21-03-2022

La jungla surrealista de Khaled El Mays

Khaled El Mays,

Design, Antonella Galli, Interviste,

Uno de los nombres destacados de la escena libanesa, deseado por todos los coleccionistas, lo bastante esquivo (y atareadísimo) como para parecer escurridizo, este diseñador ha conquistado a Nina Yashar, alma y mente de la galería milanesa Nilufar, que acoge una instalación que contiene su colección Jungle. Pero lo mejor está por venir.



La jungla surrealista de Khaled El Mays

Viale Lancetti queda lejos de la Milán deslumbrante de la plaza Gae Aulenti, en dirección norte, más allá del Cementerio Monumental, más allá de Scalo Farini, allí donde se respiran aires de arrabales, de los de antaño. En viale Lancetti, entre fábricas abandonadas y plantas que siguen funcionando, se llega a Nilufar Depot, una antigua orfebrería con la que la conocida galería milanesa de via della Spiga fundada por Nina Yashar se amplía en 1.500 m2. Nilufar es un espacio creativo de relaciones e investigación sobre el diseño de autor, de hoy y de ayer, donde se exploran caminos experimentales. En el Depot se expone una instalación que contiene la colección Jungle de Khaled El Mays, diseñador libanés cuya fama no cesa de ir en aumento. La visité porque quería ver en persona las piezas que había admirado en la web, que parecían generadas en exaltación surrealista: lámparas de base enroscada como una serpiente o butacas desgreñadas como si fueran pieles de animales extraños. Sabía que me iba a sorprender y no me equivoqué. La señora Yashar, en lo que respecta a nuevos talentos, tiene un olfato inigualable.

Al fondo del Depot, un espacio amplio y luminoso de rasgos toscos y contemporáneos, me hicieron entrar en una especie de cámara acorazada donde te sumerges en los tonos verdes y dorados de una selva al atardecer. Las paredes se han transformado en un escenario (el Jardín del Edén) repleto de palmas y abundantes ramas exóticas, magníficamente realizado por la artista Federica Perazzoli, que garantiza un efecto de inmersión. Pude admirar así, diseminados aquí y allá, las butacas, los bancos, las artesas, las lámparas, los espejos y las mesitas Jungle de Khaled El Mays.

Desde lejos predominan las sugestiones orgánicas, las formas asimétricas, irregulares, las evocaciones naturalistas. Al acercarse la impresión se transforma en un triunfo de detalles espléndidamente realizados con materiales naturales y una maestría absoluta: la artesa con una rejilla sofisticada de junco y mimbre y con los tiradores de los cajones hechos con retales de piel rojos y amarillos, los tapizados de las butacas de suaves flecos creados con piel reciclada, los pies de las mesas modelados en forma de pata de paquidermo, los sofás con respaldos perfilados como colinas de terciopelo verde, una butaca que recuerda la guarida de un extraño depredador. La belleza de los detalles se combina con la sensación general de maravilla que estos objetos suscitan. Las piezas de Khaled tienen mucha demanda en todo el mundo, me explican, sobre todo en EE.UU. Su elevado valor no amedranta el entusiasmo de coleccionistas y estudios de interiorismo, que encuentran en sus creaciones una presencia elocuente, capaz de caracterizar un proyecto, de crear atracción en un espacio con la fuerza de la fantasía.

Por eso le pedimos a Khaled que nos ayude a colocar su figura en el panorama contemporáneo. “Considero que tengo un estilo orgánico, que nace de un riesgo que se desarrolla en la intención”, nos responde. ¿Y qué nos dice de su elección de decidir realizar todos sus proyectos a mano por artesanos? “He querido infundir a mis piezas de decoración un toque humano, proyectando siempre situaciones que constituyan un desafío para los maestros de la manufactura.” No cree que esté teniendo lugar una ‘new wave’ libanesa, al contrario: para Khaled “el diseño es diseño, cualquiera que haga un proyecto contribuye al progreso del diseño y por consiguiente, al debate que puede surgir de sus creaciones. Yo mismo siento que pertenezco al extenso mundo del diseño y uso todos los medios que me permiten experimentar más.” Le preguntamos también cómo se cruzaron su camino y el de Nina Yashar: “El primer encuentro fue en Beirut, en la Bienal del Diseño a la que me invitaron a participar. Debo el haber conocido a Nina a Cherine Magrabi Tayeb, la fundadora de The House of Today (organización sin ánimo de lucro que promueve la cultura del diseño libanesa y organiza la Bienal, nda). Nina”, nos confiesa Khaled, “siempre está tramando proyectos nuevos y apasionantes. ¡En junio habrá novedades!”. Estaremos sintonizados.

Antonella Galli

Captions & Credits
01 Caveau Salone2021 ph. Mattia Iotti Courtesy Nilufar
02 Khaled & Nina Yashar portrait Courtesy Nilufar
03-14 Caveau Salone2021 ph. Mattia Iotti Courtesy Nilufar
15-20 Khaled El Mays, Snake foor lamp Jungle, Courtesy Nilufar, Khaled El Mays


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