02-02-2022

Noname Studio: Villa en un olivar en Carovigno, Brindisi

Noname Studio,

Francesca Iovene,

Carovigno (Brindisi), Italy,

Ville,

El joven Noname Studio de Milán realiza una casa rural entre los olivos de Carovigno, en la provincia de Brindisi (Italia). Una paleta de matices imperceptibles, desde el blanco de las paredes encaladas a la piedra rosácea de Apricena, y a los bloques calizos de las tapias de delimitación.



Noname Studio: Villa en un olivar en Carovigno, Brindisi

Andrea Perego y Görkem Güvenç fundan su estudio de arquitectura en 2013, tras enfrentarse a múltiples experiencias profesionales, todas ellas con una cultura internacional de fondo. Milán se transforma en la sede de Noname Studio, que se dedica a proyectos de distinta envergadura, con especial propensión por el estudio del espacio residencial contemporáneo. Italia y Turquía son respectivamente los puntos de vista desde los que cada uno considera el proyecto que tengan entre manos. Entre sus resultados más interesantes y recientes se encuentra la villa en Carovigno, en la provincia del sur de Italia de Brindisi. Se trata de una construcción nueva sobre un terreno calizo salpicado de olivos.
En este territorio son pocos los elementos naturales de referencia en una perspectiva visual, pero son decisivos: la tierra árida y yerma, tapias de piedras blancas alineadas en seco que definen las lindes y los caminos de forma ordinada. A ello se añade el verde brillante del follaje de los olivos, numerosos y exuberantes, un recurso inestimable, que ahora se respeta más que en pasado a la hora de construir algo.
El proyecto de Noname Studio nace a partir de estos elementos. Desde el punto de vista formal la casa se concibió como un monolito blanco que se recorta contra el paisaje natural. La planta está trazada en sentido perpendicular a la orientación de la parcela, que se despliega de norte a sur. Al final de un sendero trazado entre los olivos desperdigados, la casa disfruta de vista a la piscina en primer lugar, que está colocada en un nivel ligeramente más bajo. Una tapia de piedra reconstruida para la ocasión se abre para comunicar los dos niveles mediante unos escalones. Sobre el podio resultante, la villa está formada por dos cuerpos principales: un cubo que contiene los espacios comunes y un ala que incluye, uno tras otro, los dormitorios. Ambos elementos, junto con la piscina, forman una especie de patio con varios niveles, en cuyo centro se exhibe un olivo centenario que es el centro de atención. Este detalle nos recuerda que toda la obra se ha realizado respetando al máximo la naturaleza existente, manteniéndola en el estado en que estaba y evitando por ejemplo tener que sacrificar ni uno solo de los grandes olivos, o como mucho colocándolos en otro punto del terreno.
La jerarquía de los componentes queda confirmada gracias a la diferencia de nivel de construcción, con el primer bloque de las zonas compartidas más alto y con una azotea que se extiende por toda la cubierta. La zona dedicada a los dormitorios, considerada como secundaria, queda más baja. Los espacios comunes tienen una planta abierta, con la cocina y el comedor unidos y que gracias a las amplias cristaleras que dan al patio continúan en el exterior. Aquí un porche ligero, construido con sutiles postes de metal y tejado de cañizo, permite disfrutar del clima templado la mayor parte del año.
En el interior la posición estratégica de las ventanas logra una perfecta negociación entre la entrada de la luz y el diálogo con el panorama exterior. El forjado entre la cocina y el comedor queda interrumpido por una claraboya gracias a la cual en invierno los rayos del sol, más bajos en el horizonte, entran en la casa de forma indirecta. La geometría diferente de las ventanas y su colocación asimétrica e irregular proporcionan aspectos siempre diferentes del paisaje agreste.

El volumen lineal de los dormitorios incluye tres apartamentos independientes y parcialmente autosuficientes, siendo el principal el que coincide en la unión con el otro bloque. Esta habitación con cama de matrimonio tiene un armario empotrado de madera construido a medida y entre sus puertas se oculta el acceso al baño privado. Otra sorpresa consiste en descubrir la existencia de un pequeño patio secreto y reservado traspasando la gran cristalera basculante de la ducha.
Al final del bloque longitudinal de los dormitorios los proyectistas diseñan a mayores un espacio a cielo descubierto delimitado por cuatro muros altos. Dos aberturas opuestas hacen pensar en un espacio accesible pero que queda protegido del ruido exterior. La presencia de lugares circunscritos en una construcción rural declara la necesidad de dedicar, también en un estilo de vida campestre, momentos de contemplación especial, íntima y reservada.
El edificio está encalado en blanco puro y brillante que resplandece en la luz mediterránea, e incluye en todos sus acabados la piedra de Apricena, un material calizo que se extrae en las laderas Gargano y cuyos tonos oscilan entre el beis, el marfil y un matiz rosáceo. Esta piedra cubre los suelos con placas apomazadas, enmarca las ventanas con losas pulidas, bordea los umbrales de entrada con piezas abujardadas y se aplica como revestimiento interior de tipo palladiano.

Mara Corradi

Architects: Noname Studio www.noname-studio.eu
Location: Contrada Arrighi, Carovigno (Brindisi), Italy
Concept Design: 2014
Schematic Design: 2016
Detailed Design: 2018
Artistic Direction: 2019 – 2021
Area: 170 sqm
Client: Private
Engineering: Ing. Francesco Cavallo
Photography: © Francesca Iovene


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