27-01-2021

CULPABLE: ¿EL PLÁSTICO O EL HOMBRE?

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Estamos consumiendo recursos que les debían corresponder a las futuras generaciones. La tierra es un sistema cerrado. Y si en un sistema cerrado se sigue consumiendo sin medida, los recursos se agotan. Ninguna otra especie haría algo así”—Stefano Mancuso



<strong>CULPABLE: ¿EL PLÁSTICO O EL HOMBRE?</strong><br />

Vivimos en una era caracterizada por un consumismo voraz por parte del hombre, quien a causa de esta insaciable bulimia está cambiando completamente el aspecto del planeta: de acuerdo con el Prof. Ron Milo, un estudioso israelita del Weizmann Institute of Science, la industria produce cada semana el peso equivalente a toda la humanidad, mientras que el peso del patrimonio natural se ha reducido prácticamente a la mitad. En 2020 el peso de los productos artificiales superó al de los seres vivos, alcanzando el plástico los 8.000 millones de toneladas, exactamente el doble de la masa corporal de todos los animales del planeta. Los objetos creados por el hombre pesan más que los creados por la naturaleza. Y si se tiene en cuenta, como expone el estudio, que “los 7.600 millones de personas en el mundo representan solo el 0,01% de todos los seres vivos”, es imposible no sentir estupor ante la enormidad de las consecuencias causadas por una especie microscópica que, abusando de su autoasignada soberanía, ha conseguido para la era geológica en la que está mangoneando a sus anchas el apelativo de Antropoceno, desentendiéndose del hecho que representa una parte infinitesimal de una biosfera constituida por numerosísimas especies.

Semejante escenario medioambiental críticamente comprometido no nos deja mucha elección aparte de empezar a pensar seriamente cómo dejar de extraer materias primas, intentando reutilizar las que tenemos en demasía. La economía lineal, emblema del consumismo, que crece nutriéndose del derroche, que no prevé la recuperación sino el desecho, deberá cambiar radicalmente de dirección y ponerse a proyectar para regenerar. Se están presentando ya estrategias distintas para hacer posible una nueva productividad circular que con mayor eficiencia y menos desperdicio sabrá hacer productos muy longevos. Técnicas que van desde la reparación, a la reutilización y a la regeneración forman parte de este renovado panorama laboral. Otros muchos han afrontado un plan de inversiones enormes para reutilizar creativamente los materiales separados, los residuos, transformándolos en productos con mayor valor y evitando el reciclado, ya que las progresivas elaboraciones comportan una pérdida de calidad. 

El diseño, en cuanto creación del hombre, por su naturaleza implica una actividad artificial. Y como su misión en la sociedad de consumo resulta crucial, puede representar un punto de inflexión, proponiendo soluciones eficientes y resolutivas que nos acompañen en este camino, jugando un papel de verdadera resiliencia en aras de un futuro sostenible, meta a la que aspiramos llegar. La moda se ha revelado, como la industria textil en general, el mayor contaminador del mundo después del petróleo. Por eso en este momento confiamos en que el sector se comprometa de forma significativa para contener y reducir el violento y perjudicial impacto medioambiental que provoca. Las casas de moda ya están anunciando tejidos más eco-compatibles, pero de lo que tendrán que hacerse cargo con mayor urgencia es de procurar limitar la enorme abundancia de desechos generados. A causa de las múltiples fases de confección, se generan inmensas cantidades de embalajes y desembalajes de usar y tirar a lo largo de las varias etapas que componen la cadena de distribución desde el fabricante al comprador. Embalajes que a pesar de incluir etiquetas en las que se lee ‘degradable o reciclable’, tienen como función principal la de proteger las prendas de los posibles daños que se pudieran causar en el transporte, como por ejemplo el agua, por lo que en general suelen estar compuestos por polímeros de altas prestaciones no degradables. Es cierto como afirman algunos que antes o después todo es degradable, pero el periodo de tiempo que para ello debe transcurrir es fundamental.
También hay otro problema que no debemos ignorar, y que una diseñadora ha destacado de forma original. Sarah Brunnhuber, bajo el lema ‘WEAVE (K)NOT WASTE’, propone una técnica de producción que elimina los residuos de corte y confección mediante un tipo especial de nudos, una clase de tejedura que actualmente no permiten realizar los telares industriales. Como señal positiva del final de una conducta de derroche, hay una palabra que cada vez oímos con mayor frecuencia y que podría entenderse como símbolo de costumbres que cambian: ‘deadstock’, término que habitualmente se usaba para referirse al remanente, al sobrante que quedaba inutilizado de una producción de ropa o tejidos, ha adquirido una nueva acepción, y de su connotación decididamente negativa, refiriéndose al triste final de un ciclo, ha ido progresivamente asumiendo un significado que hace alusión a un renacimiento, prometiendo enfoques distintos de reutilización y reciclaje creativoSon muchas las marcas famosas y otras más jóvenes que emprenden con decisión una andadura de tutela y respeto marcándose como objetivo la eliminación de desechos y buscando nuevas funcionalidades mediante las formas de creatividad habituales y sorprendentes que les caracterizan. Tejidos existentes, retales usados únicamente para investigación, residuos de almacén, gracias al uso de técnicas y aplicaciones que hasta ahora no se habían explorado, dan vida a inesperadas y fabulosas colecciones. La tendencia dominante ahora parece ser la reventa, que aparentemente el público aprecia, orientándose hacia formas de compra cada vez más sostenibles en términos económicos y medioambientales. Los vídeos, desfiles y la comunicación en general ilustran una conciencia renovada que inspira el renacimiento de estas existencias muertas, con imágenes y mensajes igual de prometedores y atractivos. 

