17-11-2020

ONSTAGE: ENTREVISTA CON JING LIU, SO-IL

SO–IL,

Hadley Fruits, Iwan Baan, Fredrik Brauer,

Arquitectura y Cultura, Instalación, Edificios Públicos,

Interview,

“Los griegos tenían dos palabras distintas que significaban respectivamente vida y existencia. La vida consiste en moverse por el mundo, estar en el mundo y existir en el mundo. La existencia es la forma que asume la vida dadas las condiciones externas, políticas, tradicionales y culturales, etc. No me interesa en absoluto la vida, me interesa la existencia... Como diseñador, como arquitecto y como intelectual este es mi trabajo: pensar en qué puede ser la existencia, que será o qué ha sido"Ettore Sottsass



<strong>ONSTAGE: ENTREVISTA CON JING LIU, SO-IL</strong>
"El mundo en el que vivimos es un depósito de conocimientos del que sacamos inspiración.”,—Jing Liu and Florian Idenburg, SO-IL

SO-IL, la pareja de arquitectos de la que hablé profusamente en el artículo anterior, representa una de las firmas más interesantes y originales de la generación joven en el sector. No les gusta, como algunos han subrayado, que les cataloguen en ninguna categoría ni sentirse confinados en una posición concreta: los antecedentes multiculturales que han plasmado sus personalidades rehúyen cualquier clasificación típica estereotipada. Acostumbrados a la constante evolución, siempre han sabido aprovechar lo mejor de cada situación por la que han pasado. Y tal vez porque conocen bien estas experiencias transitorias difíciles, eligieron para una instalación suya titulada Transhistoria un barrio de Nueva York de lo más particular, Jackson Heights, en Queens. Allí se hablan más de 170 idiomas y la gente lo vive como momento de transición. En esta zona, que está entre las más densamente pobladas y más variadas culturalmente de toda la ciudad, las historias que se suceden son muchas y hablan de migración, búsqueda de una casa tras perderla, o simplemente de un alojamiento temporal. Poetas, escritores, rappers y hasta un capellán, todos ellos con una relación con la zona, prestaron a lo largo de una semana su voz a varias narraciones individuales en rincones privados y públicos. En una habitación de un piso, en el recoveco de un teatro, en un punto apartado de una iglesia, en un patio o en un banco. El objetivo era crear entre los asistentes y el espacio un auténtico contacto emocional mediante relatos de raíces que han de adaptar a terrenos impracticables a la espera de encontrar una morada más segura. 
 
El contexto tiene para ambos un valor inestimable y se implican con pasión en explorar toda la riqueza que sus múltiples contenidos pueden ofrecer. “Creemos que la belleza puede despuntar cuando las culturas colisionan”, afirman, y a partir de esta inquebrantable convicción se desarrollan sus propuestas, mediante la contaminación entre numerosas contribuciones y disciplinas. Solo a través de voces distintas se puede imaginar un mundo más abierto, progresista e incluyente. Una arquitectura que vive en la sociedad y le habla a la gente debe provocar experiencias complejas, debe ser vivida de forma distinta por gente con antecedentes culturales variados. Su taller está instalado en Nueva York pero les gusta especificar la situación precisa, Brooklyn, para subrayar la esencia de un carácter especial que impregna esta parte de la ciudad y que no se puede encontrar en otros distritos.



Los acontecimientos que les llevarán a fundar SO-IL se despliegan a través de dos caminos muy distantes, que sin embargo les presentaran varias ocasiones para encontrarse y reunirse. Jing Liu, original de China, creció entre japón y Reino Unido, y termina por licenciarse en la Tulane School of Architecture de Nueva Orleans. Florian Idenburg, de origen holandés, con las ideas muy claras, decide de inmediato hacer prácticas en el estudio SANAA, donde permanecerá más de ocho años. Jing, tras numerosas incertidumbres sobre qué carrera seguir, amante de los idiomas, una auténtica poliglota con fuerte inclinación por la escritura, se encuentra allí también en prácticas. Una vez terminadas, se traslada a Nueva York, donde va a trabajar con Kohn Pedersen Fox. Florian tiene encargos de responsabilidad que incluyen supervisar la ejecución de obras importantes como el New Museum of Contemporary Art, motivo por el cual va a menudo a Nueva York, donde se reencuentra con Jing y donde deciden permanecer. Cuesta trabajo imaginarlos separados ya que es una pareja que se complementa a la perfección, aun teniendo caracteres muy diferentes y marcados.

