08-09-2022

Fiesta y catástrofe en la cerámica de Diego Cibelli

Nápoles,

Eventos,

Antonella Galli, Design, Diego Cibelli,

Nápoles y su historia, pero también su actualidad, son el fecundo humus que sirve de inspiración a Diego Cibelli, artista de la cerámica que parte de los objetos, de las casas, de las fiestas y las costumbres domésticas para crear historias nuevas, en las que fusiona el sabor agridulce de lo cotidiano y la nobleza de la tradición.



Fiesta y catástrofe en la cerámica de Diego Cibelli

Hay un punto de partida y de llegada para Diego Cibelli, 35 años, artista y diseñador: su ciudad, Nápoles, que representa algo más que su lugar de nacimiento. Un estado mental y espiritual, una especie de tejido interior que siempre le ha acompañado en su formación, primero en Nápoles estudiando diseño industrial, y más tarde en Berlín en la Academia de Bellas Artes, donde profundizó en el campo de geografía humanística. “Un ámbito de investigación fundamental, que me inspira en mis producciones: indaga el sentido de identidad con los lugares y las razones por las que un territorio se convierte en un lienzo que deja el diálogo abierto entre el hombre y el paisaje.” Intercepto a Diego en su taller de Nápoles, espacios luminosos y repletos de sugestiones, donde las creaciones cobran vida a través de sus manos y las de sus colaboradores. Me enseña, mientras me cuenta, un fantasmagórico Arcimboldo de porcelana en fase de ensamblado. “Transcurrí más de 10 años en Berlín, pero esa ciudad quedaba alejada de mi forma de concebir las cosas. Me di cuenta de que hay influencias que surgen no tanto de la investigación, sino del lugar que uno siente como suyo. Nápoles me ha influido mucho, tanto en la educación sentimental, como a la hora de percibir las cosas a mi alrededor. La ciudad está estratificada, llena de contrastes, pero logra difundir belleza incluso en las cosas más feas. Yo procuro transmitir esa belleza en aquello que creo”.

Cerámica y porcelana son para Diego los materiales elegidos. El artista napolitano crea obras únicas a partir de las formas de los objetos domésticos: jarrones, cojines, contenedores, así como ánforas, candelabros, teteras, estatuillas de animales, festones de flores, frutas y verduras. Y estos se convierten en elementos de un lenguaje que se forma sobre registros opuestos: la memoria y lo cotidiano, lo áulico y lo prosaico, lo contemplativo y lo funcional. “Estudié diseño en Nápoles porque aquí no hay industrias y el objeto rehúye su dimensión funcional. En Nápoles se vive una dimensión más abierta del objeto, que incluso se convierte en una proclama. Me refiero a las experiencias de Andrea Branzi, según el cual en el objeto pueden transitar valores conceptuales y del entorno. Los objetos son archivos que ilustran el continuo diálogo del hombre con su contexto”. En este sentido resulta explicativa una de sus colecciones más recientes, que lleva el elocuente título Feed Me with Domestic Stuff, compuesta por tótems compuestos mezclando formas de porcelana de moldes de la Real Fabbrica di Capodimonte y objetos cotidianos – tubos de dentífrico, cepillos, tarros de cremas, velas, pinceles de maquillaje, maquinillas de afeitar, etc. La sapiente composición de los tótems los convierte en presencias enigmáticas a medio camino entre el animismo y algo listo para llevar, con un guiño y la irreverencia propias de la esencia napolitana.

“Cada una de mis obras nace del estudio de los archivos. No puedo suponer algo que no provenga de lo que hay en archivo: grabados, incisiones, calcos y todo lo que se relaciona con el territorio. Muchos temen a la tradición. Yo en realidad la considero hermosísima porque entra en los objetos y en las relaciones. La porcelana di Capodimonte, por ejemplo: fue un instrumento de poder para Carlos III de Borbón cuando llegó a Nápoles. Aquel material se consideraba un logro técnico importantísimo y servía para dar prestigio internacional a la corte. Al igual que la colección de ocho libros de incisiones ‘Las antigüedades de Herculano expuestas’, que se envió a los demás soberanos de la época, con las reproducciones de los hallazgos de las excavaciones arqueológicas que el rey puso en marcha. Dieron un impulso decisivo al neoclasicismo. La cultura era instrumento de poder y la porcelana era el oro blanco de los Borbones.”

En la exploración de los archivos también se basa ‘Festa e Catastrofe’, una exposición específica para la Galería Alfonso Artiaco de Nápoles (hasta el 10 de septiembre): Cibelli se ha inspirado en el protocolo de las fiestas del siglo XVIII, que duraban varios días y cuya escenografía llevaba la firma del arquitecto neoclásico Antonio Niccolini, autor del Teatro San Carlo. En la galería de Artiaco, sala tras sala, se suceden tótems inspirados en los que se crean para los fuegos artificiales, obeliscos para los juegos medievales, bajorrelieves, símbolos de triunfo y siluetas que recuerdan carrozas. “Pero los materiales son mixtos”, explica Cibelli, “la porcelana y la cerámica van acompañadas de elementos de hierro, de una rueda de madera. En la porcelana blanca resalta el pigmento negro del volcán. En el obelisco se ven grietas y piezas resquebrajadas.” Se detectan rastros silenciosos de la catástrofe en cada sala de la exposición, y conviven con los indicios de la fiesta. Se rozan, en ocasiones se superponen, como dos caras de la misma medalla. Como enseña Nápoles.

Antonella Galli

Captions and credits
Images courtesy of Diego Cibelli

01 and 06 ‘Trionfo’ (‘Triumph’), Festa e Catastrofe (Celebration and Catastrophe) exhibition, Galleria Alfonso Artiaco, Naples, 2022. Credits Grafiluce

02 Festa e Catastrofe (Celebration and Catastrophe) exhibition, Galleria Alfonso Artiaco, Naples, 2022. Credits Grafiluce

03 and 2022 ‘Obelisco per giochi medievali’ (‘Obelisk for Medieval Games’), Festa e Catastrofe (Celebration and Catastrophe) exhibition, Galleria Alfonso Artiaco, Naples, 2022. Credits Grafiluce

04, 10, 11, Feed Me with Domestic Stuff collection. Credits Francesco Squeglia

05, 07-09 L’Arte del Danzare Assieme (The Art of Dancing Together) exhibition, curated by Angela Tecce and Sylvain Bellenger, Museo e Real Bosco di Capodimonte, 2021. Credits Grafiluce

12-15 Festa e Catastrofe (Celebration and Catastrophe) exhibition, Galleria Alfonso Artiaco, Naples, 2022. Credits Grafiluce


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