27-04-2020

MICHEL ROJKIND 

Rojkind Arquitectos,

Jaime Navarro Soto, Paul Rivera ,

Ciudad de México, México,

Arquitectura y Cultura,

Cuando eres músico y escuchas a alguien tocar increíble, quieres tocar con él. Cuando dejé la música y comencé la arquitectura pensé que era el mismo tipo de situación creativa— Michel Rojkind



MICHEL ROJKIND  Cuando eres músico y escuchas a alguien tocar increíble, quieres tocar con él. Cuando dejé la música y comencé la arquitectura pensé que era el mismo tipo de situación creativa”- Michel Rojkind 

Esta afirmación resume perfectamente, en mi opinión, el carácter histriónico y algo provocador de Michel Rojkind, un artista que parece no haberse olvidado del espíritu de intensa colaboración que animaba al grupo en el que de joven tocaba la batería durante su famosa época rock. Ese espíritu de participación que caracterizaba al pequeño grupo, donde se sentían todos unidos e implicados activamente para lograr el deseo de llegar al éxito, sigue vivo en él, aunque haya cambiado de profesión, como una importante prerrogativa que lo caracteriza en el ámbito laboral, en la relación con los colaboradores de su equipo y con otros colegas.

Precisamente un buen número de sus obras han visto la luz a través de la sinergia creativa de personalidades provenientes de estudios arquitectónicos diferentes, pasando por una densa y amplia red de representantes de múltiples disciplinas con los que se afrontan y discuten los proyectos en su fase inicial. En la realidad de hoy en día, Rojkind afirma que el papel del arquitecto ha evolucionado y no se puede prescindir de un enfoque interdisciplinar entre especialistas de distintos campos, como financieros, sociólogos, psicólogos, para conseguir una planificación estratégica que se base en una visión lo más global posible: un edificio no es solo una construcción física sino que debe representar un ‘valor añadido’ para la colectividad. Se trata, como nos explica, de concebir proyectos que sepan dar algo que no se les pedía que hicieran, que ayuden a reforzar la sensación de identidad y la cohesión de una colectividad, ofreciendo posibilidades que van más allá de su función específica, como un parque o actividades deportivas en el tejado de un aparcamiento de varias plantas o de un centro comercial. Edificios que, como él dice, se puedan definir autosuficientes. Para lograr este ‘valor añadido’ se necesita que se reúnan los expertos de sectores distintos y sopesen juntos los pros y los contras, procurando empatizar con el cliente de forma que lo pueda disuadir de la ambición, que suele ser bastante normal, de realizar un tipo de construcción que resulte la mejor posible desde el punto de vista estético, sin preocuparse de la posible contribución beneficiosa que pueda aportar a la sociedad. Una arquitectura moderna y progresista debe pensar en un edificio como parte de un programa más amplio de recualificación urbana:
la finalidad no consiste solamente en llegar a soluciones funcionales sino en garantizar experiencias significativas, con un impacto incisivo en la gente y en el entorno.

Hay otro aspecto entrañable que lo caracteriza: las numerosas y diversas peculiaridades que lo vinculan con enorme sintonía a su país de origen. De México heredó su tremenda exuberancia, que hace que participe siempre con tremendo entusiasmo y pasión en cualquier tema, y una forma de actuar que, unida a su esmerada apariencia en la que conviven un tatuaje, un piercing, un símbolo zen al cuello y un elegante traje de alta costura, rigurosamente negro o gris perla, hacen que sea muy carismático para el público, especialmente para los jóvenes. Extrovertido y anticonformista, le encanta asombrarnos con costumbres y comportamientos que pueden resultar decididamente insólitos.
 
Como ejemplo de esta actitud anticonvencional, a propósito del episodio desastroso que se produjo en 2014, en la inauguración prematura de la Cineteca Nacional de Ciudad de México, hace algo que muchos no tendrían el valor de hacer: habla públicamente de lo sucedido y lo hace deteniéndose en ellos detalles más amargos, describiendo sin reservas las reacciones de la prensa. Aunque la culpa no fuera suya como diseñador, sino de quien debía comprobar que todo estuviera en orden, en este caso el constructor, y aunque la inauguración se adelantara respecto a la fecha prevista, él evita esconderse tras excusas que a veces resultan penosas, y con gran desenvoltura, jugando incluso con una buena dosis de ironía, se explaya sobre la infamia, sin ahorrarse detalles o pormenores incómodos. En un mundo donde normalmente nadie admite sus responsabilidades y errores, este comportamiento, que puede sorprender, sin duda le honra y le granjea la simpatía incluso de los que no se habrían atrevido a comportarse como él. Amante del caos de su ciudad, que considera fuente de creatividad e inspiración, procura no usar el coche, como nos dice, para poder caminar en libertad por la calle, fascinado por los encuentros ocasionales que puntualmente se presentan. Poder confrontarse con otras ideas, escuchar y entender los problemas y aspiraciones de mundos distintos del suyo, lo ayuda como arquitecto a evitar trabajar sobre fórmulas encuadradas que no pueden aportar ningún beneficio y aún menos satisfacer las necesidades de una sociedad en continua evolución.

De esta forma nacen soluciones ‘out-of-box’, fuera de los esquemas, muy originales y que la colectividad acoge con un entusiasmo que podría parecer contagioso. Su deseo de lograr interactuar con la gente, concibiendo visiones innovadoras, le ha permitido imaginar y realizar ideas acertadas que no solo han sabido modificar el perfil de algunos contextos durmientes o semiabandonados, infundiéndoles nuevos ánimos pulsantes, sino que también han enriquecido el mundo cultural de los jóvenes que se ven obligados a vivir en ambientes paupérrimos que no tienen posibilidades de ser redimidos. Su forma de proyectar, como si se hiciera portavoz de una condición de extrema indigencia que además de las necesidades primordiales siente el anhelo de otras formas de distracción y ocio, se propone añadir esos momentos que faltan, dar alas a aspiraciones largamente encubiertas pero muy deseadas, y la gente le corresponde con calurosa gratitud por todo lo que les aporta. 

El pueblo mexicano puede presumir de una larga tradición de manualidad y creatividad artística y Rojkind le da a este precioso patrimonio una enorme visibilidad en sus trabajos siempre que puede. Tiene un firme deseo de ayudar a que no se pierda esta inestimable riqueza. Las técnicas innovadoras contemporáneas forman parte de sus obras, el ordenador asiste en la fase de exploración y puesta en marcha de las mismas, pero al llegar a la ejecución práctica, en la mayor parte de los casos podemos constatar que recurre a artesanos locales. Las frías composiciones obtenidas gracias a la precisión informática se hacen cálidas gracias a los gestos expertos manuales, la sincronía de las manos confiere un toque poético y provoca esa música que tanto le gusta a nuestro arquitecto y que quizás perciben solo los que aman la colectividad de la que forman parte.

Credits: 
Rojkind Arquitectos : https://rojkindarquitectos.com/
PR House, Tecamachalco, State of Mexico
Photos: Jaime Navarro Courtesy of Rojkind Arquitectos
Foro Boca Concert Hall, Boca del Río
Photos: Paul Rivera and Jaime Navarro Courtesy of Rojkind Arquitectos
Cineteca National, Mexico City
Photos: Paul Rivera and Jaime Navarro Courtesy of Rojkind Arquitectos
 

×
×

Manténgase en contacto con los protagonistas de la arquitectura, Suscríbase al boletín de Floornature