En 2008 deciden abrir su propio estudio, proyecto que no se revela fácil a causa del periodo de recesión, pero como explica Florian, "la vulnerabilidad del estudio causaba cierta preocupación”, pero la situación representa un momento de reflexión que permite considerar su narrativa propia, aceptando proyectos más pequeños que afrontan una amplia variedad de problemas sociales. La experiencia desde esta fase inicial va evolucionando hasta encontrar su identidad. Como sugiere el nombre que eligieron para ser reconocidos, SO-IL, ‘Solid Objectives- Idenburg Liu’, alusión metafórica a las ideas que animan sus aspiraciones y que deben materializarse, nace una arquitectura caracterizada por una interpretación subjetiva de temas universales, expresada con un lenguaje extremadamente original y muy experimental.

En 2010, al adjudicarse el concurso Young Architects Program para el MoMa P.S.1 Contemporary Art Center, en el barrio de Queens, con la instalación in situ Pole Dance, ven gratificado su duro y tenaz esfuerzo al conseguir un reconocimiento internacional. La perfección metafórica del equilibrio inestable con la ayuda del apoyo interactivo del público en alusión a la situación precaria de crisis económica que la sociedad vivía en aquellos años, suscita este comentario de parte de Bergdoll hacia los autores: "creo que el proyecto sea un poco como su personalidad. Parecen modestos y muy directos. Hace falta tiempo para darse cuenta de que poseen esta corriente subterránea ligeramente subversiva”. Las instalaciones se convertirán en una cita recurrente: un género que se revela perfecto para plasmar su ideal de arquitectura abierta y muy participativa, capaz de generar concienciación, provocando un gran número de dudas y encontrando otras tantas respuestas. Una habilidad artística fuera de lo común, expresada mediante las colaboraciones más variadas de arte, danza, música y literatura, que utiliza un alfabeto estético exquisitamente culto, pero también extraordinariamente fantasioso. Su enfoque dinámico, intenso e inesperado genera una fuerte empatía que arrastra a la gente a un vórtice de divertida interactividad.


Características que en parte encontramos en sus obras arquitectónicas, concebidas con inmensa generosidad, aunque sin perder de vista la justa racionalidad y el deseo de alcanzar resultados muy apreciables incluso usando medios de lo más modestos. Todos los proyectos tienen un deseo común: poder ofrecer espacios agradables que sean amados por sus usuarios. Un trabajo especialmente interesante en tal sentido acaba de completarse en la ciudad de León en México, donde por culpa de los altos precios del centro urbano este se está despoblando en favor de extensiones monótonas de unidades residenciales todas iguales de una o dos plantas en zonas periféricas remotas que suelen carecer de infraestructuras y servicios públicos. Las Americas, una comunidad vertical de seis plantas con 60 viviendas, se presenta como alternativa al desarrollo incontrolado de una banal urbanización suburbana. Ambiciona a establecerse como un prototipo que pueda generar futuras soluciones verticales que limiten la pérdida de densidad crítica en una ciudad que cada vez está más desolada. El complejo, si bien aprovecha al máximo el terreno disponible para asegurar un ahorro que es un requisito imprescindible, incluye dos amplios patios interiores y distribuye las viviendas evitando colocarlas una frente a otra, garantizando así que todas puedan disfrutar de la vista del patio y del barrio. Una forma estratégica para evocar y ofrecer la tradicional sensación de intimidad a una población que demuestra preferir las residencias unifamiliares independientes a la tipología vertical. Al pensar en la distribución de las viviendas se tuvo en cuenta la importancia de la presencia y el apoyo multigeneracional. 

