El artista y diseñador holandés Berndnaut Smilde ha conseguido imponerse sobre los elementos naturales. Gracias a una maquinaria que produce humo, un higrómetro y tras varios años haciendo experimentos, Smilde puede reproducir nubes en cualquier espacio, aunque duren pocos segundos. Pero es suficiente para sorprender y estimular la curiosidad del público y de los expertos en el tema: y es que, ¿quién no desearía una nube personal en su casa?
Vivimos en una época en la que la estética prevalece en cualquier campo. Debe realizarse lo imposible para sorprender y fascinar al público, y esto se logra mediante la investigación y la ayuda de las nuevas tecnologías. Entre los experimentadores en este campo está el artista holandés Berndnaut Smilde, que reproduce elementos naturales únicos en espacios cerrados, creando un imaginario onírico, en los límites del surrealismo, pero de lo más concreto. La investigación de Smilde quiere trasladar la naturaleza, concretamente los fenómenos meteorológicos, al interior de espacios cerrados y familiares, como los lugares de trabajo, museos y salas de exposiciones, iconos de la arquitectura antigua y contemporánea.
La posibilidad de replicar fenómenos naturales ha sido siempre objeto de estudio, pero solo en las últimas décadas este sector ha logrado metas considerables. Además de la obra de Smilde, baste pensar en la técnica de la Siembra de nubes, ampliamente utilizada en China ya desde los primeros años del nuevo milenio.
Berndnaut Smilde es un auténtico creador de nubes. Estas, capturadas en una instantánea fotográfica, transmiten emociones contrastantes que comunican libertad y ligereza, pero siempre están constreñidas entre las paredes, las piedras o las cristaleras de una instalación arquitectónica. La comunicación de las redes que caracteriza al mundo contemporáneo, inmediata y basada en las imágenes, ha proporcionado una ayuda fundamental a la idea de Smilde. De hecho ya gracias a las fotografías de sus primeras instalaciones, realzadas en 2007-2008, ha logrado que todo el mundo hable de él.
También el célebre artista danés contemporáneo Ólafur Elíasson suele usar materiales elementales como la luz, el agua y la niebla para sus obras, logrando efectos visuales estupendos. Un ejemplo es la instalación “The Weather Project”, una inmersión total en la luz solar que se expuso en 2003 en la Tate Modern, o su “Your Rainbow Panorama” de 2011, que consistía en una estructura circular dispuesta sobre el tejado del ARoS Art Museum en Dinamarca que se podía recorrer a lo largo de los 150 metros perimetrales y en la que los visitantes se podían sumergir en un arco iris, a la vez que disfrutaban de una vista impresionante de la ciudad de Aarhus.
Gracias a la imaginación de Smilde, el arte meteorológica ha descubierto un digno heredero. La duración de la obra de Smilde es de solo pocos instantes. El oxímoron visual de la nube secuestrada en un espacio interior desencadena el ensueño y transforma al adulto en niño, con gran satisfacción por parte del artista.
Antaño la representación más realista de una nube se encontraba en los cuadros, los mismos quizás que han inspirado al artista holandés. Pero éste va más allá del método pictórico y llega a ejecutar una forma física real y sugerente.
Y no son solo nubes, Berndnaut Smilde también es un experto creador de arco iris. El trabajo que está tras sus instalaciones se concentra en calibrar a la perfección la humedad y la luz. Es suficiente una maquinaria que produce humo, un higrómetro y muchos años de experimentos a sus espaldas.
En este momento las obras de Smilde se exponen en la Exposición Universal de Dubái, en la Ronchini Gallery de Londres y en su propio país, en el Buitenplaats Doornburgh de Maarssen.
Cib
Images courtesy of the artist and Ronchini Gallery
www.berndnaut.nl
www.ronchinigallery.com