Super Wide Interdisciplinary New Explorers. Studio Swine. Stills from Petr Krejčí. Photo courtesy of Studio Swine.

Otro obstáculo especialmente complejo que afrontar en este viaje de redención se refiere a los millones de toneladas de residuos de plástico que se producen año tras año en el mundo y del que se recicla una parte irrisoria. La ONU ha establecido dos compromisos: el desafío a renovar el ciclo de producción, desecho y reciclado del plástico en un periodo que se extiende hasta 2030, para llegar luego a lo que se puede considerar la meta final, una total reutilización en 2040. La cantidad excesiva de estos desechos a base de petróleo y sustancias químicas representa una amenaza mortal para el ecosistema marino y terrestre. El doloroso fenómeno se remonta a hace muchos años y la enorme sedimentación plástica registrada ha alcanzado cifras récord. El plástico fue proyectado para ser prácticamente indestructible así que no llega nunca a desaparecer verdaderamente, sino que se disgrega en micropartículas que se sedimentan en el fondo del mar solo después de cientos de años.

Super Wide Interdisciplinary New Explorers. Studio Swine. Stills from Petr Krejčí. Photo courtesy of Studio Swine.

Muchos jóvenes creativos se dedican con todas sus energías a luchar contra esta plaga sin duda tan dolorosa y de difícil solución como estimulante para mentes volcánicas como las suyas. En 2014 un estudio de diseño muy concienciados por los temas medioambientales emprendió un viaje marítimo de 1.000 millas náuticas por el Océano Atlántico. La aventura, aseguraron Azusa Murakami y Alexander Groves, fundadores del Studio Swine, Super Wide Interdisciplinary New Explorers, se emprendió en busca de tesoros. Lo que iban encontrando, pequeños fragmentos flotantes en la superficie del agua, brillantes como si fueran minúsculas gemas, lo recogían para a continuación fundirlo y extruirlo gracias a un dispositivo pasivo ideado específicamente, accionado con el calor del sol. En los océanos se han ido formando grandes vórtices de desechos. Uno de estos, el Great Pacific Garbage Patch, dicen que ocupa el doble de la superficie del estado de Texas. La pareja, ella arquitecta y él artista, con la intención de demostrar la existencia de otros vórtices en los océanos del planeta, pensó en transformar, con la habitual e innovadora elegancia que los caracteriza, la masa de detritos punteada por manchas de color vibrantes y conseguida mediante el dispositivo Solar Extruder, en una colección artesanal con varios objetos de lujo. Cada pieza se realizó a mano en edición limitada y procura transmitir una representación simbólica especialmente significativa: animales y elementos marinos que están en riesgo de extinción, como un caparazón de tortuga, un coral rojo o un diente de ballena. Un material, del que hemos abusado transformándolo en algo indeseable, se ha elevado creativamente hasta convertirlo en testimonio artesanal de gran valor, poniendo el foco de atención en la gravedad de una situación que está generando una catástrofe para el ecosistema.


Gyrecraft. Studio Swine. Photo courtesy of Studio Swine. 

Se me ha quedado impresa una comparación de lo más poética que Enzo Mari usó para ilustrar en qué forma un diseñador creativo procura capturar la atención hacia su propia obra. Al igual que las aves del paraíso erigen hermosos diseños utilizando esquirlas de color y destellos resplandecientes para seducir a las hembras, un diseñador forja sus obras yendo en busca de piedrecillas y pequeñísimos fragmentos, los más animados y coloreados, para provocar maravilla. Este deseo de catalizar la atención creo que se ve a la perfección en el hermoso proyecto de Swine. Cuando la estética va más allá de sí misma puede demostrar ser un vehículo excelente para brindar y hacer vivir experiencias arrobadoras, ayudándonos como en este caso a interiorizar una narración que nos habla de ansia y preocupación por un mundo tristemente depauperado y agotado. 

