08-05-2013

Pottgiesser: maison L, núcleos residenciales en la vegetación

Christian Pottgiesser Architecturespossibles,

© George DUPIN,

París,

Ville, Apartamento, Housing,

Cemento,

El arquitecto francés Christian Pottgiesser experimenta una nueva tipología residencial para una familia que vive en la campiña parisina con el fin de integrar arquitectura y vegetación. Gracias a la forma y a la composición del proyecto, el cemento se introduce en el gran jardín como una obra de arte contemporánea.



Pottgiesser: maison L, núcleos residenciales en la vegetación
Edificada como ampliación de un invernadero del siglo XVIII, en la campiña próxima a París, la Maison L, proyectada por el arquitecto francés Christian Pottgiesser, es un experimento sobre las potencialidades residenciales actuales, que estudia la ubicación de la obra dentro de una zona verde. Los materiales son los protagonistas de las elecciones relativas a la construcción y son, al tiempo, elecciones poéticas. El cemento genera un interesante contraste con el proyecto del paisaje.
Uno no puede dejar de asombrarse con las soluciones ideadas por Pottgiesser para hacer que lo construido surja de la naturaleza. La arquitectura crea su espacio surgiendo de la vegetación exactamente como haría un organismo vegetal cuya semilla hubiera sido echada al cemento. Hasta el punto de que lo artificial y lo natural se funden como si fueran, el uno para el otro, nutrición. Para dejar intacta la naturaleza y respetar el entorno, la arquitectura de Pottgiesser da un vuelco a la metáfora y trata el complejo arquitectónico formado por torres como un organismo vegetal que se abre camino sobre un manto verde totalizador.

El tema de la ramificación es, en efecto, central en el desarrollo del concepto de arquitectura residencial experimentado en este caso. El cliente pedía una vivienda para una familia numerosa con hijos, en la que cada uno pudiera disfrutar de una cierta independencia respecto a los demás. Partiendo de la idea de una raíz común, es decir, espacios para compartir y convivir, semipúblicos, el proyecto añade los lugares privados. La invención del arquitecto está en verlos como torres que se alzan hacia arriba, como las ramas de un árbol.
La relación con el edificio histórico del siglo XVIII se resuelve con una planta baja parcialmente apoyada en la colina y parcialmente revestida de piedras colocadas en seco, que casi se esconde totalmente y esquiva la comparación con lo preexistente, para asumir el aspecto de un terraplén natural. Su misma cubierta es verde, con numerosos arbustos, plantas cultivadas y flores. Sobre esta colina recreada por el hombre se alzan cinco espacios de cemento, con acristalamientos y ventanajes de madera, cinco estilizadas representaciones de la torre medieval.


En efecto, toda esta invención formal tiene sus raíces en el imaginario histórico medieval del castillo torreado y de la ciudad fortificada. Pensemos en Lucca, ciudad italiana rodeada de grandiosas murallas que pueden recorrerse a pie y recubiertas de vegetación y en las 130 torres, erigidas por las casas nobiliarias como símbolos de prestigio y poder. Como un señor de la era contemporánea, cada componente de la familia de la Maison L puede vivir la vida pública en los espacios compartidos, en la planta baja, para después retirarse a su torre y contemplar los alrededores y el paisaje desde lo alto. La planta baja, con la cocina y los espacios de relax para la familia, ejerce la función de una plaza cubierta (la planta presenta un ambiente único que se articula en torno a las torres, como el tejido urbano en torno a los edificios). La “plaza” común da al jardín y, gracias a las puertas acristaladas, se convierte en su continuación natural, ampliando las posibilidades de compartir. No sabemos si Pottgiesser estaba pensando realmente en el modelo de Lucca cuando diseñó la Maison L, pero ciertamente es sorprendente que la torre dedicada a los padres culmine con una terraza con árboles, justamente como la torre más famosa de Lucca, hoy símbolo de ciudad, la Torre dei Guinigi, en cuya cima hay un jardín con dos encinas seculares.

Mara Corradi

Proyecto: Christian Pottgiesser Architecturespossibles
Jefes de proyecto: Christian Pottgiesser, Pascale Thomas Pottgiesser
Cliente: privado
Lugar: Yvelines (Francia)
Proyecto de estructuras: Joël Betito
Proyecto paisajístico: Bruns Pflanzen
Proyecto iluminotécnico: CPAP design
Empresa constructora: Les Constructeurs de Suresnes
Inicio del proyecto: 2004
Finalización de las obras: 2011
Cerramientos de madera
Estructura de cemento blanco pulido con trazas de las tablas de madera de los encofrados
Pavimento de cemento blanco pulido
Muebles: Edra, On The Rocks sofá Edra, Cipria sofá
Muebles de baño: Villeroy & Boch, Subway
Fotografías: © George DUPIN

www.pottgiesser.fr


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