05-07-2019

Barozzi-Veiga: MCBA – Museo Cantonal de Bellas Artes, Lausana

Barozzi/Veiga,

Simon Menges, Jesus Arenas,

Losanna, Svizzera,

Museos,

Como parte del plan maestro que se adjudicó el concurso lanzado en 2010, el estudio español Barozzi-Veiga realiza el nuevo Museo Cantonal de Bellas Artes en Lausana. Así es la propuesta de Barozzi-Veiga para un distrito del arte que abre al público el espacio urbano inutilizado en la estación de Lausana.



Barozzi-Veiga: MCBA – Museo Cantonal de Bellas Artes, Lausana

Tras la gran inauguración celebrada el 6 y 7 de abril de 2019, justo el tiempo para hacer unas fotos como las que publicamos aquí, realizadas por Simon Menges, y el MCBA - Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausana, proyectado por Barozzi-Veiga, ha cerrado de nuevos sus puertas para prepararse a acoger su primera exposición el próximo 5 de octubre.
Antes el MCBA - Museo Cantonal de Bellas Artes estaba ubicado en el edificio del siglo XIX Palais de Rumine, en la zona norte de Lausana. Se decidió lanzar un concurso internacional para crear un nuevo distrito del arte en la ciudad, denominado Plataforma 10, y dicho concurso se lo adjudicó el estudio español Barozzi-Veiga. La competición ponía en juego el plan maestro del barrio, y se pedía asignar una ubicación idónea para los tres museos principales de Lausana, el de Bellas Artes MCBA, el Museo de Diseño Contemporáneo y Artes Aplicadas MUDAC y el Museo de Fotografía Musée de l’Elysée. Es lo que los arquitectos denominan “l’esplanade des musées”.
El terreno en el que está surgiendo el nuevo distrito, con una superficie de unas dos hectáreas, se encuentra cerca de la estación de trenes central de Lausana, donde se encuentran algunos edificios industriales y una antigua estación construida en el siglo XIX, al norte de la cual la ciudad se extiende ligeramente más elevada. El desnivel y la diferencia de ambiente que siempre habían aislado las dos zonas han sido superados en el plan maestro de Barozzi-Veiga gracias a una serie de rampas de enlace que permiten la fusión de las dos áreas mediante itinerarios peatonales. Por lo tanto la atención de los proyectistas no se concentra prioritariamente en los edificios que se deben erigir para la sede de los museos, que como se ve son bastante sencillos y esenciales, sino más bien en el diseño urbano y en la exigencia de hacer sitio a un área “inexistente”, porque no era accesible al público. El proyecto recupera y engloba el bloque de la antigua estación, manteniendo su planta rectangular y algunos detalles arquitectónicos como el vestíbulo original con una gran cristalera de arco, que hoy se ha trasformado en el foyer del museo. Derribando parte del volumen por el lado norte, Fabrizio Barozzi y Alberto Veiga abren un paso entre el MCBA, que ellos consideran un “muro habitado”, y la pared de terreno que se eleva. Este paso, desde la plaza de la estación central se va abriendo cada vez más hasta llegar al edificio de planta cuadrada que compartirán el Museo de Fotografía y el MUDAC, según el proyecto del estudio portugués Aires Mateus.
Con un desarrollo paralelo a las vías del tren, el edificio del MCBA, que será el más grande de los tres museos, evoca la antigua función industrial del terreno, con geometrías rigurosas dulcificadas gracias a ciertos rasgos de estilo del siglo XIX que se hacen destacar como si fueran fragmentos que afloran en la superficie. En tres de los lados prevalece la estructura monolítica de cemento a vista, pero el lado norte se presenta a la plaza en calidad de auténtica fachada principal, desmaterializada por el ritmo vertical de los elementos de protección solar a toda altura. Realizados de ladrillo sobre el basamento de hormigón que recorre todo el edificio, los parasoles retoman el vínculo figurativo con el pasado industrial de la zona.
Al tener que conservar en él las colecciones de arte, el exterior arquitectónico se presenta compacto y hermético, y sin embargo por el lado norte incluye numerosas aberturas que establecen un diálogo entre el interior y la plaza pública. Mientras los parasoles verticales sirven para modular los rayos del sol en los espacios internos del museo, la última planta para exposiciones está iluminada a través de una cubierta en diente de sierra con orientación hacia el norte y un sistema interior de cortinas que apantallan la luz solar controlando el ambiente de los espacios.
Los visitantes que acudieron los dos días de la inauguración en abril pudieron disfrutar del edificio en su presencia arquitectónica al desnudo, sin las obras de arte, que actualmente se están trasladando desde el Palais de Rumine. El esquema interno se reveló así con una ordenada distribución cuyo eje es el foyer, un gran vacío que se extiende por toda la altura del edificio, con una imponente escalinata importante que desemboca en la cristalera del arco original. Como una especie de extensión de la plaza pública, la planta baja donde se encuentra la entrada principal es donde se sitúan los servicios como la cafetería, librería o el auditórium. En cambio, la primera y segunda planta están dedicadas a los espacios expositivos. El foyer, una especie de transepto abierto al mundo exterior, teniendo por un lado las vías del tren y por el otro la ciudad, también ejerce la función precisa de enlazar el sector de las colecciones permanentes en la parte este con el de las exposiciones temporales en la parte oeste, aunque se pueden visitar de forma perfectamente independiente, ya que cuentan cada una de ellas con su propia circulación vertical, siendo paralelas. En modo informal también se puede utilizar como auditórium temporal, como se suele ver en las nuevas bibliotecas públicas, donde las escalinatas se transforman en grandes bancos colectivos.
Desde el punto de vista de los acabados, un mortero especial recubre y uniforma todas las superficies interiores de las zonas de servicio y recepción, subrayando su carácter homogéneo. A esto se asocia un suelo a base de aglomerado de piedras y cemento que contrasta con la calidez del parqué instalado en las salas de exposición.

Mara Corradi

Architects: Barozzi/Veiga (Fabrizio Barozzi, Alberto Veiga)
Project leader: Pieter Janssens
Project team execution phase:
Claire Afarian, Alicia Borchardt, Paola Calcavecchia, Marta Grządziel,
Isabel Labrador, Miguel Pereira Vinagre, Cristina Porta, Laura Rodriguez,
Arnau Sastre, Maria Ubach, Cecilia Vielba, Nelly Vitiello
Project team competition phase: Roi Carrera, Shin Hye Kwang, Eleonora Maccari, Verena Recla, Agnieszka Samsel, Agnieszka Suchocka
Local architect: Fruehauf Henry & Viladoms
Project manager: Pragma Partenaires SA
Structural engineers: Ingeni SA
Services engineers: Chammartin&Spicher SA, Scherler SA, BA Consluting SA
Façade consultant: X-made SLP
Lighting consultant: Matí AG
Museum expert: BOGNER.CC
Location: Lausanne, Switzerland
Competition: 2010-2011
Completion: 2019
Photos by: (01-16) © Simon Menges, (17-21) © Jesús Arenas

barozziveiga.com


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