Jamie Fobert Architects nueva Tate St Ives Cornualles

“De una extraordinaria belleza”: así ha definido Stephen Deuchar, presidente del jurado del Art Fund Museum of the Year, la ampliación de la Tate St. Ives. Inaugurada en otoño de 2017 y proyectada por el estudio Jamie Fobert Architects, la ampliación de la Tate St Ives en Cornualles ha recibido el Art Fund Museum of the Year 2018, premio reservado a los museos británicos y que fue anunciado a principios de julio. La nueva Tate St Ives está también en la lista de candidatos a otro importante galardón: ha sido seleccionada por el RIBA, el Royal Institute of British Architects como uno de los seis finalistas del Stirling Prize 2018, la máxima distinción para una obra arquitectónica británica, cuyo ganador será comunicado en otoño de 2018.

No se ha tratado de una simple ampliación: el proyecto del estudio Jamie Fobert Architects ha más que doblado el espacio de exposición y ha dado una nueva configuración a la galería original. En efecto, el edificio original, proyectado por el estudio de arquitectura Evans & Shalev en los años noventa, era demasiado pequeño para el número de visitantes que cada año se interesaban por las exposiciones que ofrecía, lo que generaba largas colas e incomodidades para el público con ocasión de las inauguraciones. La Tate St Ives renovada puede, ahora, hacer frente a las necesidades funcionales de una moderna galería de exposiciones y ofrecer a su público un recorrido expositivo mejor y mayor espacio de aparcamiento.
Una renovación que es claramente visible para quien visita sus espacios expositivos, pero que no se percibe desde el exterior del edificio.
La galería proyectada por Evans & Shalev se encuentra sobre la playa, en un espacio estrecho entre la colina y Porthmeor Beach, ocupado anteriormente por una fábrica de gas de alumbrado. Para limitar el impacto visual de la nueva construcción en el panorama, el equipo de Jamie Fobert Architects decidió realizarla en el interior de la colina.

Los arquitectos tuvieron que hacer frente a un entorno con muchos requerimientos visuales y un sitio con fuertes limitaciones y poco espacio disponible. Al intervenir dentro de la colina, el equipo de Jamie Fobert Architects ha creado una nueva perspectiva del área, con un nuevo recorrido panorámico que une la colina con la playa.
El elemento más visible, cuando se mira la Tate St Ives desde la playa, es la torreta, revestida con losas de cerámica gris-verde, que se sitúa entre la colina y el edificio proyectado por Evans & Shalev. Dentro de la colina, las salas de exposición de la ampliación se conectan perfectamente con las del cuerpo principal. La luz solar proveniente del sistema de claraboyas del techo crea un ritmo en el espacio diferente del de las salas de 1993.

La decisión de realizar una intervención mínima en el entorno fue también determinada por el fuerte sentido de pertenencia que liga la galería de exposiciones a la comunidad y, por consiguiente, por la necesidad de no alterar la que era una imagen familiar para los habitantes del lugar. La intervención de ampliación fue preparada mediante un largo trabajo de consultoría y de diseño que contó con la participación de la comunidad local. Prueba de este estrecho vínculo es el hecho de que, pese a que el espacio expositivo permaneció cerrado durante dos años para la realización de las obras de ampliación, la galería mantuvo el mismo personal administrativo y los mismos guías locales.

(Agnese Bifulco)

Architects: Jamie Fobert Architects
Structural Engineers: Price & Myers
Environmental / M&E Engineers: Max Fordham
Landscape Architects: Jamie Fobert Architects with Rathbone Partnership
Quantity Surveyor / Cost Consultant: Currie and Brown
Project Management: Currie and Brown
Lighting Design: Max Fordham
Location: St. Ives, UK
Images courtesy of RIBA, photo by Hufton + Crow

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