01-04-2022

Fantásticos, funcionales, futuribles hongos

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Design, Sostenibilidad, Eco-Design,

La primera definición de "biomaterial" se remonta a 1990. En los últimos 30 años la investigación en este campo ha conseguido grandes avances, identificando posibilidades concretas, como los variados usos del cáñamo o, adentrándose por primera vez en mundos nuevos a explorar, como en el caso de los hongos. ¿Hongos? ¡Exacto! Pronto podremos usarlos para fabricar tejidos, elementos de construcción, o sensores de calor, luz y sustancias químicas. Y no solo eso: un proyecto europeo tiene como objetivo realizar, a partir de los hongos, nanopartículas para edificios que "crecen, se regeneran y mueren continuamente".



Fantásticos, funcionales, futuribles hongos

De acuerdo con la definición que en 1991 se dio en la International consensus conference on biomaterials en Chester, Reino Unido, los biomateriales están “proyectados para interactuar con los sistemas biológicos y permiten evaluar, tratar, aumentar o remplazar un tejido, órgano, o función del cuerpo”. La investigación en este campo ha experimentado un constante crecimiento tanto en el interés suscitado como en las inversiones, lo que le ha permitido hacer grandes avances. Actualmente los biomateriales abarcan horizontes de aplicación más amplios y forman parte de las tecnologías indispensables para construir un mundo sostenible basado en la materia orgánica.

El biomaterial más conocido y del que más se ha hablado a nivel mundial es probablemente el cáñamo, con el que se pueden realizar tejidos, ladrillos e incluso carburantes. Materiales biológicos menos conocidos e igualmente interesantes son los micetos, hongos que se están estudiando en la actualidad para variadas aplicaciones, algunas de las cuales suenan como auténtica ciencia ficción.

Solo por citar algunas sin un orden preciso, gracias a distintas aplicaciones del micelio – es decir, el aparato vegetativo de los hongos, la parte fibrosa que reside en el subsuelo y en parte en el tallo – se pueden crear ya y se podrán seguir creando ladrillos, elementos fonoabsorbentes, cristaleras, plásticos, tejidos y pieles, sensores y alternativas alimentarias que puedan reemplazar a la carne.

AirMycelium – Photo courtesy of Ecovative

Mohammad Mahdi Dehshibi, investigador del SUNAI (Scene Understanding and Artificial Intelligence Lab) cuenta que los hongos constituyen el grupo de organismos vivos más grande, difuso y antiguo del planeta. Crecen rápidamente y se unen al substrato con el que entran en contacto, por eso es posible unir el micelio a un árido. Y aún hay más: el micelio conduce electricidad y es sensible a la luz, al calor y a algunos elementos químicos. Dehshibi ilustra: “Podemos reprogramar una geometría y una estructura basada en la teoría de grafos de las redes de micelios y así utilizar la actividad eléctrica de los hongos para realizar circuitos de cálculo. Los hongos no responden solo a los estímulos activando las relativas señales, sino que nos permiten manipularlos para llevar a cabo actividades de cálculo, en otras palabras, para elaborar la información”.

Hy-Fi – Photo by Amy Barkow. Courtesy of The Living. / Hy-Fi – Photo by Kris Graves. Courtesy of The Living

Las condiciones son tan prometedoras que la Unión Europea ha financiado un proyecto, FUNGAR, cuyo objetivo es "desarrollar un substrato estructural que utilice micelio de hongo vivo infuso con nanopartículas y polímeros". Exacto, se habla de estructuras vivas. De hecho en la descripción del proyecto se explica: "Este substrato estructural logrará crear edificios que crezcan solos, se construyan y reparen solos, a la vez que se adaptan al medioambiente".

Por el momento, el edificio "hongoso" más grande y conocido fue diseñado y construido en 2014 por el estudio de diseño The Living. Se llama Hy-Fi y es una torre de tres extremidades con forma orgánica, construida con ladrillos creados a base de micelio y desechos agrícolas. Hy-Fi estuvo expuesto en la terraza del MoMa de Nueva York tras adjudicarse el Young Architect Program. Los ladrillos, llamados Ecovative, "crecen" en cinco días sin consumir energía ni emitir anhídrido carbónico. El futuro está al alcance de un hongo.

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Photo credits: TheLiving, Ecovative, Wikimedia Commons, Kris Graves, Amy Barkow
Unsplash: Timothy Dykes, Damir Omerović, Timothy Dykes

http://www.thelivingnewyork.com
http://cordis.europa.eu/project/id/858132/
https://ecovative.com

Hy-Fi bricks growing – Photo courtesy of The Living.

Hy-Fi bricks testing – Courtesy of The Living.


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