La HVB-Tower es un punto de referencia en el skyline de Múnich. Proyectada en 1981 por los arquitectos Walther y Bea Betz, sufrió algunos cambios a lo largo de los años hasta que, en 2006, fue declarada edificio histórico.
La torre ha sido objeto de una reciente intervención de reforma para adecuarla a los estándares energéticos contemporáneos y efectuar una redefinición global de los interiores. Conjugar una alta eficiencia energética con la conservación del aspecto exterior del rascacielos ha sido el reto principal al que ha tenido que enfrentarse el estudio de arquitectura HENN, autor del proyecto de reforma y transformación energética.
Un reto superado, ya que el edificio ha sido reconocido como "green building" y ha recibido la certificación LEED Platinum.
Los arquitectos de Henn decidieron dotar a la torre de una segunda piel, un revestimiento interior que garantizase el necesario aislamiento acústico y mejorase las prestaciones energéticas del edificio original. La cáscara interior tiene ventanas motorizadas eléctricamente con doble cristal, que se abren inclinándose. En la fachada exterior se han practicado aberturas invisibles y distanciadas entre ellas, que permiten reciclar el aire.
En la redefinición de los interiores, se ha dado una gran relevancia a la entrada del edificio, completamente transformada y sustituida por un espacio amplio, de tres pisos de altura, con cubierta acristalada y caracterizado por las superficies blancas poligonales inclinadas. Las superficies definen y guían los recorridos y flujos de acceso o forman pequeños volúmenes que contienen algunas funciones.
(Agnese Bifulco)
Images ©HVB/HENN/HGEsch
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