Lo que podía ser un elemento disuasorio, el limitado presupuesto a respetar, logra encontrar una expresión formal sencilla pero bastante atractiva. Se estudia en colaboración con los fabricantes locales un bloque especial de hormigón, barato y fácil de instalar, y el resultado final, alternando estos módulos de hormigón le confiere a la fachada una porosidad importante y una fluidez llena de ritmo, con un aspecto de lo más sugestivo. Hay varios proyectos de hace unos años en los que se afrontó el problema de las micro-viviendas, buscando respuestas que se adaptaran a los intereses colectivos, yendo más allá de la uniformidad repetitiva que se suele asociar con los precios accesibles: tiNY, un deseable y económicamente accesible modelo de sostenibilidad para la calle 27 en Manhattan, Nueva York, y por mencionar otro, Jay Street, para el cliente Tankhouse, en Brooklyn, que condensa la exploración de nuevas formas de vivir eficientes en la ciudad, en espacios que presenten cualidades atractivas que no sean el tamaño.

Tras el volumen ‘Solid Objectives: Order, Edge, Aura’, una especie de manifiesto dedicado a los principios que nutren la arquitectura de SO-IL, recientemente se ha publicado su primera monografía ‘SO-IL- Unfinished Business’, de la editorial A+U, un compendio de sus obras realizadas y sus anteproyectos, ilustrado con fotografías principalmente de Ivan Baan. El título alude al significado que ellos atribuyen a la arquitectura: una presencia que puede evolucionar en el tiempo, inacabada, ocasión de encuentro, participacióne intercambio, cargada de nuevas implicaciones futuras. 

1—Trabajar en pareja, quiero decir como marido y mujer, puede ser muy gratificante, pero también muy difícil. ¿Cómo podríais describir vuestra relación en términos profesionales?

Como bien dices, trabajar en pareja, en nuestro caso hombre y mujer, puede representar un reto como en muchas relaciones en las que la forma de ver e interactuar con el mundo de dos o más personas y la forma en que el mundo las percibe son muy diferentes. Florian y yo tenemos una amplia gama de contextos en los que cada uno nos inspiramos, y compartimos la curiosidad y el deseo de aceptar desafíos y ser cambiados por los demás. Creo que se deba a ello si hasta ahora la cosa ha funcionado, por supuesto sin librarnos de negociar a diario, y ocasionalmente con angustias y frustraciones. Sin embargo, la negociación produce también un tipo de arquitectura que es mucho más abierta, tanto en lo referente al resultado final como a su concepción. Nos permite explorar enfoques formales no predeterminados y un lenguaje estético con más matices.

2—Habéis realizado obras que han provocado gran participación e interacción con el público: el aspecto formal yo diría que es siempre pujante y por lo general edulcora con alegorías llenas de fantasía mensajes inquietantes. ¿Creéis que el público, a parte de una cierta audiencia intelectualmente más elitista, se preocupe de descodificar el mensaje que la instalación implica y no quede más bien literalmente cautivado por la creatividad imaginativa del espectáculo?

Nosotros confiamos en que nuestra arquitectura sea polivalente, y por ello destinada a ser percibida y vivida por públicos distintos de formas distintas. Es cierto que nos tomamos muy en serio la condición de la humanidad en relación a la sociedad y al medioambiente en general, y son temas urgentes y desconcertantes. A la vez también vemos la arquitectura como una práctica tanto racional como artística, quiero decir que con la arquitectura podemos dirigirnos a algo que es bastante universal, además de emocional. Creo que el espacio arquitectónico pueda ser generoso y divertido, su realización considerada y sensible, cualidades que pueden generar mayor alegría y empatía tanto en las personas que se dedican a construirlo como en sus usuarios. Nos preocupamos de que nuestra arquitectura pueda ser experimentada consciente o inconscientemente a través de formas y aspectos estructurales, por lo que no hacen falta requisitos preliminares de referencias culturales. Esto vale para nuestros colegas profesionales, ampliar nuestro radio de pensamiento y los instrumentos para la creación.



