19-07-2019

El Árbol Blanco de Sou Fujimoto, Nicolas Laisné y Oxo Architects ha echado raíces en Montpellier

Oxo Architects, Nicolas Laisné, Sou Fujimoto,

Cyrille Weiner, Jerome Bonnet, David Vintiner,

Montpellier, Francia,

Residencias, Centros Comerciales,

Tras seis años de proyecto y obras se inauguró el Árbol Blanco de Montpellier con la presencia del grupo de arquitectos que en 2013 se adjudicó el concurso dedicado. Con un proyecto muy cuidado y extremadamente innovador en cuanto a formas y técnicas, Sou Fujimoto, Nicolas Laisné y Manal Rachdi ostentan la paternidad de la nueva y más importante obra de arquitectura contemporánea de Occitania.



El Árbol Blanco de Sou Fujimoto, Nicolas Laisné y Oxo Architects ha echado raíces en Montpellier

En 2013 el ayuntamiento de Montpellier lanzo la competición "Folie Richter" cuyo objetivo consistía en identificar el mejor proyecto para realizar una gran torre que enriqueciera el panorama arquitectónico de la ciudad. En las bases de concurso emergía claramente el deseo de llevar a cabo un proyecto audaz, capaz de conjugar viviendas y espacios comerciales y ver manos a la obra un equipo de trabajo compuesto por jóvenes arquitectos que colaboraran con una figura más experta y acreditada.
Reunían estas condiciones los jóvenes Manal Rachdi y Nicolas Laisné, ambos con estudios propios ya en marcha, y captaron el interés de Sou Fujimoto, famoso arquitecto afincado en Tokio. Para dar forma al Árbol Blanco los arquitectos de hecho fueron a Tokio cinco días, donde retirándose del mundanal ruido, idearon la torre, su espíritu y su identidad. A continuación pasaron todo el verano trabajando en sinergia con el estudio japonés de Fujimoto.
«De esta fase excepcional y tan poco habitual salimos con un concept muy fuerte que contenía todas las intenciones fundamentales del proyecto» – explica Manal Rachdi. Continúa Nicolas Laisné: «Supuso un esfuerzo hercúleo. El concept estaba tan bien ideado que una vez construido el Árbol Blanco no resultaba distante de las primeras maquetas, tanto en la forma como – sobre todo – por los grandes espacios al aire libre, una idea sobre la que inmediatamente nos pusimos de acuerdo, después de haberle contado a Sou cómo vive la gente de Montpellier».
A la pregunta: «¿por qué queríais precisamente a Sou Fujimoto?», Laisné y Rachdi contestan: «Los tres nos inspiramos en la naturaleza, pero la expresamos de formas completamente distintas. En este proyecto, una base ideológica común y tres sensibilidades diferentes lograrían el mejor resultado posible, enriqueciéndose mutuamente. Soy un defensor convencido del diálogo intercultural, que solo puede añadir valor a esta candidatura».
A toro pasado, podemos decir que ha sido exactamente así.
Lo que de verdad marcó la diferencia en la superioridad del Árbol Blanco sobre los demás proyectos fue su diseño. Los tres estudios de arquitectura partían de la idea del árbol, la forma sinuosa y orgánica por excelencia. En este caso los balcones, como ramas que se extienden desde el tronco, protegen la fachada con sus sombras irregulares.
La potencia poética del proyecto se propaga también al enfoque técnico y energético. La ventilación por ejemplo, enormemente importante en esta ciudad mediterránea, está relacionada de modo intrínseco con la forma del edificio y sus voladizos. Los balcones más pequeños tienen una superficie de 7 m2, mientras que el más grande, con un voladizo de 7,5 m, mide 35 m2. Este tamaño tan extremo no solo constituye un récord mundial, sino que contribuye a la circulación del aire, al romper el viento y crear zonas de sombra frescas. A la vez, los balcones con su extensión hacia fuera, como si fuera hojas que se estiran hacia la luz, junto con los tamaños generosos, constituyen una invitación declarada a vivir al aire libre. Una cuestión que no se debe subestimar en una ciudad cuyas horas de sol son el 80%. Y la vista, sobre todo desde la decimoséptima planta, no debe estar nada mal.
Para los proyectistas el fulcro del proyecto fue la dimensión humana. Las zonas públicas y comerciales se distribuyeron tanto en la base de la torre (con grandes cristaleras que abren de par en par la vista al barrio) como en las últimas plantas, donde los residentes, los clientes y cualquier ciudadano, pueden disfrutar del panorama de la ciudad. Además los tipos de actividades abiertas en los dos extremos de la torre dejan clara la intención pública de este edificio con la presencia de galerías de arte, bares y un jardín panorámico en la azotea. Todos estos espacios, al encontrarse junto al parque del río Lez, les están pidiendo a los ciudadanos que se conviertan en parte activa del desarrollo urbano. Y lo pueden hacer adueñándose de la construcción para hacer que sea una cosa viva.
Los propios arquitectos son conscientes que solo de esta forma el Árbol Blanco podrá pasar a la historia, convirtiéndose en una referencia arquitectónica, que sea aprovechado por la población como algo compartido que les pertenece. De hecho para Sou Fujimoto, Nicolas Laisné y Oxo Architects solo viviéndolas las obras de arquitectura se convierten en algo vivo y memorable, una atracción para los turistas y un objeto de orgullo para la colectividad de Montpellier.

Francesco Cibati

Program: Residential (113 homes), art gallery, restaurant and panoramic bar. 17 storeys, 3 parking levels
Architects: Sou Fujimoto Architects, Nicolas Laisné, Dimitri Roussel, OXO Architectes, Marie-Laure Coste-Grange (project management)
Clients: Opalia, Promeo Patrimoine, Evolis Promotion et Crédit Agricole Immobilier Languedoc-Roussillon GSA Réalisation (Delegated contractor)
Construction works management: CAP Conseil, icK
Landscape designer: Now Here Studio
Engineering: André Verdier (Structure), ARGETEC (Fluids), Franck Boutté Consultants (Environmental), VPEAS (Cost management), Relief GE (Surveying, Roads and services), Les Eclaireurs (Lighting), SOCOTEC (Inspection), Efectis (Fire performance)
Subcontractors: Fondeville (Carcass), Languedoc Etanchéité, SPCM (Steel structure), CIPRES (Façades), ENGIE (Electricity), Midi-Thermique (HVAC)
Adress: Place Christophe Collomb, 34000 Montpellier, France
Surface: 10,225 m2
Budget: €20.5m before tax
Photo credits: Cyrille Weiner, David Vintiner, Jerome Bonnet, courtesy of the architects


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