09-07-2021

Lautenbag: Transformation house, refugio del excursionista

De Stadsmeubelmaker, Lautenbag Architectuur,

Bas Gijsselhart,

Wirdum, the Netherlands,

Hotel,

Recuperar un antiguo edificio técnico que albergaba un transformador y realizar en él un refugio temporal para excursionistas. Este es el proyecto que un carpintero de Wirdum, en Holanda, le encargó al estudio Lautenbag, cuya intervención ha valorizado los inesperados detalles decorativos de la construcción.



Lautenbag: Transformation house, refugio del excursionista

En Wirdum, una pequeña localidad de Frisia, Holanda, un pequeño edificio que había sido construido en su día para albergar un transformador de tensión, y que llevaba tiempo inutilizado, descubre un nuevo uso más cercano a las exigencias actuales.
La localidad de Wirdum se encuentra en una vasta área llana, surcada de canales y frente al Mar del Norte. Cuenta con poco más de 1.000 habitantes y es una población de casas bajas unifamiliares distribuidas en torno a la catedral. A las afueras del centro habitado en dirección sur había un pequeño edificio técnico de ladrillo, construido en los años 20, lo que quedaba de un transformador de tensión que surtía la localidad y la zona del entorno hasta hace 30 años.
Al adquirir el terreno y la “caseta”, Ronald van der Zwaag, carpintero y restaurador de muebles cuyo taller está en Leeuwarden, al norte de Wirdum, decidió no deshacerse del edificio sino por el contrario valorizarlo como un delicado ejemplo de arqueología industrial. Efectivamente se trataba de una típica construcción técnica de ladrillo amarillo oscuro con planta cuadrada, coronada con un tejado de dos aguas y tejas y con una chimenea por donde salían los gases. A pesar de ser un microedificio técnico, no le faltaban algunos elementos decorativos sobrios. Un puentecito de hormigón lo conecta con la Tsjaerderdyk, la carretera principal de salida del pueblo en dirección sur, superando uno de los numerosos canales de riego. No tenía más aberturas que el portón principal.
El proyecto de Ronald van der Zwaag consistía en transformar el edificio en un refugio temporal para excursionistas, aprovechando la difundida costumbre turística de explorar estas tierras en bicicleta.
La superficie interior a disposición son solo unos 20 m2, que en principio no permitían realizar una estructura mínimamente acogedora. Por eso el propietario le encargó al estudio Lautenbag Architectuur que realizara una ampliación que fuera funcional pero que también respetase la historia del edificio.
Fundamentalmente era imprescindible hacer entrar la luz ya que el espacio carecía de ella por completo, y crear el sitio necesario para un mínimo alojamiento. Por lo tanto, se decidió abrir ventanas en tres de las cuatro paredes, dejando intacta la de la puerta de entrada, añadiendo un mirador en cada lado. Así se creaban, no exactamente habitaciones, pero sí zonas en base a las funciones: la cocina por el lado norte, un sofá como sala de estar hacia el sur y el baño en el lado oeste. Es algo que está muy difundido en los países nórdicos y es bastante evidente también en el paisaje urbano de Wirdum donde las casas se caracterizan por amplias cristaleras que establecen una relación entre interior y exterior. Con este refugio mínimo se ha querido en cierto sentido invertir los espacios, proyectando el paisaje al interior y ampliando el espacio interior hacia el exterior.
El espacio central original se ha dejado libre, colocando simplemente una mesa de comedor. Se arregló el tejado poniendo nuevas tejas que imitaban a las originales. Se tiró el techo interior y se instaló un altillo de madera por encima de toda la zona de estar, y al que se llega por una escalera ligera colocada delante de la entrada.
Los miradores están realizados con prefabricados de madera laminada, con batientes con sobrevidriera de alta eficiencia. El revestimiento exterior de los miradores, a base de láminas de acero actúa como sistema de drenaje del agua de lluvia, pero además recuerda los elementos técnicos de un transformador, manteniendo la imagen industrial propia del edificio.
De esta forma la estructura general ha quedado intacta y bien reconocible, mientras se han sacado a la luz algunos detalles de su proyectación: el basamento perfilado con ladrillo rojo y gris, el diseño de la chimenea, el frontón y el marco de la puerta de entrada.
La obra por dentro ha incorporado sobre algunos elementos espartanos de valor reducido, como el suelo de baldosas y la pared interior amarilla de obra, un mobiliario monobloque revestido de abedul con huecos para apoyar objetos en todas las zonas de ampliación. Así la cocina está equipada con un módulo suspendido que incluye el fregadero, que corta en dos el marco acristalado y mira hacia las casas cercanas. La parte de saloncito es un rincón con sofá y una mesita, desde donde contemplar el campo. El baño aporta un toque de rojo con los sanitarios y una amplia ducha con vista. Una puerta corredera garantiza la privacidad si se aloja más de una persona.
En el altillo de arriba hay una cama de matrimonio que disfruta de la vista por una ventanilla y por la claraboya instalada en lo que era la chimenea, por donde entra algo de luz incluso de noche y se pueden ver las estrellas. Por fuera un nuevo portón rojo suscita la idea de casa y todo alrededor del refugio un espacio verde en el que se puede estar delimita una zona de respeto entre la casita y los campos cercanos.

Mara Corradi

Architects: Lautenbag Architectuur + De Stadsmeubelmaker
Location: Wirdum (The Netherlands)
Project: 2016
Completion: 2021
Facade: Galvanised steel
Doors: pre-painted birch plywood (customized)
Windows: HR++ safety glass with UV-filter
Photos by: Bas Gijsselhart

https://lautenbagarchitectuur.nl/
https://www.destadsmeubelmaker.nl/


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