Xaveer De Geyter Architects: 195 Melopee School en Gante

Ganadores del concurso lanzado en 2015 dentro del plan maestro de recualificación de los viejos astilleros de Gante, Xaveer De Geyter Architects han terminado recientemente el proyecto de la 195 Melopee School, una construcción que aúna varias funciones educativas en una forma que se abre a la interacción con el contexto.
Mucho más que una escuela, mucho más que un edificio que cumple una sola función, la Melopee es una obra de arquitectura que propone un programa de actividades relacionadas con la educación de la primera infancia como motor para la transformación de este área de la ciudad.
Todo empezó en los primeros años del nuevo milenio, cuando el ayuntamiento pone en marcha un concurso para el nuevo plan maestro del histórico puerto de Gante, los astilleros situados al este del centro. Habiendo trasladado las actividades portuarias al norte de la ciudad, poco a poco los viejos astilleros, los Old Dockyards, se fueron abandonando y se habían convertido en una especie de zona de frontera entre la ciudad habitada y las afueras industriales desiertas. Gracias a los financiamientos de la UE y en base al proyecto urbanístico del estudio OMA, ganador de la competición, esta zona está actualmente sometida a profundas consideraciones para reconectarla con el centro urbano. En el principio de diversidad funcional en el que se basan las reflexiones del estudio de Rotterdam, donde tienen cabida viviendas, oficinas, actividades comerciales y culturales, se encuentra una escuela de primaria, una guardería, e instalaciones deportivas también para el barrio. La zona se conecta con el centro urbano mediante la extensión de la red de transporte público y puentes para peatones y bicicletas.
El plan maestro se propone romper con la direccionalidad marcada por el canal, que sigue un trazado de norte a sur, y quiere crear áreas perpendiculares a aquel que lleven a repoblar la zona interna que hasta el momento había quedado arrinconada. El proyecto de Xaveer De Geyter Architects para la nueva escuela Melopee se ubica en una parcela que da directamente al agua, y se despliega precisamente siguiente un eje este-oeste, con itinerarios laterales que conectan el muelle con la calzada interior paralela. Es significativo para comprender la filosofía de esta obra leer en qué términos Xaveer De Geyter Architects se refiere al proyecto. No como una resolución de problemas espaciales, de programas y de circulación, sino como la creación de oportunidades: la capacidad de ver el nuevo potencial de un lugar, de permitir que se produzcan escenarios imprevistos. La arquitectura en cuanto gesto de ruptura que no encuentra fácil expresión en la forma o en la imagen de la obra, sino más bien en su contenido. En este sentido la arquitectura y la urbanística no son disciplinas diferentes sino que trabajan para lograr los mismos objetivos a escalas distintas.
Es lo que se nota en este caso, donde la escuela Melopee de Xaveer De Geyter Architects recoge y desarrolla el estímulo planteado por el plan maestro de OMA: favorecer la circulación y la relación entre el frente del puerto y las zonas interiores, arrasando con la idea de construcciones en hilera. La estructura proyectada es su antítesis. Se trata de un esqueleto de acero cincado que se basa en un esquema de módulos, que en parte queda abierto y en parte cerrado con tabiques de policarbonato translúcido y de cristal. Un edificio que se inspira en el mundo de las estructuras de la manipulación de mercancías portuarias, industriales y en bruto, y que en tal sentido pertenece a un imaginario que forma parte de la historia de Gante. Al contrario de los tradicionales depósitos de ladrillos u hormigón, cerrados para almacenar la mercancía, esta es una caja abierta de par en par hacia la ciudad hasta el punto de que casi no tiene paredes, dejando que sea el paisaje urbano el que defina los límites de los espacios interiores. Por el sur una zona verde, por el norte una plaza y un complejo residencial y por el este la Koopvaardijlaan. Por el oeste está el canal, pero sobre todo la otra orilla y el centro histórico al que el proyecto se conecta con esta filosofía de acción.
