28-07-2022

Burbujas espaciales, un proyecto del MIT para reducir el calentamiento global

Carlo Ratti,

Climate change, Design, Global Warming,

Un grupo de investigadores, entre los que figura Carlo Ratti del Senseable City Lab del MIT, está estudiando la posibilidad de utilizar "burbujas espaciales" como instrumento para combatir la subida de las temperaturas en los próximos años. Una obra de geoingeniería que no implicaría modificar la superficie terrestre, al contrario de las hipótesis contempladas hasta el momento por Naciones Unidas.



Burbujas espaciales, un proyecto del MIT para reducir el calentamiento global

La necesidad de contrarrestar el calentamiento global se hace año tras año más evidente, visto que continuamente se incumplen los objetivos climáticos de las conferencias internacionales, con catástrofes que son cada vez más frecuentes e impresionantes. Naciones Unidas, a través del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en previsión de que es posible que no todo vaya como se espera, han empezado a estudiar planes alternativos. No se prevé el abandono del planeta Tierra hacia otros mundos, pero son de todas formas planteamientos bastante futurísticos. Por ejemplo, absorber dióxido de carbono de la atmósfera, o controlar las radiaciones solares cubriendo los desiertos con superficies reflectantes, pintar de blanco todos los tejados y las calles del planeta, bombear gases especiales en la estratosfera, o también con el mismo objetivo, aclarar las nubes.

Todas estas opciones forman parte de la "geoingeniería" y todas prevén que se modifique de forma drástica la superficie terrestre actual. Un equipo de científicos del MIT bajo la dirección de Carlo Ratti del Senseable City Lab, ha intentado buscar una solución al problema que no creara interferencias con el ecosistema del planeta en el que vivimos, imaginando una alternativa posible, previsora y sostenible en las denominadas "esferas espaciales".

Se trataría a todos los efectos de una pantalla solar que se situaría en el espacio, en la trayectoria entre la tierra y el sol a una distancia bien definida, denominada "Punto de Lagrange L1", es decir, el punto en el que las atracciones gravitatorias del sol y la tierra se compensan. La supuesta pantalla debería tener aproximadamente el tamaño de Brasil, y debería estar formada por un conjunto de esferas conectadas entre sí que formen una plataforma. La composición de las Space Bubbles sería una membrana sutil hinchable, y se pondrían en función directamente en el espacio, haciendo posible también el descarte y eliminación controlados. El proyecto se inspira en el trabajo del científico James Early, que fue el primero en sugerir usar un objeto deflector en el punto de Lagrange, y del astrónomo Roger Angel, que por su parte propuso el empleo de esferas conectadas entre sí.

"La Geoingeniería podría ser nuestra única y última opción," cuenta Carlo Ratti, que dirige el equipo de investigación y el Senseable City Lab en el MIT. "pero la mayoría de las propuestas de geoingeniería se limitan a la tierra, lo que expone nuestro ecosistema a tremendos riesgos. Las soluciones basadas en el espacio serían más seguras. Por ejemplo, si logramos desviar un 1,8% de la radiación solar incidente antes de que llegue a nuestro planeta, podríamos revertir totalmente el calentamiento global actual".

El proyecto es aún una hipótesis sobre la que se está trabajando, pero los investigadores han llevado a cabo un experimento preliminar, logrando inflar una esfera en el espacio que ha dado buenos resultados en términos de desviación. El próximo paso será asegurar la financiación necesaria para un estudio de factibilidad con mayores análisis y experimentos. Además de los materiales, el estudio se concentraría en explorar varias posibilidades para enviar los materiales desde la Tierra, el posicionamiento exacto de la estructura en el espacio, su capacidad para dar sombra y reflejar, la relación coste-eficiencia, la eliminación a fin de vida y el impacto en el clima, ecosistema y políticas públicas.

Estas últimas concretamente incluyen la posibilidad de que la geoingeniería represente un riesgo ético, debilitando el apoyo a las políticas que están en vigor para combatir el cambio climático. Por supuesto las esferas espaciales podrían contribuir a resolver parte del problema, pero conviene tener presente que la lucha contra el cambio climático exige en cualquier caso el compromiso de todas y todos.

Cib

Research credits:

Principal investigators: Carlo Ratti from the MIT Senseable City Lab (lead), Charles Primmerman from the MIT Lincoln Laboratory, Daniela Rus from the MIT Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory, Gareth McKinley from MIT Mechanical Engineering and Markus Buehler from MIT Civil and Environmental Engineering.

Advisors: Gabriele Santambrogio from the European Laboratory for Non-Linear Spectroscopy and Lawrence Susskind from the MIT Department of Urban Studies and Planning (DUSP).

Images courtesy of Senseable City Lab
https://senseable.mit.edu/space-bubbles/


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