3—Creo que la estética juegue un papel predominante en vuestra idea de arquitectura. Los detalles, en los acabados más meticulosos, como síntesis formal y conceptual, resultan ser una potente característica que acompaña a todas vuestras realizaciones, haciéndolas todas distintas. ¿Puede que sea esa fuerte sinergia que se crea entre la parte femenina y masculina de la pareja lo que hace que el esmero en estos detalles sea tan único con sus múltiples matices?

Al contar con dos exigencias creativas de gran determinación y muy diferentes en el proceso de proyectación, el resultado logra satisfacer una gama más amplia de deseos. Supongo que esto nos lleva a hacernos más preguntas y a pasar más tiempo encontrando las respuestas. No estoy segura de que la combinación femenino y masculino marque la diferencia, o de que se pueda afirmar que el gusto femenino sea sustancialmente uno y el masculino otro. En realidad, la mayor parte de las veces, la preferencia estética de Florian tiende hacia elecciones que se consideran convencionalmente más femeninas, y la mía hacia elecciones más masculinas. Sin embargo, como proyectistas tendemos a concentrarnos en escalas distintas y a resolver un problema con enfoques diferentes. Esta diferencia sí que me parece que nos permita abordar cuestiones complejas con mayor precisión, y es más, llegar a resultados más fértiles que si fuera solo uno de los dos el que proyectara.

4—Hay un aura indefinida de candor diáfano que envuelve muchos de vuestros proyectos, una especie de lenguaje que nos habla con delicadeza y poesía. ¿Es una elección formal que responde a aspiraciones concretas? ¿Se enlaza tal vez con la idea de una arquitectura que siempre está en evolución?

Sí, sin duda está el deseo de no fingir que la arquitectura sea una entidad inalterada atemporal. Sería como perseguir un ideal sin vida. Valoramos que algunas ideas y prácticas deban sobrevivir, y entendemos la arquitectura como un recipiente de ellas en muchos casos. Sin embargo, eso no lo es todo. También hay aspectos de la arquitectura que son más dinámicos, difíciles de aferrar o incluso fugaces. Esperamos poder hacer arquitectura que sea duradera y llena de vida.



5—La exposición que recientemente os ha dedicado el MAAT, Museo de Arquitectura de Lisboa,’ “Currents- Temporary Architectures”, una colección de 12 instalaciones vuestras espectaculares, no es solo una inmenso placer para todos, una celebración de trabajos que son cada cual más hermoso e inteligente, sino que creo que también para vosotros sea una gran satisfacción ver reunido tanto esfuerzo y creatividad. ¿Alguno entre los varios proyectos os ha regalado una gratificación especial?

Esa es una pregunta difícil. En cada una de estas instalaciones exploramos de forma específica uno o dos temas que recurren en nuestras obras. Son espacios con muchos estratos, de formas elásticas, estructuras instables pero resilientes, híbridos de lo digital y lo físico, mutabilidad de la historia, etc. A veces, por supuesto también exploramos temas nuevos. No son precursoras de una arquitectura ‘real’, son elementos constitutivos esenciales de proyectos más complejos. Para algunas de estas exploraciones es más fácil encontrar aplicación en la práctica de construcción actual, y para otras más difícil, o bien a causa de normativas de planificación, o de la industria o de limitaciones tecnológicas. Por ejemplo, la estratificación de los espacios y una relación con la historia con más matices a menudo se instrumentalizan en nuestros edificios, pero es más difícil traspasar las fronteras para llegar a formas elásticas y estructuras inestables. Seguimos intentándolo y creemos que incrementando los esfuerzos, iremos orientando la práctica hacia una forma de pensar más inteligente y menos rígida. Así que los proyectos que parecen los más poéticos y menos realistas podrían conseguir los máximos resultados a largo plazo.

