Castanheira: una casa de cemento y madera

Hablando de su proyecto para la vivienda situada en la zona de la Madalena, cerca de Vila Nova de Gaia en Portugal, Carlos Castanheira declara que se trata del primer encargo de tipo residencial que no tiene como cliente a un amigo suyo, conocido o amigo un amigo, sino que es la consecuencia directa de la buena impresión que el cliente recibió al leer un artículo dedicado a otro de sus proyectos. El cliente quería principalmente un proyectista experto en la relación entre lo construido y el paisaje, una vivienda que hiciera pensar en el equilibrio correcto entre lo artificial y lo natural; el respeto y la valorización mediante la arquitectura contemporánea del contexto en el que surge son temas afrontados también por ejemplo en la vivienda construida dentro del Parque Natural de Gerês en Portugal y que fue finalizada en el 2008.
En este caso no hablamos de una reserva, sino en todo caso de un terreno agrícola con un coeficiente de edificabilidad que permitía construir un edificio para una superficie no superior a los 300 m2. Castanheira ha traducido los deseos del cliente en una estructura que aprovecha toda el área disponible, reservando 200 m2 a la vivienda propiamente dicha y los restantes 100 m2 a los locales de servicio, garaje y almacenes.
La instalación de gran sencillez geométrica está morfológicamente fundamentada sobre la intersección de líneas rectas: las que en el plano definen la inserción de los dos cuerpos y las verticales de las cristaleras enmarcadas de madera que dan el ritmo de lectura de las fachadas, haciendo intuir la división funcional de los espacios interiores y también las imposta de la losa y de la cubierta, destacadas también en madera.
La estructura con grandes losas de cemento está intencionadamente preservada en su esencia tosca de conglomerado con el que Castanheira ha elegido distanciarse de la perfección del cemento usado, por ejemplo, en las viviendas japonesas, liso y perfectamente acabado perdiendo casi sus propias apariencias y convirtiéndose en un material indefinido. La madera clara es un medio de contraste, un paréntesis natural en el elemento artificial, un instrumento de conexión perceptiva con el contexto rural, de modo particular con el jardín y los huertos que se extienden al suroeste, hacia donde principalmente se vuelven las cristaleras. Conexión que se ve remachada por la elección de una única pavimentación de pizarra para los exteriores, aceras y sendas, y para los interiores.
El tema es por tanto la materia desnuda, no aparentemente tratada no refinada: el cemento se impone en todo su brutalismo, el suelo se ve valorizado por los matices cromáticos de la pizarra, mientras que la madera es usada como signo y como detalle, desde los cerramientos , a la verja, a las muros de los límites, a las decoraciones, realizados a medida, librerías y armarios usados también como balaustradas, y la escalera “a la marinera” de madera, único elemento proyectado con complacencia decorativa. La decoración, globalmente ausente incluso en los interiores, se descubre en todas partes en las tramas matéricas.

de Mara Corradi

Proyecto: Carlos Castanheira Architetto (Carlos Castanheira & Clara Bastai)
Colaboradores: Orlando Sousa, Vasco Melo, Ricardo Serra, Sofia Costa Reis, Demis Lopes y João Figueiredo
Cliente: Maria de Fátima Tavares dos Reis Poças
Lugar: Rua do Cerro – Madalena, Vila Nova de Gaia (Portugal)
Proyecto de las estructuras: Paulo Fidalgo (HDP Gabinete Projectos. Engenharia Civil)
Superficie útil bruta: 300 m2
Inicio del Proyecto: 2003
Fin de las obras: 2008
Cerramientos de madera
Escalera interior de madera, realizada a medida
Cubierta de cobre y pino de Riga
Estructura de cemento
Paredes interiores revestidas de cartón-yeso
Suelo de pizarra
Fotografías: © Fernando Guerra, FG + SG – Fotografía de Arquitectura

www.carloscastanheira.pt