19-12-2018

Entrevista a R2K, Olavi Koponen y Véronique Klimine

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Con Olavi Koponen y Véronique Klimine de R2K reflexionamos sobre cómo se debe proyectar hoy en día para crear una obra de arquitectura duradera. La importancia de comprender perfectamente el clima del lugar y el deseo de compartir la información desde el principio con los interlocutores implicados, son las armas fundamentales de R2K



Entrevista a R2K, Olavi Koponen y Véronique Klimine
Olavi Koponen a menudo sostiene que para proyectar hoy en día es necesario empezar por el clima, según es ahora y como será dentro de 50 años. ¿Qué significa en la práctica? Por ejemplo, ¿cómo influye en vuestro trabajo conocer los recursos disponibles en un sitio?

Koponen: A lo largo de su historia nuestro estudio siempre ha considerado la proyectación desde el punto de vista de los problemas medioambientales, y hemos concentrado nuestra atención en las construcciones de madera. Y esto para nuestro trabajo ha significado más o menos seguir ciertas reglas y normas. Ahora creo que deberíamos, o mejor, yo debería cambiar mi ideal de arquitectura, quiero decir, qué es lo que significa en nuestro trabajo hacer arquitectura duradera. Y en este sentido estoy seguro de que entender el clima del lugar en el que la obra surge es fundamental, es el punto de partida. Las soluciones deben basarse en el conocimiento concreto para que podamos crear un conjunto armonioso y bello para la gente de ese lugar.

Hablando de espacios sanos, de ambientes benéficos, ¿qué decisiones concretas realizáis de forma sistemática en vuestros proyectos?

Klimine: Efectivamente es necesario poner los conocimientos en común, es un trabajo de equipo, sin una valoración de las experiencias es difícil analizar si los cálculos hechos en papel durante el proceso de elaboración son realistas también a posteriori en el edificio habitado. Por eso en 15 años hemos revolucionado de forma significativa nuestra elección de las instalaciones, la calefacción, la calidad de los revestimientos, los aislamientos térmicos. Un edificio es un organismo vivo por lo que son necesarios años para reunir todos los datos y examinar su reacción al uso, a las condiciones climáticas, al mantenimiento y al ambiente.
Koponen: En Finlandia tenemos problemas tremendos en la construcción en lo referente a la salud de los ocupantes. En realidad gran cantidad de escuelas, oficinas y viviendas han tenido que ser simplemente cerradas por los responsables de salud ambiental. Muchos de estos edificios incluso eran nuevos. A lo largo de la historia hemos construido nuestras casas como si fueran refugios y ahora los edificios se han transformado en un enorme riesgo para la población, ¡es paradójico respecto a nuestro objetivo original! Quizás algunos de los problemas se derivan de nuestro uso real y sobre todo de los sistemas de mantenimiento. De hecho, el ser humano forma parte de un sistema ecológico más amplio y la disociación del ser humano de su ambiente no es una solución aceptable. Y esto se aplica también a bacterias y microbios. Son parte de nuestro ambiente y parte de nosotros. Podemos estar sanos únicamente en un ecosistema que presente la suficiente diversidad. 

¿Cuánto es importante proyectar de forma interdisciplinar? ¿En qué modo influye en vuestro estudio y en vuestro trabajo el poder contar con competencias variadas y el poder compartir los conocimientos? ¿Cuánto pensáis que influirá en el futuro?

Klimine: Encontrar el equipo de ingenieros perfectos es lo más eficaz. Para las construcciones de madera hemos contado con colaboradores de confianza desde el principio: Arborescence, Jaques Anglade o Gaujard Technologies. La elección de ingenieros técnicos y medioambientales es compleja y representa un desafío. La competencia depende de las personas, no solo de la estructura. 
Koponen: El proceso de proyectación es distinto en Francia. Aquí trabajamos en equipo con los ingenieros especializados desde el principio del proyecto y somos responsables del presupuesto durante todo el proceso hasta que el edificio está finalizado. Por otro lado, contamos con todos los conocimientos prácticos desde el principio, pero el sistema es bastante trabajoso y nos exige una capacidad de organización muy precisa.

¿Hasta qué punto es posible hoy en día comprobar la satisfacción de los usuarios de una obra arquitectónica, de un ambiente privado o de un espacio público y hasta qué punto este dato es importante para vosotros, desde el punto de vista de persecución del bienestar y mejora de los ambientes de vida para el futuro?

Klimine:
Necesitamos más valoraciones para poder reaccionar en el proyecto siguiente. En un edificio público se tienen distintos tipos de usuarios en su interior, por parte de la institución que paga y por parte de los usuarios que lo utilizan. Un edificio por lo tanto puede tener "modos de empleo" diferentes, y el vínculo entre cliente y usuario podría no ser tan directo.
Koponen:
Los usuarios finales o sus representantes están plenamente implicados en el proceso de planificación. Nuestro principal objetivo es que el usuario sea feliz. A veces esto exige una postura crítica ante las peticiones de los clientes porque los usuarios cambian y los edificios deben servir a todos. Solicitamos y recibimos valoraciones de los usuarios y también obtenemos algunas estadísticas sobre las prestaciones reales.

¿Se puede pensar en un tipo de arquitectura que anule su presencia? Es decir, ¿que su contribución energética sea igual o mayor de la energía que exige? ¿Que la utilización del suelo se anule prácticamente? ¿Que se compensen los costes medioambientales? Y si no existe… ¿creéis que podrá existir en el futuro?

Klimine:
Cuando veo la estructura urbana en Francia creo que el trabajo más difícil será restablecer el equilibrio en la ocupación del territorio, volviendo a formular los alicientes de lo que ya se ha construido sin sentido ni calidad. En realidad encontrar nuevos componentes para el futuro parece una gota de agua frente a nuestra responsabilidad en mejorar los espacios donde las personas ya están viviendo.
Koponen: Si pensamos solo en el consumo energético, edificios que producen más energía de la que consumen ya se han realizado. Si pensamos desde un enfoque más amplio, en el impacto medioambiental total que tienen las construcciones, la pregunta es mucho más compleja: cómo aportar valor desde el punto de vista humano y social al lugar que ocupamos, cómo restablecer el sistema ecológico que estamos trastornando continuamente, como eliminar el empleo de nuevos recursos materiales y cómo recuperar el tiempo que hemos utilizado para el proyecto. Quizás en cierto sentido, en parte ya se ha conseguido, y experimentando y con la actitud adecuada, podría ser aún más factible.

Mara Corradi

http://www.r2k-architecte.com/

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