6—Siempre habéis procurado, en la medida de lo posible, preservar en la construcción arquitectónica las características más significativas de la tradición artesanal que sería importante que no llegara a desaparecer. Y siempre lo habéis hecho conciliando la belleza de sus cualidades táctiles y sensoriales con la perfección del cálculo informatizado, que asegura numerosas ventajas desde el punto de vista de la realización práctica. Con vuestra experiencia y teniendo en cuenta el panorama internacional de la construcción, ¿creéis que siga teniendo futuro la habilidad manual de alto nivel? 

Sí, por supuesto. Efectivamente la industria está evolucionando hacia formas de producción más estándares y eficientes, como siempre lo ha hecho, pero siempre ha habido espacio para la artesanía. Lo importante es: ¿qué efectos produce esa artesanía? Creo que los tenemos que usar de forma muy deliberada. La artesanía es diferente de un trabajo manual ordinario. La artesanía invita al artesano como parte de la colaboración, así que también nos exige que seamos más generosos y flexibles para dar espacio a divergencias y otras contribuciones. Exige un proceso más inteligente. Una vez más, se trata de una colaboración, no solo entre nosotros dos o con nuestros asesores, sino con personas que trabajan con sus propias manos. Hacer surgir una arquitectura más abierta en nuestra opinión.

7—Hace años que insistís y procuráis sensibilizar al público respecto a la responsabilidad de cada uno en relación al equilibrio ‘sostenible’, cada vez más precario, a punto de desplomarse, y que en los últimos tiempos ha dado señales de preocupante agravamiento. En cuanto arquitectos, ¿qué es lo que aún no se ha hecho y debería hacerse? 

¡Muchas cosas! Creo que antes que nada deberíamos ampliar lo que la arquitectura es y puede ser. No es un concepto nuevo. En las últimas décadas hemos sido víctimas de una especie de “dependencia”, por así decirlo, de la construcción y el desarrollo por el gusto de hacerlo. Hay un enorme margen en la conservación, restauración, reutilización y mantenimiento, aspectos todos ellos que podrían entrar a formar parte de la disertación de la arquitectura. Además de eso, cuando se considere necesario hacer nuevos edificios, nuevas construcciones, habría mucho que trabajar en las normativas de construcción. Muchas de las tecnologías y de la ciencia existen para construir de forma más consciente y ponderada, hemos de hacer mayor presión colectivamente sobre los clientes, las ciudades y las industrias para que se comprometan a hacer las cosas de forma distinta. ¡Podemos hacerlo mejor!


Virginia Cucchi

Credits: 

SO-IL : http://www.so-il.org/

Las Americas Social Housing,
Leon, Mexico 2016
Team: Florian Idenburg, Ilias Papageorgiou, Isabel Sarasa, Seunghyun Kang, Sophie Nichols, Pam Anantrungroj
Collaborators: Imuvi: Amador Rodriguez, Ruben Alejandro Vazquez Rivera
Photo Iwan Baan/ courtesy of SO-IL

Into The Hedge, 
Columbus, Indiana 2019
Team: Jing Liu, Sophie Nichols, Francesca Maffeis
Photos Hadley Fruits for Exhibit Columbus/ courtesy of SO-IL

Murmuration Installation 
Atlanta, Georgia 2020
Team: Florian Idenburg, Ted Baab, Andrew Gibbs, Ray Rui Wu
Photos Fredrik Brauer/ courtesy of SO-IL

Beeline, MAAT Installation
Lisbon, Portugal
Team: Florian Idenburg, Martina Baratta, Yuanjun Summer Liu
Photos Iwan Baan/ courtesy of SO-IL

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