Las propuestas que se refieren al tratamiento de los desechos de este material sintético, que rebosa en nuestros vertederos por la tierra, se suceden en gran número, con abundantes y prometedoras alternativas. Asistimos a movimientos que nacen como auténticas revueltas sociales contra los gobiernos que fingían ignorar el problema, ante montañas de desechos abandonados en proximidad de las zonas urbanas, con los consiguientes graves problemas debidos a enfermedades y epidemias. Como sucedió en Líbano, cuando el arquitecto Adib Dada, fundador del estudio theOtherDada, logró convencer a la población a ofrecer un aporte activo, ayudando a limpiar y plantar árboles a orillas del río Beirut. Paralelamente somos testigos de la incesante evolución de estudios que nos ofrecen respuestas absolutamente inesperadas e inéditas. Se anuncian con denominaciones sintéticas que subrayan su originalidad, ‘To re or not to Re?’, con la duda hamletiana si es mejor darse al re-ciclado o no, para una serie de macetas hechas con plástico proveniente de la recogida de basuras selectiva, Econyl, hilo de nylon regenerado y reciclable al infinito proveniente de redes de pesca y de desechos plásticos variados, usado por Prada en la línea de bolsos Re-Nylon y con la intención de usarlo en todas las prendas de la casa. Entre los prototipos más futuristas, Eni Feel The Peel, una máquina para hacer zumo de naranja ideada por el estudio Carlo Ratti Associati, que transforma las pieles mediante el secado, molido y mezclándolo con ácido poliláctico, en bioplástico, que a continuación se carga en una impresora en 3D incorporada que genera los vasos para los zumos.


Feel The Peel. CRA-Carlo Ratti Associati for Eni. Photo courtesy of CRA. 

Empresas y diseñadores colaboran unidos por el propósito común de ofrecer antídotos eficientes para una emergencia que parece casi imposible de gestionar en términos de sostenibilidad. Para las colosales acumulaciones de desperdicios el reciclaje es una ayuda, pero no es suficiente. El objetivo debería ser rediseñar productos reciclables, extendiendo su ciclo de vida y de reutilización. Eliminando del sistema de producción aquellos materiales que no pueden ser reciclados se llegaría a una circularidad que tendría repercusiones mucho más amplias, contribuyendo a desarrollar una deseable economía circular, que comportaría beneficios a muchos niveles. Actualmente se está procurando limitar lo más posible la cantidad de material por cada producto, con un ahorro de consumo energético de igual medida. Los objetos que prometen un tratamiento fácil al final de su vida están compuestos principalmente por un único material o se pueden descomponer en partes de fácil reciclado en sus respectivas cadenas. De todas formas la investigación está avanzando a grandes pasos y ya hay quien ha conseguido descomponer las materias plásticas de base vegetal, abriendo probablemente un nuevo horizonte que debería permitir el reciclado repetido, sin alteraciones a las propiedades iniciales.


Ro Plastic - Master's pieces’. Rossana Orlandi. Pabellón Ferroviario milanés en el Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci. 

Hay una galería en Milán, auténtica referencia del diseño contemporáneo, cuya conocida comisaria es Rossana Orlandi, toda una autoridad en el sector, mítica descubridora de talentos y promotora de iniciativas de lo más innovadoras. Ya desde hace años se está dedicando, con su habitual adelanto a los tiempos, a una reflexión muy estimulante e inteligente, con el propósito de sensibilizar en lo referente a la tutela del medioambiente. Empezó su campaña dirigiéndose insólitamente no contra el plástico en cuanto tal, sino contra el abuso que hacemos de él, y la forma inconveniente en que nos deshacemos de él. “El plástico es un material extraordinario, y es mediante el uso que el hombre hace de él que se convierte en contaminante”. Esta convicción es el punto de partida de ‘Senso di Colpa’, (sentido de culpabilidad) el fuerte mensaje que inaugura el proyecto en 2018 con la intención de sacudirno y hacernos sentir ‘culpables’, para luego empujarnos a reconsiderar nuestras responsabilidades. 


Ro Plastic - Master's pieces’. Rossana Orlandi. Pabellón Ferroviario milanés en el Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci. 

