucia Mainardi
Área: 55.000 m2
Concurso: 2004
Inicio del proyecto: 2004
Final del proyecto: julio de 2012
Inicio de las obras: enero de 2013
Final de las obras: 2014
Fotografías: ©Roberto Ronchi

www.edoardoguazzoni.com


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