Ellevuelle Architetti: rehabilitación del Filandone en Modigliana

El Filandone, como lo llamaban, era una larga nave industrial situada a las afueras de la localidad de Modigliana en dirección sur, en la provincia de Forlì-Cesena. El estudio Ellevuelle Architetti (Giorgio Liverani, Luca Landi, Michele Vasumini y Matteo Cavina) fue convocado para el proyecto de rehabilitación arquitectónica por deseo del ayuntamiento, la región de Emilia Romagna y la Fundación Cassa dei Risparmi de Forlì, que destinaron a tal fin un fondo que ascendía a unos 900.000 euros . La propiedad de la construcción siempre fue particular, pero en cierto sentido a lo largo del siglo XX el Filandone se convirtió en patrimonio de la comunidad. Fue construida como hilandería de seda y tras su cierre se dedicó a distintas actividades empresariales menores hasta que en los últimos años fue dejada completamente descuidada en total abandono. Cerca de la construcción inicial con cubierta de faldones con el tiempo se fueron añadiendo viviendas con pequeños jardines que se fueron haciendo sitio con obras de apropiación, entrando a formar parte de aquella.
El apego de la población por esta pieza de patrimonio industrial, pequeño monumento a la laboriosidad del pueblo, fue lo que llevó a la decisión de no derrumbarlo, sino de recuperarlo como testimonio, ya que además sus volúmenes tenían las características necesarias para instalar una sala polivalente que el ayuntamiento necesitaba.
La estrategia urbanística en la que se basa el proyecto es la de la mescolanza funcional, que en oposición a la zonificación de la ciudad contemporánea mezcla funciones distintas en la misma zona, creando una red de relaciones entre ellas que favorecen el progreso social. En la zona donde se ubica el Filandone, que ya actuaba como residencial y productiva, se añade la función cultural, al destinar los espacios rehabilitados a una galería teatral que puede utilizarse como sala polivalente: cuando sea necesario las 232 butacas se pueden guardar bajo el escenario para organizar en la sala otro tipo de eventos colectivos. Con el mismo enfoque, el proyecto incluye una oficina de correos, actualmente ya en funcionamiento, una tienda, un bar-restaurante y otros locales destinados a oficinas.
Además del indiscutible vínculo con la historia de la localidad, el Filandone suponía también un ejemplo interesante de arquitectura industrial de principios del siglo XX, cuyos aspectos peculiares el estudio Ellevuelle no se olvida de poner en valor, como el trazado de la fachada en la plaza Berlinguer, con ventanas y postigos de hierro barnizados, enmarcados por pilastras y cornisamentos en relieve, o las cerchas metálicas atornilladas en caliente. 
La linealidad del edificio con cubierta inclinada se recupera eliminando los postizos añadidos que se construyeron en los años 60 y 70 por la parte trasera. Así surgió la idea de duplicarlo proyectando una segunda cubierta, gemela de la ya existente para englobar los espacios fragmentados que daban a la via Filandone. 
La rehabilitación de la fachada principal marcada por las tiras apilastradas sugirió proponer el mismo ritmo en la fachada secundaria, con una sucesión de paredes de hormigón que imitan las columnatas clásicas. La fuerza figurativa y la unidad que se logran de esta forma se trasladan a toda la estructura que ahora se entiende como un único cuerpo arquitectónico. De esta forma la parte delantera y la trasera pueden dialogar y lo hacen gracias al corte central del atrio, que se convierte en espacio de paso y conexión entre la via Filandone y la plaza.
Debido al duplicado de la tira edificada inicial la distribución interior se ha renovado por completo. El atrio de doble altura con la escalinata que conduce al foyer constituye el núcleo del edificio, desde el que se accede por dos plantas a las distintas funciones. Su importancia queda subrayada también por el hecho que de noche se mantiene iluminado como si se tratara de un faro urbano. Las paredes no son rectas sino líneas discontinuas, como si se evocaran los cortinajes del escenario que se abre en su interior. Con su sencillez figurativa enriquecen el espacio, haciendo hincapié en el paso del tiempo mediante los dibujos trazados por la luz.
En la cubierta se abren dos claraboyas a través de las que se disfruta de la vista de las ruinas de la Roccaccia de época medieval, que despuntan en la cumbre de la pared rocosa situada al sur de la localidad, como si quisiera acentuar una relación vital con la historia. 
Algunas empresas autóctonas participaron en el proyecto de rehabilitación aportando las competencias del territorio, mientras que la memoria industrial permanece viva en los materiales utilizados para la reforma: los suelos de hormigón con una capa de rodadura de cuarzo, las estructuras y las cerchas metálicas pintadas de blanco, los marcos de acero cor-ten y los parapetos de cristal. Todo ello afinado con acabados y colores “cálidos” mediante el empleo de revestimientos de madera de alerce y abeto.

Mara Corradi

Architects: ellevuelle architetti (Giorgio Liverani, Luca Landi, Michele Vasumini, Matteo Cavina)
Assistant: Eleonora Festa
Client: City of Modigliana
Location: Piazzale E. Berlinguer, Modigliana, Forlì-Cesena (Italy)
Structural engineering: Angelo Sampieri
Technical supervision: Giorgio Liverani
Gross usable surface area:  ground floor 1500 sqm (including 420 sqm theatre and service areas)
Project start date: 2012
Completion of work: March 2014
Builder: Nov.edil
Metal frames
Metal staircase
Plaster and metal façades
Tiled roof
Mixed structure
Concrete floor finished by power trowel
Photos: © ellevuelle architetti

www.ellevuelle.it