03-04-2019
Austin Maynard: Casa de playa en St Andrews, Victoria
Victoria, Australia,

Un cliente iluminado en busca de un estudio de arquitectura con el que realizar el experimento de una casa mínima en la playa. El estudio es Austin Maynard Architects, del que Floornature ya ha publicado algunas obras residenciales de fuerte impacto como la That house y la King bill en Melbourne, y que es conocido por su enfoque de la proyectación prestando especial atención a reducir la explotación de los recursos y del suelo. La playa en cuestión es la famosa St Andrews Beach, en la península de Mornington del estado de Victoria. Se trata de una costa casi completamente salvaje al sur de Melbourne, donde en los últimos años se han construido exclusivas villas en terrenos particulares que llegan hasta el mismo litoral. Al tener tanta superficie a disposición, las casas de la playa de reciente construcción han empezado a acercarse al tipo de villa urbana. Por lo visto entre las clases acomodadas australianas está de moda trasladarse a la costa pero demandando las mismas comodidades que en una residencia lujosa en pleno corazón de Melbourne.
Por el contrario en este caso, y a petición del cliente, Mark Austin y Andrew Maynard han procurado encontrar un equilibrio entre la idea de vivienda y la de refugio, entre el impulso a multiplicar espacios y habitaciones y el deber de respetar el contexto, con el menor impacto posible en el suelo y en la vegetación. El cliente pidió expresamente que se diseñara un “bach”, término neozelandés con el que se designa una barraca, una casa muy modesta o una cabaña, algo más parecido a un bungalow. A mediados del siglo pasado se construyeron muchos en las inmensas playas australianas, en general con materiales encontrados y reciclados, sin pretensiones de ofrecer mucho más a parte de un tejado y cobijo esencial.
Los proyectistas tomaron como punto de partida una reflexión sobre lo que significa una casa de playa para los australianos, es decir, un lugar al que se llega fácilmente desde Melbourne los fines de semana o de vacaciones a lo largo del año, con la familia, pero también invitando a amigos. Un lugar “mínimo” que necesite también un mantenimiento mínimo. Una escasa tecnología estructural y comodidades esenciales son por lo tanto los principios que guían el proyecto.
Desde las fases iniciales de análisis de gastos se renunció a la idea de realizar un sótano para el garaje porque la excavación incidía bastante. Se consideró preferible pensar en una especie de “portal” de acceso a la parcela, a partir del cual los residentes continuaban a pie, dejando los coches simplemente al lado del sendero de arena. Este “portón” incluye simbólicamente un gran depósito de hormigón para recoger el agua de lluvia y recuperarla para los servicios higiénicos y el riego del jardín.
Para conciliar la idea de un impacto paisajístico mínimo y la tutela de las matas salvajes existentes con la necesidad de realizar espacios acogedores para un gran número de personas, el estudio desarrolló la casa en un área reducida distribuyéndola en dos plantas, con 78 m2 en la planta baja y 61 m2 en la primera planta, y la remató con un tejado con terraza. Tres niveles accesibles caracterizados por plantas abiertas, con pocos tabiques, cristaleras correderas y cortinas para dividir el espacio en base a las necesidades de cada momento. La forma más conveniente para esta finalidad se encontró en el círculo: la casa es un volumen cilíndrico perfecto con una planta de 5 metros de radio.
Hacia finales del siglo XIV Palladio realizó una villa con una planta entonces inédita, un proyecto sin precedentes: villa Capra, llamada La Rotonda, cerca de Vicenza, incluye en su planta cuadrada una sala central redonda rematada por una cúpula y una galería por los cuatro lados. Se cree que tal elección fuera dictada por la orografía: una colina baja por un lado, la ciudad de Vicenza y el llano, y el Monte Berico por el otro. La naturaleza era su teatro y Palladio lo valorizó con un edificio en el que se pudiera disfrutar de vistas maravillosas desde cualquiera de sus lados. En todos los edificios que ofrecen una perspectiva completa del entorno natural parece celarse la intuición de Palladio. También aquí, en el refugio de St Andrews Beach, donde los proyectistas van más allá procurando eliminar el mayor número posible de barreras construidas en dirección a la naturaleza. Sin una orientación predominante no hay fachada, ni parte de atrás, ni lados, sino que todo tiene la misma importancia y en tal sentido hay que preservarlo.
La estructura es de madera laminada completamente a vista, revestida con tablones e incluye abundantes aberturas y ventanas. La madera irá envejeciendo de forma natural sin perder sus cualidades de resistencia. Su aspecto de “gran objeto”, más que de pequeña construcción, nos induce a apreciar su ligereza. Por dentro, la planta circular responde al deseo del proyecto de eliminar el pasillo que, al servir simplemente para conectar las habitaciones, parecía un espacio infrautilizado. En la planta circular las habitaciones dan unas directamente sobre las otras, sin separaciones de tabiques fijos, mientras que una escalera de caracol en el centro asegura la circulación vertical en un espacio muy reducido. El hueco de la escalera, abierto y luminoso, amplía la profundidad de los pequeños espacios y los pone visualmente en comunicación.
Desde el perímetro hacia el centro, la superficie se ha dividido de forma radial para distribuir los distintos espacios (la cocina, el salón y el comedor, el baño y la lavandería), de tamaño pequeño pero suficiente para todo lo necesario. La planta de arriba por su parte es totalmente abierta excepto el baño, y las plazas para dormir se pueden organizar como se desee. Para terminar, un detalle interesante es el porche. Es muy habitual en estas casas de vacaciones construir un balcón-terraza para ampliar la superficie vivible al aire libre, aunque este elemento genera un espacio sobrante que queda en sombra y carece de valor. En este proyecto dicho espacio se traslada al interior del volumen, trazando un espacio cubierto pero al aire libre, con la misma altura que el resto de la estructura, que constituye la entrada y un paréntesis entre exterior e interior.
Mara Corradi
Architect: Austin Maynard Architects
Project team: Andrew Maynard, Mark Austin, Ray Dinh
Builder: Spence Construction
Site area: 8304 sqm
Total house area: 139 sqm (ground floor 78sqm / first floor 61sqm)
Completion date: December 2018
Location: St Andrews beach, Victoria (Australia)
Engineer: Perret Simpson
Building surveyor: Steve Watson & Partners
Energy Consultant: Efficient Energy Choices
Land Surveyor: Steve Palmer Surveys
Photographer: (Photo 1-14) © Derek Swalwell
www.maynardarchitects.com