Gianni Arnaudo Arquitecto Bodega L'Astemia Pentita Barolo

“La primera bodega POP del mundo”, así ha definido el arquitecto Gianni Arnaudo el proyecto elaborado para una empresaria del sector vinícola y realizado en las colinas de la Langa del Barolo, zona típica de producción de algunos de los mejores y más conocidos vinos italianos. Un proyecto que recientemente fue seleccionado para ser incluido en la segunda edición del volumen “Los 100 proyectos italianos”, del editor Riccardo Dell’Anna, que fue presentado en un evento que tuvo lugar el 31 de mayo de 2018 en el Salón de Honor de la Accademia Nazionale di San Luca, en Roma y que reúne 100 proyectos representativos de la contemporaneidad. Proyectos realizados con respeto al medio ambiente, entendido como el planeta Tierra, que son expresión del entorno en el que se hallan y, al mismo tiempo, que son portadores de cambio.

Entre las largas hileras de vides que caracterizan el paisaje de la colina de Cannubi, en el corazón de las tierras del Barolo, la bodega “L'Astemia Pentita” aparece como dos cajas superpuestas. Un edificio que no pasa desapercibido y llama la atención del observador. Resulta inevitable preguntarse si uno se encuentra ante una construcción o una obra de arte POP como parece sugerir el nombre de la bodega, inusual para una zona de producción de algunos de los vinos italianos más conocidos y famosos del mundo. Lo que se ve en el exterior es solo la punta de un iceberg. En efecto, los volúmenes exteriores ocupan una superficie de aproximadamente 200 m2, mientras que los locales donde tiene lugar todo el proceso de producción ocupan aproximadamente 4.000 m2. Todas las fases de producción del vino se desarrollan en espacios de las plantas subterráneas, dentro de la colina a los que se accede a través de un túnel de entrada desde la vecina via Alba. La parte visible en el exterior es la destinada al contacto con el público y a la cata de la producción.

La inspiración para los volúmenes tiene su origen en los contenedores que tradicionalmente se usan para comercializar botellas de vino (individualmente o en grupos) y que llegan a cualquier parte del mundo. El arquitecto ha reproducido a gran escala cada detalle del embalaje: desde el nombre de la bodega al año, pasando por los tradicionales iconos usados para indicar el lado de apertura, las flechas negras o la recomendación de manipular con cuidado la caja por la fragilidad del contenido, las copas. La elección del arquitecto Arnaudo no es casual, sino meditada y sostenida por consideraciones concretas, como él mismo ha explicado hablado de la idea que hay detrás del proyecto: “[...] concebir la construcción como dos cajas superpuestas [...] responde a un fragmento del lenguaje del mundo del vino. En concreto, se refiere a la parte final de la comercialización, es decir, el packaging, que, en los años que estamos viviendo, asume una importancia fundamental: el contenedor pasa a ser más significativo que el contenido. El diseño evidencia las contradicciones de un sistema de producción en el que a veces el marketing y la etiqueta prevalecen sobre el vino (incluso si es mítico, como en el caso del Barolo)”.

Hay una crítica a un cierto tipo de marketing y una reivindicación ética que el arquitecto explica que realizó “con una operación de “zoom” sobre el objeto, para ironizar, con el instrumento de la "macroscopización" de las formas a menudo utilizadas para aparecer respecto al contenido del ser. Es un proyecto que defino de CONTRAARQUITECTURA, del mismo modo que muchos de mis proyectos son CONTRADISEÑO.” El proyecto debe mirarse como una operación que tiene sus raíces en el ADN profesional del arquitecto y que es connatural al lenguaje arquitectónico que caracteriza sus obras.

(Agnese Bifulco)

Proyecto: Gianni Arnaudo Architetto
Lugar: Barolo (CN) – Italia
Fotografías: Dario Fusaro

www.gianniarnaudo.com

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