Studio Wok: restauración de una casa de campo en Chievo

Studio Wok, un pequeño y reciente estudio milanés, fue convocado para ocuparse de un tema típicamente italiano, la restauración de una casa de campo, concretamente de la parte del granero y su transformación en uso residencial exclusivo.
Nos encontramos en Chievo, una localidad a noroeste de Verona, a orillas del río Adigio. Aquí la ciudad y el campo se mezclan sin separaciones netas. El entramado urbano se va haciendo más diseminado, dejando sitio a pequeñas tierras de cultivo.
Históricamente las casas de campo que siguen caracterizando el territorio agrícola de la Llanura Padana eran lugares donde convivían las personas y los animales. Los establos y los graneros no eran espacios reservados para los animales, sino que estaban cerca del hogar, y con éste se producían intercambios continuos. La cocina y los espacios donde se preparaban las comidas estaban en estrecha relación con los espacios donde comían y dormían los animales. Precisamente como era el caso de esta casa en Chievo, donde en un solo edificio de dos plantas más desván, se dedicaba el lado este a vivienda de la familia, mientras que el lado oeste estaba ocupado por los establos, sin que fuera necesario separar las funciones.
Las nuevas exigencias de los propietarios ahora han llevado a dividir la construcción, decidiendo dedicarse de momento a restaurar sólo el lado oeste, el jardín lateral y el patio delantero.
Lo que antaño fuera la zona secundaria destinada a acoger a los animales en el proyecto de Studio Wok se convierte en el frente del edificio, la fachada de representación. Su posición en el patio justifica dicha elección, también porque la parcela es un terreno de esquina. En dicha esquina convergen tres carreteras y esta fachada es la que se encuentra uno primero desde cualquier entrada, tanto por la norte como por la oeste.
Al estar en principio destinada a los establos en la planta baja y al granero en la planta de arriba, esta parte de la construcción carecía casi completamente de ventanas, excepto dos pequeñas en la fachada norte. La fachada oeste era una pared “ciega”, y para crear otro recinto para los toros, en los años 50 incluso se había taponado el gran arco de ladrillos que daba entrada a los vehículos agrícolas al granero por ese lado.
Al querer transformar ésta en una fachada, Studio Wok decide derribar las partes añadidas para taponar, incluidas las del lado sur, y añadir puertas y ventanas dedicadas a la nueva disposición residencial pensada por dentro. Se presta especial atención a estos elementos, tanto al diseño de las ventanas como a la proyectación de las entradas hacia el lado oeste y sur, transformados en cristaleras, para abrir la casa a un diálogo con el exterior.
Interpretando con un diseño actual un elemento típico de la arquitectura véneta rural, las ventanas presentan amplios marcos de biancone, una piedra autóctona proveniente de Lessinia, la zona del piedemonte alpino véneto, y las puertas de alerce retroceden para hacer resaltar el espesor de los muros.
Evocando los típicos taponamientos con tablas de madera, que se siguen viendo aún en los graneros en los patios rurales padanos, se diseñaron los cerramientos con largueros y traveseros de madera en el arco oeste y en la fachada sur. De esta forma se mantiene el vínculo con los materiales autóctonos y tradicionales, modernizando el diseño o la aplicación.
Simultáneamente se restaura el terreno que se encuentra delante, plantando un jardín, en estrecha relación con la nueva fachada. Y al igual que el arco se convierte en el nuevo zaguán, la magnolia que ya estaba allí se convierte en el eje del jardín. Ambos elementos verticales, uno frente a otro, se relacionan y están conectados por un sendero a base de piedras.
Eliminando el revoque de la fachada principal se han sacado a la luz los ladrillos y los cantos rodados que constituyen los muros portantes de la construcción, mientras que los forjados interiores se demolieron por completo para volver a construirlos de acuerdo con el nuevo proyecto de los espacios.
Más allá del umbral de la gran cristalera del arco, se accede a un salón a toda altura sobre el que dan directamente o mediante pequeñas ventanas internas, las habitaciones de las plantas de arriba. En el proyecto del Studio Wok la planta baja está dedicada a la zona de día, con comedor, cocina y una biblioteca con una pequeña chimenea. Las dos plantas de arriba, de acuerdo con lo habitual, contienen los dormitorios, tres más dos baños. El vacío central, corazón de la vivienda, está completamente revestido con contrachapado de abedul, como si quisiera dar la impresión, dicen los proyectistas, de ser “un volumen de madera colgado del techo”. Esto aclara el vaciado que se ha llevado a cabo en los espacios interiores, y el cambio de disposición volumétrica.
La madera se ha aplicado como acabado en todas las habitaciones de la casa. Antiguamente era el material más tosco e identificaba los espacios más humildes de la casa, los establos, el granero y los almacenes de utensilios y cocheras, ahora sin embargo ennoblece los ambientes. En este proyecto la madera contrachapada mantiene el concepto de ambiente doméstico, sin procurar a toda costa copiar el pasado y replicar un modo de vida que ya ha dejado de ser el nuestro.

Mara Corradi

Architects: Studio Wok
Client: Private
Collaborators: Federica Torri
Completion of work: 2018
General contractor: PFM contract, Verona
Windows and tailor-made furniture: GF Arredamenti, Ardenno (SO)
Location: Chievo, Verona, Italy
Structural engineering, sustainability consultant: Studio Tecnico associato Breoni
Agronomy consultant: Simone Bellamoli
Photos: © Simone Bossi (1-28)

www.studiowok.com

---

GALLERY