El impacto de la construcción se concentra en lo esencial, con el objetivo de mostrar también al exterior el contenido y las actividades escolares dentro de lo posible, como parte integrante de la vida del barrio. Una buena imagen de la escuela contemporánea, tan ágil y flexible en los espacios como en las soluciones educativas.
A ello va a sumarse una atenta reflexión del programa respecto a la pequeña parcela de terreno a disposición, en la que hay que dar cabida a la escuela de primaria, pero también a una guardería y a instalaciones deportivas y de ocio. Los arquitectos deciden dividir en dos la volumetría, destinando más de la mitad a la escuela y a las actividades privadas de interior, y dejando el resto para las actividades lúdicas públicas. Esta especie de parque de juego de varias plantas ofrece una enorme atractivo al exterior, pero también se puede acceder a él desde cualquiera de las plantas de la escuela, como parte integrante de las actividades educativas.
El proyecto desarrolla una estructura de cinco plantas, pero dada la ligereza de conjunto no cubre la vista desde el muelle, sino que, por el contrario, al estar ante la zona abierta, la favorece. Un itinerario cubierto y siempre conectado entre la escuela y el parque de juegos interrumpe la fachada más larga, creando comunicación en el eje norte-sur. Quienes recorren el carril bici que flanquea el muelle en lugar de encontrarse delante un edificio compacto de varias plantas se encuentra con una caja abierta que contiene juegos, toboganes, rampas de escaleras y otras diversiones para pequeños y mayores, un espacio público que da acceso a la escuela por la parte de atrás. Esto favorece el intercambio y la valorización de la zona más interna como se proponía el plan maestro.
El unir una función privada que se desarrolla en espacios cerrados como es la escuela con una pública como la del parque lúdico y deportivo contribuye al efecto de recualificación en clave colectiva que formaba parte de los objetivos originales. La zona abierta sobre el muelle es accesible prácticamente siempre, de forma que por un lado los alumnos puedan frecuentarla en horario extraescolar, convirtiendo así el edificio en un lugar que les pertenece incluso fuera de lo ordinario; y por el otro, al poder acceder todos al área de juegos y deporte, la construcción se disfruta a lo largo de todo el día, sin estar ligada solo y exclusivamente a la esfera escolar. Se logra de esta forma esa mezcla de funciones ambicionada por el plan de diversidad funcional.
En lo referente a los interiores, de acabados minimalistas, se ha prestado especial atención a los parámetros de confort, como la incidencia de la luz y el ruido. Los techos son fonoabsorbentes y se seleccionaron revestimientos interiores de ladrillo perforado rosa y azul para conseguir una acústica mejor. Cada aula y cada espacio de forma diferente cuenta con incidencia de luz directa y ofrece amplias vistas del exterior. El bastidor de acero constituye la estructura de apoyo para las plantas trepadoras que irán creciendo con el tiempo para enmarcar las vistas de la ciudad.

Mara Corradi

Architects: XDGA (Xaveer De Geyter Architects) http://xdga.be/
Competition: Xaveer De Geyter, Doug Allard, Thérese Fritzell, Ingrid Huyghe, Willem Van Besien, Stéphanie Willocx
Definitive design: Xaveer De Geyter, Karel Bruyland, Thérese Fritzell, Arie Gruijters, Ingrid Huyghe, Willem Van Besien, Stéphanie Willocx
Implementation: Xaveer De Geyter, Ingrid Huyghe, Willem Van Besien
Consultants: Ney & Partners (structure), Studiebureau Boydens (mechanical), Daidalos Peutz (acoustics)
Location: Ghent, Belgium
Client: SO Gent
Surface: 4630 sqm (interior) + 3050 sqm (exterior)
Competition, 1st prize: 2015
Start of work: 09/2017
Completion of work: 02/2020
Photographs: © Maxime Delvaux

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