22-07-2016

Marsella y su litoral: estrategias de reconversión urbana.

Le Corbusier, Rudy Ricciotti, Norman Foster, Kengo Kuma,

París,

Reurbanización,

Un itinerario peatonal que parte desde el centro de la ciudad de Marsella empezando con el pabellón de espejo del arquitecto Norman Foster, y llega hasta las afueras, donde se ubica el rascacielos de la arquitecta Zaha Hadid. Una caminata que recorre la costa reconvertida, un proyecto urbano de conjunto que comprende edificios y espacios públicos.



Marsella y su litoral: estrategias de reconversión urbana.

Un itinerario peatonal que parte desde el centro de la ciudad de Marsella empezando con el pabellón de espejo del arquitecto Norman Foster, y llega hasta las afueras, donde se ubica el rascacielos de la arquitecta Zaha Hadid. Los dos premiadísimos estudios londinenses han marcado arquitectónicamente hablando ambos extremos del litoral del Marsella, mientras otros estudios de arquitectura, principalmente italianos y franceses, han llevado a cabo lo que está en medio, es decir, un proyecto urbano de conjunto que comprende edificios y espacios públicos.

El pabellón de espejo: Norman Foster
Se trata de una de las mejores obras, de las más sensibles y artísticas del arquitecto Norman Foster. Recuerda, por los efectos ópticos multiplicados que desencadena, algunas obras de gran elegancia de los años 70. Todo aquel que admira el pabellón y camina bajo él experimenta una ligera sensación de vértigo, y se siente como hipnotizado. El protagonista es el acero inoxidable de espejo que constituye la cubierta de la estructura, completamente abierta por todos sus lados y sujeta por finas columnas circulares de acero inoxidable dúplex. La sencilla estructura de acero se hace más delgada en los bordos, reduciendo al mínimo el impacto visual de su perfil.

El paseo marítimo: Michel Desvigne y Fernand Pouillon
En el paseo marítimo, una mirada al pasado con los proyectos de los arquitectos franceses Michel Desvigne, paisajista, cuya sobria intervención respeta perfectamente la identidad del puerto y sus raíces históricas, y de Fernand Pouillon, con sus arcadas y revestimientos de piedra, clásicos e incluso un poco anti-modernos. Ambas realizaciones nos sorprenden si relacionamos su contemporaneidad con l’Unité d’Habitation de Le Corbusier.

Fuerte de San Juan
Frente al Pharo y al archipiélago de Frioul donde se ubica la prisión en la que estuvo preso el Conde de Montecristo, se encuentra el Fort Saint-Jean, una hermosa fortaleza que hizo construir Luis XIV en 1660. En el J4, antiguo malecón portuario situado delante el fuerte, surgen hoy en día dos edificios que son el orgullo de la ciudad.

MuCEM: Rudy Ricciotti
El MuCEM, Museo de las Civilización de Europa y del Mediterráneo del arquitecto Rudy Ricciotti, seduce desde el primer instante por ser una extraordinaria máquina decorativa, que establece una relación con el mar mediante su materialidad metálica. El proyecto también incluye dos pasarelas que lo conectan con el casco viejo. La primera, elevada sobre el agua, conduce desde el MuCEM al Fuerte de San Juan, mientras que la segunda pasa desde éste sobre una “autopista” urbana hasta la zona antigua. Con el oscuro entramado que envuelve la rampa panorámica que rodea el museo como si fuera un almacén industrial, con esa estructura portante que parece un bosque tenebroso y la terraza asolada en el tejado, desde lejos el MuCEM parece un espejismo. En cambio de cerca, se presenta como una caja mágica, auténtica protagonista de la escena.

Villa Mediterranee: Stefano Boeri
La Villa Méditerranée proyectada por el arquitecto Stefano Boeri, nos cautiva con su última planta en voladizo que se extiende sobre un pequeño estanque que queda siempre a la sombra. Es un centro de congresos que simbólicamente pone a la ciudad en contacto con el agua con una celosía a base de vigas diagonales que sujetan el voladizo. La Villa Méditerranée parece estar más en consonancia con la solidez tectónica de las construcciones de Fernand Pouillon sobre el promontorio de la Tourette y en la orilla occidental del Vieux-Port, que con el frágil encaje de la celosía del edificio contiguo, el MuCEM del arquitecto Rudy Ricciotti.


Les Docks: 5+1AA
Así se llama este conjunto de almacenes de ensueño. El proyecto a cargo del estudio genovés 5+1AA, al mando de los arquitectos Alfonso Femia y Gianluca Peluffo ha transformado los almacenes portuarios del siglo XIX en un innovador espacio social, cultural y comercial. La restauración de la planta baja, de los patios, de los sótanos con una superficie de más de 400 metros en los que se instalarán oficinas, salas de exposición, restaurantes y lofts, según el conocido esquema de gentrificación urbana.

Le Silo d’Arenc: Eric Castaldi
Monumento de arqueología industrial, el antiguo almacén de cereales construido sostenido sobre columnas, se ha convertido en un centro cultural siguiendo el proyecto del arquitecto marsellés Eric Castaldi: en él predomina la carpintería metálica, que evoca nostálgicamente los montajes de la época en la que se construyó. El edificio de hormigón armado alberga un teatro con un aforo de 2000 espectadores, inspirado en el Olympia de París. Del proyecto de la sala de espectáculos se ha encargado el arquitecto Roland Carta.

FRAC: Kengo Kuma
No lejos del Silo d’Arenc se encuentra el edificio – fachada obra del arquitecto japonés Kengo Kuma, con su aspecto casi inmaterial. El famoso arquitecto japonés es el artífice de la envoltura del Frac, que realza y da nuevo vigor a la institución que conserva la mayor colección pública de arte contemporáneo francés. Inspirándose en la obra de arquitectura simbólica por excelencia, l’Unitè d’Habitation de Le Corbusier, esta reestructuración propone sendas y pasadizos flotantes, que enlazan las distintas secciones, abriéndose en terrazas panorámicas y forzando el concepto espacial mediante un contraste potenciado por unos espacios reducidos y otros amplios. Un museo, una sala de conferencias, un centro de documentación, oficinas y una cafetería son las secciones que se descomponen en dos volúmenes: un cuerpo más bajo y una torre que da a la plaza. Dan homogeneidad al conjunto 1500 pixels de cristal esmaltado reciclado, todos con formas diferentes para acentuar el efecto plástico de la fachada y para que el reflejo de la luz sea distinto en cada uno, lo que le aporta una configuración tridimensional.

CMA CGM: Zaha Hadid
La torre CMA CGM de la arquitecta Zaha Hadid, despunta como un auténtico faro, un incisivo que cierra el ambicioso programa de recualificación marsellesa. A pesar de que por lo visto no es una de las mejores obras de la arquitecta, que ha perdido algo de su pátina vanguardista a favor de cierto academicismo, el edificio ocupa una posición estratégica. La torre se inspira precisamente en las formas fluidas de la carretera que la rodea. El edificio está dividido en dos partes: el rascacielos en sí más un anexo y tiene capacidad para 2.700 empleados. Movimiento y fluidez se introducen en el diseño de la torre mediante la generación de vectores que suben desde el suelo gradualmente hasta convergir y replegar hacia la cumbre. El volumen se separa en segmentos verticales y se diferencia alternando la aplicación de cristal claro y oscuro. La piel del edificio se ensancha y se separa englobando las columnas estructurales exteriores.

Cintya Concari


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