06-11-2020

Raúl Sánchez: The Magic Box Apartment en Barcelona

Raúl Sánchez,

José Hevia,

Barcelona, España,

Apartamento,

Raúl Sánchez se ocupa de restaurar una casa en la planta baja de un edificio en el centro de Viladecans, en Barcelona, a partir de un muro de carga que divide el espacio en dos crujías. Se incluye un armario dorado, The Magic Box, que es el umbral y el escenario ideal de juego para las dos niñas de la familia.



Raúl Sánchez: The Magic Box Apartment en Barcelona

Entre los aspectos más importantes del interior de una vivienda, el arquitecto español Raúl Sánchez destaca la circulación por los espacios. Este tema es el eje del proyecto que ha denominado The Magic Box Apartment, donde se ha ocupado de reformar un piso en la planta baja de un edificio en el centro de Viladecans, un pueblo industrial situado en el cinturón de Barcelona. En realidad, los itinerarios ya habían sido esenciales en otra reforma en el Raval, en pleno centro de la capital catalana, el Duplex Tibbaut, del que recientemente nos hemos ocupado. En aquel caso las dos plantas del dúplex tenían un marcado desarrollo longitudinal, lo que requirió que el proyectista introdujera una caja estructural que contenía algunos servicios principales de la casa, como por ejemplo las escaleras, creando alrededor de dicha caja una circulación que contribuía a aprovechar mejor el espacio a disposición, que en el trazado original era escaso.
En el caso de la vivienda en Viladecans, el punto de partida de la obra es la pared estructural original que divide el piso desde el portal y desde la escalera de acceso a la planta de arriba donde se encuentra otra vivienda. Las necesidades funcionales de una familia con dos hijas impusieron una reorganización completa de la planta baja, y el muro central permanece inalterado como si fuera la espina dorsal de la casa, mientras que todas las demás paredes interiores que no eran de carga se derribaron, construyendo particiones nuevas.
El eje del muro de carga divide el piso en dos de forma asimétrica. Una parte, la que da a la esquina de la calle, es más amplia y tiene muchas ventanas. La otra da hacia el interior y es más reservada, contando solo con la abertura al patio trasero. Trastocando el concepto habitual que suele reservar mayor intimidad para los dormitorios y una relación más directa con el espacio urbano al salón, el proyecto coloca los dormitorios en la parte más amplia y relega al interior la zona de cocina y comedor. El espacio para el día es una sala única que da al jardín trasero. Por el contrario, la otra crujía está dividida en varias habitaciones que se comunican entre sí, una para cada miembro de la familia. La circulación por lo tanto destaca como elemento principal del proyecto: cada habitación tiene dos accesos, ya que a cada una de ellas se puede entrar tanto por su puerta desde el pasillo que flanquea la pared central, como pasando de una habitación a otra. La última habitación, la que queda más alejada de la entrada y por lo tanto la que disfruta de mayor intimidad, da y accede también directamente al patio trasero: el arquitecto ubica en ella el dormitorio de matrimonio, que mantiene la relación con el jardín, y al mismo tiempo con la cocina, que a su vez accede al exuberante patio por una gran puertaventana.
En la pared central el proyecto abre un gran arco que amplía la zona de estar dándole perspectiva hacia la calle. Esta segunda zona de estar se usa como salón más reservado y como filtro entre el dormitorio de matrimonio y los dormitorios de las hijas. Estos últimos no se pueden definir habitaciones separadas ya que el proyectista introduce un elemento de decoración compartido entre ambas que actúa de umbral pero que también se convierte en protagonista del espacio. Las habitaciones se nutren de la relación recíproca que se instaura gracias a lo que Raúl Sánchez define la “caja mágica”. Un volumen monolítico dorado y brillante cuya función consiste en dar cabida a los armarios, pero cuya imagen es la de un precioso cofre y portal entre dos mundos que da alas a la fantasía de las niñas. Con una altura de solo 210 cm, mientras los techos son de 350 cm, la caja mágica no cierra los espacios por completo, por lo que deja la posibilidad a las hermanas de comunicarse de varias formas.
Además de los temas de la circulación, de las personas y las palabras, también es central en este trabajo la circulación de las miradas. Nichos que dan a dos espacios o altas ventanas en el hueco de la escalera crean nuevos accesos para la luz, y desde el instante en que se entra anuncian que el piso posee un nuevo lenguaje. Muchos de los matices se logran con los materiales y con la paleta de colores: el parqué en todas las habitaciones cuyas tablas cambian de dirección al pasar del otro lado de la pared central. Para marcar el cambio de tipo de ambiente, en las áreas de servicio (baños y antecámaras) se utiliza el microcemento blanco. Los dinteles y jambas están revestidos de acero inoxidable con efecto de espejo para marcar el paso entre espacios que a pesar de ser comunicantes, cambian de función (de la entrada a la cocina-comedor, de la cocina-comedor al salón). Para terminar, se llevaron a cabo intervenciones concretas en color que subrayan sutilmente la transición entre los espacios o evocan configuraciones anteriores, ayudando a interpretar el espacio y a valorizarlo tal y como es en la actualidad.

Mara Corradi

Architects: Raúl Sánchez Architects www.raulsanchezarchitects.com
Location: Viladecans, Barcelona, Spain
Engineering: Marés ingenieros
Structure consultant: Diagonal Arquitectura
Architecture: Albert Montilla, Valentina Barberio
Project: 2018
Construction: October 2019-April 2020
Client: Private
Buitl area: 110 sqm
Budget <115.000€
Construction Company: Ubicaciones y Espacios
Photography: © José Hevia


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