11-10-2019

Cooperativa d’arquitectes Lacol: La Borda, Barcelona

Cooperativa d’arquitectes Lacol,

Lluc Miralles, Gabriel Lopez,

Barcelona, España,

Housing,

En el área de Can Batlló, en Barcelona, un grupo de ciudadanos decide resolver juntos la necesidad de viviendas económicas y sostenibles. Con el proyecto de la Cooperativa d’arquitectes Lacol nace el co-housing la Borda inspirándose en las históricas casas de corrala del sur de España.



Cooperativa d’arquitectes Lacol: La Borda, Barcelona

Un interesante ejemplo de organización de los usuarios para combatir la especulación con los alojamientos es el complejo residencial La Borda en Barcelona, realizado en colaboración con el estudio de arquitectura Lacol. En un momento y en un barrio de la ciudad especialmente favorable hacia los modelos comunitarios, la Cooperativa d’arquitectes Lacol en cierto sentido ha aplicado su propio enfoque laboral al proyecto arquitectónico La Borda.
Demos un paso atrás. La Borda fue posible como apéndice de la recalificación referida a Can Batlló, unas antiguas instalaciones industriales textiles en la zona suroeste de Barcelona, que fueron abandonadas y transformadas en un centro cultural gracias a un proyecto partecipado iniciado en 2011. La realización de viviendas de protección oficial, casi inexistente en España, resultaba coherente con las disposiciones del Plan Metropolitano General (PGM) de Barcelona de 1976, pero que hasta el momento el ayuntamiento nunca había puesto en práctica. La Borda cooperativa d’habitatges en cessió d’ús empezó explorando procesos alternativos, a medio camino entre la compra y el alquiler, inspirándose a los procedimientos aplicados con éxito en Dinamarca. Se incorporaron al proyecto varios socios, entre ellos una cooperativa para la gestión de las cuentas y Coop57, un banco que presta dinero para proyectos de inspiración social como este. A Lacol les pidieron que estudieran un programa de co-housing a precio asequible, implicando a los futuros residentes durante todo el proceso proyectual. Al tener la posibilidad de participar en la producción de sus viviendas y del circuito de espacios semipúblicos conectados (como socios de la cooperativa propietaria), los usuarios han estado más concienciados a la hora de elegir los materiales, las técnicas de construcción y la organización de los espacios. Al apostar por la sostenibilidad, también desde el punto de vista económico, han podido realizar pisos más accesibles y adaptados a sus exigencias concretas.
El complejo residencial La Borda da al Carrer de la Constitució, en el lado norte de la zona de Can Batlló, y comprende 28 unidades distribuidas en 6 plantas, y se ha construido sobre un terreno que el ayuntamiento concedió en alquiler subvencionado a la cooperativa durante 75 años. La infraestructura está definida por una matriz homogénea de unidades domésticas, explica Carles Baiges, arquitecto y sociólogo de Lacol residente en La Borda, que genera un tipo de vivienda que no es jerárquico: el proyecto ha previsto pisos de tres tamaños (40, 60 y 75 m2), compuestos mediante módulos añadidos y concebidos como espacios compartimentables mediante sencillos tabiques de madera.
Los espacios comunes se interpretan como una ampliación del espacio privado, donde cada familia puede encontrarse y realizar actividades colectivas: una cocina con comedor para reunirse y pasar tiempo en compañía, la lavandería y otros espacios multiuso que se pueden reservar mediante una App, dormitorios para invitados, espacios dedicados al deporte y al bienestar. Estos espacios ocupan el 25% de la superficie construida, cuando en los edificios multifamiliares convencionales no supera normalmente el 10% y se suele referir a los itinerarios de tránsito entre la vivienda y la calle, nos cuenta Lacol. Al centralizar algunas funciones los espacios compartidos han aumentado los recursos disponibles para todos, reduciendo de hecho el gasto económico de cada vivienda.
El impacto arquitectónico es una derivación de las “corralas”, viviendas populares típicas en el centro y sur de España, que tuvieron gran difusión en Madrid, y que se caracterizan por un patio interior rodeado de amplios balcones conectados entre sí como corredores aireados en varios pisos. En el complejo de La Borda dan al patio descentrado tanto la primera fila de viviendas menores que dan al Carrer de la Constitució, como las viviendas interiores más grandes que dan al sur hacia Can Batllò. De esta forma todos los tipos de apartamento disfrutan de una exposición doble, fundamental para garantizar la ventilación natural. Los “balcones” resultantes son amplios espacios en los que relacionarse, por donde se transita para llegar cada uno a la puerta de su casa, donde se cultivan plantas, y donde detenerse a charlar. Como las antiguas corralas, la estructura del complejo es de madera. Ligera y fácil de renovar, la madera contralaminada (CLT) tiene un coste de producción mucho menos oneroso y tiempos de instalación reducidos respecto a los materiales de construcción convencionales como el acero y el hormigón.
Entre las estrategias bioclimáticas, para la calefacción se ha instalado una caldera de biomasa. El patio está cubierto por un invernadero que permite capturar los rayos solares en invierno y generar un efecto chimenea para forzar la ventilación natural en verano.
En condiciones de plena crisis económica como la que ha afectado a Barcelona desde 2008, el modelo democrático y sostenible de La Borda ha constituito un auténtico ejemplo. La propia cooperativa Lacol participa actualmente en otros proyectos de construcción participados como la Cooperativa de viviendas La Raval en Manresa, el espacio La Modelo, la recalificación de un área en el barrio popular de Sants, para acoger varias cooperativas. El objetivo a largo plazo es transformar la ciudad gracias a la participación activa de las personas, creando viviendas con un valor cualitativo de uso, que no esté sujeto al mercado, un proceso en el que el arquitecto forma parte de un grupo de actores sin jerarquía y su papel es contribuir a traducir las necesidades de los individuos en términos de espacio.

Mara Corradi

Architects: Cooperativa d’arquitectes Lacol
Client: La Borda, cooperativa d’habitatges en cessió d’ús
Location: Carrer de la Constitució 85-89, Barcelona
Built surface: 3000 sqm
Project: 2014
Construction: 2017 - 2018
Contributors: Arkenova, Miguel Nevado, AumedesDAP, Societat Orgànica, PAuS (Coque Claret i Dani Calatayud) and Grisel·la Iglesias (Àurea acústica)
Photographs: © Lluc Miralles (1-14), © Gabriel Lopez (15-17)

http://www.lacol.coop

Premi Ciutat de Barcelona 2018
Premi d’Obra Construïda en arquitectura del BBConstrumat 2019
Premi especial a la innovació als European Responsible Housing Awards 2019
Guanyador als Premis Catalunya Construcció 2019 en la categoria de direcció d’execució d’obra (Xavier Aumedes i Gemma Rius) i seleccionat en la categoria d’Innovació en la construcció


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