Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana, de ladrillos, por Barozzi Veiga

Un edificio que dialoga con las vías de ferrocarril ya existentes. Se trata del Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana, completamente revestido con ladrillos y obra del estudio Barozzi Veiga.

En Lausana ha surgido un nuevo museo cantonal que recoge a otros tres museos existentes en la ciudad para convertirse en un punto de referencia urbanístico y cultural capaz de atraer nuevas oleadas de visitantes. La decisión de ubicarlo a lo largo de la estación de trenes, en el lugar donde había un edificio del siglo XIX, ha permitido devolver al barrio una imagen completamente diferente.
Uno de los objetivos del proyecto era catalizar a los visitantes de diferentes niveles culturales, con la finalidad específica de cambiar el aspecto de la zona y donar una imagen más sofisticada a lo urbano. Todo ello se ha logrado mediante un monolito enigmático, revestido con ladrillos grises y con interiores absolutamente sorprendentes, capaz de dar nueva vida al barrio.
La superficie por piso, alrededor de 7.000 m2, está organizada con un espacio central abierto cuya finalidad es conectar todo el sistema compositivo repartido en tres plantas. Esta solución no ha sido casual, ya que se ha aprovechado de la necesidad de dividir la proyección horizontal en dos bastidores homogéneos para otorgar a la estructura la elasticidad requerida. Junto a este grande vacío vertical, los cinco huecos de la escalera presentes en su interior permiten explorar el edificio con total libertad y, al mismo tiempo, contribuyen estructuralmente robusteciendo el armazón de cemento que, dada la longitud de aproximadamente 350 m, lo necesitaba realmente.
La fachada ha sido concebida con una serie de columnas adosadas sin capitel ni base que hacen el volumen más vibrante y suavizan la monotonía del cuerpo prismático rectangular. Todo ello porque las fachadas laterales son ciegas, mientras que todo el frente hacia la calle presenta ventanas repartidas de modo aparentemente desordenado, pero que, gracias a la decisión de utilizar las columnas adosadas sin fin, se redistribuyen y parecen estar concebidas intencionalmente de ese modo.
Un tratamiento diferente se ha dado en cambio al arco de la entrada, que forma parte del antiguo edificio y recuerda al ya existente, así como a la fachada ciega de cabecera en la que los arquitectos han decidido estampar la forma en negativo.


Fabrizio Orsini


MCBA - Musée Cantonal des Beaux-Arts, Lausanne, Swiss
Museo Cantonal de Bellas Artes - Cantonal Museum of Fine Arts


Authors: BAROZZI / VEIGA: Fabrizio Barozzi, Alberto Veiga


Project leader: Pieter Janssens
Project team execution phase: Claire Afarian, Alicia Borchardt, Paola Calcavecchia, Marta Grządziel, Isabel Labrador, Miguel Pereira Vinagre, Cristina Porta, Laura Rodriguez, Arnau Sastre, Maria Ubach, Cecilia Vielba, Nelly Vitiello
Project team competition phase: Roi Carrera, Shin Hye Kwang, Eleonora Maccari, Verena Recla, Agnieszka Samsel, Agnieszka Suchocka
Local architect: Fruehauf Henry & Viladoms


Project manager: Pragma Partenaires SA


Structural engineers: Ingeni SA


Services engineers: Chammartin&Spicher SA, Scherler SA, BA Consluting SA


Façade consultant: X-made SLP


Lighting consultant: Matí AG


Museum expert: BOGNER.CC
Photo: Simon Menges