12-12-2022

Desde Toronto una lección sobre el diseño ciudadano: menos digital, más bien común

Adjaye Associates, SLA, Henning Larsen Architects, Alison Brooks Architects,

Toronto, Canadá,

Design,

El pasado febrero la ciudad de Toronto anunció el nuevo diseño de desarrollo urbano del distrito Quayside, a orillas del lago Ontario. Parques verdes y casi una hectárea de bosques urbanos, ochocientas viviendas de bajo coste, centros artísticos dedicados a la cultura indígena y la promesa de anular por completo las emisiones de carbono. La propuesta firmada por Adjaye Associates, Henning Larsen, Alison Brooks Architects y SLA ha sustituido a la anterior, de alta tecnología, que había presentado Alphabet.



Desde Toronto una lección sobre el diseño ciudadano: menos digital, más bien común

Este año el ayuntamiento de Toronto ha publicado los renderings de diseño urbano y paisajístico para el distrito Quayside a orillas del lago Ontario. El diseño preliminar lleva la firma de un equipo multidisciplinario compuesto por Adjaye Associates, Henning Larsen, Alison Brooks Architects y SLA por la parte paisajística.
Al leer las características del proyecto la sensación es la de repasar una lista de deseos para cualquiera que se interese por la sostenibilidad y el bien común: casi una hectárea de bosque urbano, ochocientas viviendas de bajo coste, un centro artístico dedicado a la cultura indígena y la promesa de tener un impacto medioambiental nulo. La tendencia que se presenta aquí tiene como objetivo desarrollar lugares públicos naturales y de agregación en contraste con una dimensión tecnológica del crear diseño. Un caso estudio importante para diseñadores urbanos y del paisaje que pone de manifiesto la necesidad de hacer una elección concreta entre las soluciones verdes y la tecnología.

De hecho, hace cinco años la perspectiva para el Quayside, en cuanto al planteamiento para rediseñar el barrio, era muy diferente. El primer proyecto de recualificación que Waterfront Toronto examinó era de 2017 y se trataba de algo muy distinto. Propuesto por Sidewalk Labs, una empresa que se ocupa de diseño e innovación urbana para Alphabet, holding propietario de Google, el proyecto se proponía como una experimentación de alta tecnología, una visión de ciudad inteligente llevada al extremo. La idea de Sidewalk consistía en una optimización digital de la vida diaria en la urbe, con robo-taxis, calentamiento de aceras, recogida de desechos automatizada y una densa red digital de supervisión. Todo ello con la capacidad de adquirir datos sobre cualquier cosa, desde el número de peatones que pasan por un determinado cruce hasta el nivel de utilización de cada banco del barrio.

Para los tecnófilos la propuesta de Sidewalk Labs debía parecer la última frontera del diseño innovativo, pero no fue así para los ciudadanos de Toronto. En Canadá, respecto a EE.UU., hay menos tolerancia hacia las empresas privadas que gestionan los sectores públicos, y se presta mayor atención al tema de la intimidad y el control de datos respecto a costumbres y comportamientos. A propósito de ello cuenta Alex Ryan, vice presidente de MaRS Discovery District, una empresa sin ánimo de lucro de Toronto dedicada a la innovación urbana: “En EE.UU. las palabras clave son vida, libertad y búsqueda de la felicidad. En Canadá son paz, orden y buen gobierno. Los canadienses no nos esperamos que el sector privado intervenga para salvarnos del gobierno, porque confiamos mucho en el gobierno”.

La ciudad inteligente es un paradigma que ha estado omnipresente en las reflexiones sobre diseño urbano y del paisaje de la última década, pero ¿de verdad refleja lo que la población necesita de los proyectos? Lo que convierte una ciudad en un sitio agradable para vivir, ¿son la optimización y el control absolutos, o más bien la serendipia confusionaria que caracteriza a los centros más grandes, caóticos y multiculturales?
Por eso el diseño también es saber plantearse las preguntas adecuadas y luego darles respuesta. Una de estas por ejemplo se la planteó Jennifer Keesmaat, ex jefa de planificación del departamento de urbanística de Toronto: “Para mí se trata de una conclusión fantástica porque no se cometió un gran error, si tenemos en cuenta lo que estamos haciendo ahora en aquel sitio. Es un clásico edificio urbano en clave contemporánea, lo que significa que es una comunidad con cero emisiones de carbono. Una comunidad totalmente electrificada. Una comunidad que pone en primer lugar las casas a precios contenidos, porque en nuestra ciudad hay carencia de este tipo de viviendas. Es una comunidad que da mucha importancia a los espacios verdes y a la agricultura urbana. ¿Son todas cosas que se derivan de la propuesta de Sidewalk? No exactamente.”

Francesco Cibati

https://www.waterfrontoronto.ca

All images courtesy of Waterfront Toronto

Captions:
01 – Rendering of the Community Forest public space
02 – Quayside aerial, full view of proposed development
03 – Artist rendering of the ground floor of the Western Curve
04 – Rooftop Urban Farming, community gardens, greenhouses
05 – Rendering of the Overstorey. Architect: Henning Larsen
06 – Rendering of the Western Curve building. Architect: Alison Brooks
07 – Rendering of the Timber House. Architect: Adjaye Associates
08 – The plot where Quayside is located on Toronto's waterfront
09 – Diagram of land ownership in Quayside
10 – Overview map of the redevelopment


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