La idea germina con una visión y unos parámetros muy claros, y progresando con la misma coherencia, ve cómo se van añadiendo iniciativas colaterales concebidas para educar y promover estilos de vida más responsables, además de regalarnos relatos que logran hablarnos de reutilización en términos especialmente creativos y de lo más poéticos. Se puede recordar por ejemplo entre las muchas instalaciones, la exposición emblemática ‘Ro Plastic - Master's pieces, una fascinante exaltación del expresivo potencial del plástico reciclado a través del tamiz de la imaginativa fantasía de diseñadores de fama internacional, entonces presentada en un contexto igualmente fascinante, el interior del Pabellón Ferroviario milanés en el Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci. Estas piezas únicas, capaces de exaltar la sostenibilidad experimentando de forma inédita y de transformar un material de desecho en un recurso de valor precioso, expresaban con claridad la profunda fe de una mujer que siempre ha estado absolutamente convencida de que un diseño excelente deba y pueda proteger nuestra sociedad y nuestro planeta.

Ro Plastic - Master's pieces’ Lucio Micheletti. Rossana Orlandi. Pabellón Ferroviario milanés en el Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci. 

Como consecuencia de hacerse cargo de los propios deberes,RoGuiltlessPlastic’, es una fase que incluye una serie de concursos dedicados a resolver el problema, contemplando una sinergia entre el material, el diseño y la tecnología. El dramático panorama medioambiental reclama ideas repletas de energía positiva y ‘RoPlasticPrize’, movido por esta ambición, y habiendo llegado a su segunda edición, invita a diseñadores de cualquier edad y nacionalidad especializados en los campos de Industrial design, Innovative Textile, Conscious Innovation Projects, Packaging Solutions, y la recién añadida categoría, Awareness on Communication. Cinco sectores que cubren exhaustivamente los momentos más significativos de un proceso que, en contra del abuso y el uso incorrecto del material plástico, busca soluciones y propuestas que puedan influir en las normativas de producción y en los patrones de comportamiento. ‘Experimentar, innovar, inventar’ es la filosofía que exige el compromiso colectivo necesario para mitigar un desastre ecológico global.

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Sea Shepherd.Operation Siso. Islas Eolias, en el Mar Tirreno

Las iniciativas dirigidas a limitar los daños infligidos a un planeta tan maltratado se suceden en medio de la concienciación general. Los ejemplos y los esfuerzos que muchos están ofreciendo tienen un gran mérito y se merecen nuestro reconocimiento. Yo también he de agradecer a nuestra Fondazione Iris Ceramica Group su dedicación en lo referente a la protección del medioambiente. En estos años ha decidido apoyar Sea Shepherd, una organización internacional que desde 1977 se ocupa de la protección de nuestros mares y del ecosistema marino, sosteniendo en este momento la campaña ‘Operation Siso’, que se está llevando a cabo cerca de las costas de las islas Eolias, en el Mar Tirreno, contra las actividades de pesca ilegal y contra los medios no habilitados. Siguen siendo muchas las situaciones que se acumulan y exigen con voz imperiosa que se intervenga, situaciones de gravísima inestabilidad y peligro. Es nuestra tarea elegir con mayor conocimiento, responsabilidad y cohesión la dirección que nos podría llevar hacia una posible salvación.

Virginia Cucchi 


Credits: 
Cover Photo: Naja Bertolt Jensen. Unsplash. 

https://studioswine.com/
1-6 Photo: Petr Krejčí film, Super Wide Interdisciplinary New Explorers. Studio Swine. Photo courtesy of Studio Swine.
7-9 Photo: Gyrecraft. Prodotti di Design di Studio Swine. Photo courtesy of Studio Swine

https://carloratti.com/
10-12 Photo: Feel The Peel. CRA-Carlo Ratti Associati for Eni. Photo courtesy of CRA. 
CRA Team: Saverio Panata, Alessandro Tassinari, Oliver Kazimir, Luca Bussolino, CRA Graphic team: Pasquale Milieri, Gary di Silvio, Gianluca Zimbardi, Technical Sponsor for 3D Printing: WASP

https://www.rossanaorlandi.com/
13-27 Photo: ‘Ro Plastic - Master's pieces’ 2019. Rossana Orlandi and Nicoletta Orlandi Brugnoni. Padiglione Ferroviario milanese al Museo Scienza e Tecnologia Leonardo da Vinci. Photo courtesy of Rossana Orlandi. 

https://theotherdada.com/
Beirut RiverLESS. theOtherDada. 

https://fondazione.irisceramicagroup.it/impegni/ambiente-solidarieta/sea-shepherd
https://www.seashepherd.it/
Operation Siso. Sea Shepherd.

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