08-12-2021

Carlana Mezzalira Pentimalli: Escuela de Música de Bressanone

Carlana Mezzalira Pentimalli,

Marco Cappelletti,

Bressanone, Italia,

Colegio, Colegios y Universidades,

La escuela es una estructura monumental que esconde un patio recogido y unos espacios interiores que buscan el diálogo con la ciudad. La Escuela de Música de Bressanone de Carlana Mezzalira Pentimalli es un proyecto en equilibrio entre vocaciones opuestas que solventa un vacío urbano transformándolo en una referencia local.



Carlana Mezzalira Pentimalli: Escuela de Música de Bressanone

Al adjudicarse el concurso lanzado por el Ayuntamiento de Bressanone en 2014, Michel Carlana, Luca Mezzalira y Curzio Pentimalli idean la sede de una escuela de música para la ciudad, pero principalmente diseñan un nuevo lugar urbano, que dialoga con otros puntos destacados y con las marcas de las estratificaciones en las construcciones del entorno.
En Alto Adige el concurso es un vehículo fundamental para perseguir la calidad arquitectónica y urbana. El estudio Carlana Mezzalira Pentimalli, profundamente convencido de las cualidades de este sistema, lo aprovecha constantemente, participando en competiciones y adjudicándose encargos que con el tiempo están transformando la realidad local. Gozan de la ventaja de haber indagado ya en la ciudad de Bressanone, tras la adjudicación del concurso para la biblioteca cívica, y en 2014 se sienten preparados para enfrentarse también al proyecto para la nueva sede de la escuela de música, una institución fundada en 1961, de referencia para toda la región.
Establecer relaciones entre lo antiguo y lo contemporáneo se convierte en el punto de partida en una ciudad y un territorio a los que no les asusta semejante confrontación y donde el lenguaje actual se considera un instrumento para dar valor al pasado.
La ubicación en cuestión es una parcela urbana vacía en el área Priel, en el margen de la ciudad, y en posición estratégica al centro de un plan de recualificación del Ayuntamiento. Por el este de la zona discurre el río y está dotada de infraestructuras de interés colectivo (una piscina y un gran rocódromo); por el oeste se cruza con la antigua carretera del Brennero entre Austria e Italia, que sigue siendo uno de los puntos de acceso a la ciudad; mientras que por el sur coincide con el principio del centro histórico. Ya desde el momento del concurso mismo surge la convicción de que no se trate simplemente de concebir el proyecto de un edificio, sino que sea necesario trabajar a escala urbana, afirmando la vocación publica del espacio de la escuela. La nueva obra de arquitectura se convierte así en una pieza fundamental del conjunto, porque lejos de ser simplemente “un fondo” se concibe como una infraestructura de tránsito, desde fuera de la ciudad hacia su interior.
El proyecto se articula en torno al concepto ambivalente de plaza pública y patio, asumiendo la función de pasaje entre el futuro parque urbano y sus aparcamientos subterráneos al norte y la plaza Priel al sur. Las plantas 0 y -1 ya están preparados para conectarse el día de mañana. A este centro nuevo da por el lado oeste el volumen que acoge la escuela de música con sus grandes ventanales, y como núcleo único, la escuela y el patio forman un solo recinto. Con el fin de realizar un nuevo lugar de interés público, Carlana Mezzalira y Pentimalli se cotejan con los edificios históricos de representación de la ciudad: la muralla y el patio como lugar de paso son elementos distintivos de su pasado y pueden constituir el vínculo con el presente. Así el lugar se transforma de un vacío urbano en un edificio que hace de fondo a la plaza, un pequeño centro en el centro urbano, espacio en el que detenerse en cuanto referencia cultural e interfaz entre las distintas partes de la ciudad.
El envoltorio de la fachada carece de juntas, es un bloque único de hormigón armado en el que la estructura pasa a ser la obra de arquitectura en sí. La elección se decantó por prescindir de cualquier tipo de revestimiento, prefiriéndose añadir al hormigón un conglomerado de pórfido rojo y pigmentos y tratar la superficie con un acabado abujardado, con el fin de asimilar la construcción en color y material a las calles de Bressanone, que están empedradas en pórfido.

La escuela de música despunta con una última planta respecto al nivel de la muralla, lo que reduce la percepción del impacto volumétrico desde el exterior. El frente se presenta además diferente dependiendo del punto de observación: monumental con cristaleras de doble altura hacia la plaza y hacia el futuro parque, y con un ritmo de aberturas más pequeñas hacia el oeste, donde surgen construcciones residenciales más recientes y heterogéneas. Por el este el “recinto” revela lo que de verdad es, no simplemente una acotación, sino un sistema de conexiones verticales entre la escuela y los espacios públicos de servicio como serán las futuras tiendas, los espacios de almacenamiento, y para los niños, espacios en los que jugar al aire libre.
“Una de las características del proyecto es el ‘jardín de la música’, una sala a cielo abierto con una decoración delicada, dentro del recinto pero fuera del volumen de la Escuela, que difumina la demarcación entre dentro y fuera. Es un intento que confía en domesticar un espacio urbano. De ahí su nombre de ‘Wunderkammer’ (cámara de las maravillas), que hace referencia al periodo histórico en el que las colecciones privadas se abrieron al gran público, haciendo que fueran accesibles ciertas ‘maravillas’ que hasta entonces estaban al alcance de pocos. De la misma forma, hemos enfocado la construcción como si fuera un ámbito comunitario a disposición de todo el mundo” explican los arquitectos.
Las fachadas de esta plaza están decoradas con tramas estilizadas seleccionadas entre los antiguos papeles pintados de pared de los palacios residenciales del lugar, con un acabado escodado a mano, capaz de transmitir un fuerte carácter de intimidad a pesar de tratarse de un espacio abierto y público. De esa especie de interior sui generis, los arquitectos enmarcan algunos elementos peculiares como la Torre Bianca de Bressanone, así como escenas de vida cotidiana en la escuela, gracias a las amplias cristaleras que revelan la articulación de las salas y los recorridos interiores.
Así se reitera la vocación pública de la nueva escuela, que no es un edificio institucional encerrado en sí mismo o una escenografía para la plaza, sino un espacio que dialoga con el resto de la ciudad. Las vistas nocturnas enfatizan este aspecto, invitando a entrar y formar parte del itinerario cultural inaugurado con la escuela de música.

Mara Corradi

Architects: Carlana Mezzalira Pentimalli (Michel Carlana, Luca Mezzalira, Curzio Pentimalli) http://carlanamezzalirapentimalli.com/
Team: Michel Carlana, Luca Mezzalira, Curzio Pentimalli, Giada Cattelan, Alessio Oliviero, Alessandro Zotta
Client: Comune de Bressanone (BZ)
Location: Piazza Priel 7A, 39042 Bressanone, Italy
Competition: December 2014, first prize
Design phase: 2015-2017
Construction phase: 2018-2021
Completion: March 2021
Gross area of the lot: 6.285 sqm
Gross buildings area: 5.312 sqm
General contractor: Unionbau
General project direction: Carlana Mezzalira Pentimalli, 3M Engineering
Graphics and signage: Studio Mut
Structure en exposed reinforced concrete with porphyry aggregates and pigments
Bush hammering of exposed concrete
Natural wood windows covered en anodized aluminum
Portals en marmorino
Polished screed floors with inert sowing
Natural oiled oak floors
Wood cladding for stairs and special rooms
Custom-made metal doors and gratings
Photos by © Marco Cappelletti


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