03-10-2002
Michael Graves: Sheraton Miramar Resort, 1995

El proyecto de esta construcción es obra del arquitecto americano Michael Graves y se remonta a 1995; sin embargo, el hotel fue terminado en 1997. Este se extiende por una superficie de 150.000 m2, rodeada por todas partes de playas y de lagunas unidas al mar mediante canales artificiales.
El hotel presenta una entrada imponente y espectacular. La zona reservada a la recepción se configura como un enorme espacio distribuido en dos plantas y recuerda a las antiguas salas faraónicas, gracias a su gruesas paredes y a sus columnas monumentales.
Las habitaciones, en número de cuatrocientas, están subdivididas en grupos identificables en base a elementos específicos que caracterizan las fachadas; además, todas ellas están dotadas de terraza privada, desde la que es posible admirar el Mar Rojo y las miriadas de lagunas de alrededor.
En las plantas superiores encontramos dos "executive suites" y seis "junior suites", que parecen verdaderas y propias mansiones principescas, ya que tienen un techo en forma de pirámide o cono, en el cual se ha practicado una abertura rectagunlar que permite filtrarse a la luz natural.
Frente al Miramar Resort se halla un patio delimitado por una glorieta en la que hay piscinas para niños y para adultos y un edificio en el que es posible entrar en una sauna; completan el conjunto un bar, un restaurante y un aparcamiento cercado por un soportal de dimensiones mastodónticas.
Graves ha diseñado también el mobiliario del interior, constituido por muebles sencillos y al mismo tiempo sofisticados, que han sido fabricados en el lugar para dar un toque más tradicional a la construcción.
Se puede afirmar con seguridad que la estructura del hotel se configura en muchos aspectos como una reinterpretación del antiguo arte egipcio; además, la fusión de los estilos árabe y mediterraneo hace del Sheraton una obra maestra arquitectónica de fama mundial. Yendo hacia El Gouna, Graves ha encontrado al influyente arquitecto Hassan Fathy y el resultado ha sido un intercambio de ideas útiles para ambos; lo que ha permitido construir una estructura, como es la del Miramar Resort, que se puede considerar el fruto de una profunda armonía entre dos estilos inimitables.